Sergio Gómez Montero*
Es obvio, es evidente, nadie lo podemos poner en duda: la continuidad de la 4T va a seguir, sobre ello no hay duda. Pero, ¿están despejadas todas las dudas respecto a qué es la 4T? ¿Es un modelo de país? ¿Es una forma de gobernar? ¿Qué es, en pocas palabras la 4T? La identificación que hay entre el Presidente que pronto dejará de serlo y la dama que lo va a sustituir dentro de poco es evidente y manifiesta, pero ¿qué es lo que conlleva esa relación tan estrecha?
Mucho se puede especular sobre lo anterior –comenzando por la continuidad de varios de los colaboradores de AMLO en el nuevo gobierno–, pero una pregunta que poco se ha escuchado es: ¿y la continuidad en qué consiste? ¿Habrá continuidad en términos de forma o de fondo? Hasta hoy, si las previsiones no fallan, lo más importante es que la continuidad se va a dar respecto al fondo del asunto, es decir aquella política que busca favorecer mínimamente a los sectores más desprotegidos de la sociedad va a continuar (así lo ejemplifican, por ejemplo, los apoyos a mujeres y las becas para estudiantes de educación básica), como va a continuar, por otro lado, la relación amistosa que existe con los sectores empresariales de la sociedad, para así seguir llevando la fiesta en paz, lo que ha sido una fórmula que mantiene en tranquilidad relativa a toda la sociedad en su conjunto.
Es evidente, pues, que si esa fórmula funciona, la 4T va a seguir explotándola mientras no se manifiesten efectos adversos repentinos (las explosiones de ira del señor Trump, una pandemia, algún desastre nacional) o la cotidianidad brutal se imponga sobre los buenos deseos en base a los cuales se gobierna. Es decir, por ejemplo: ¿qué se va a hacer ante la criminalidad creciente lo mismo en Baja California, que el estado de México o Chiapas; o qué se hará ante la rejega independencia de Marina y Defensa para imponer sus mandos superiores o intervenir de manera creciente en los negocios de la Nación? ¿Ayotzinapa seguirá siendo misterio relativo? ¿Cómo funcionará frente a ello el modelito de la 4T conducido ahora por la señora Claudia?
Gobernar un país no es cosa de “Enchílame otra, gorda”, sino de, todos los días, encontrarle tres pies al gato para que lo que en la noche no funciona, en las primeras horas de la mañana se encuentre ya de pie y funcionando a todo lo que da, lo cual implica que todo el equipo de gobierno tiene que estar bien avispado y presto siempre a dar todo para que las cosas marchen. Cuando se gobierna, nadie se puede quedar atrás ni inventar excusas a la hora de cumplir las obligaciones.
Mas, como sea: ¿cómo va a funcionar de octubre en adelante la 4T? ¿Cómo va a ser el modelo particular de gobernar de la señora Claudia? ¿Introducirá muchos cambios o se conformará con adecuar lo que ya existe ante las situaciones cambiantes por el tiempo? ¿Cómo se dará, pues, la continuidad de la 4T?
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
ISEGORIA: La continuidad del modelo
