ISEGORÍA: ¿Jugamos a las leyes?

Fecha:

Sergio Gómez Montero*
Hay recuerdos tan blandos como un reloj
pintado por Dalí
M. Shua: “Un dedo índice, sin recuerdo”,

No porque sea 30 de abril el título de esta nota. Desde luego no es ésa la razón de tal título. Quizá los miembros de la Cámara de Diputados, y muchos senadores que fueron antes diputados les sea más sencillo entender el título de la nota, por ser ellos, formalmente, los generadores de la ley en México, aunque no siempre sus iniciativas tengan éxito. Pero ésa es su tarea formal, sí, generar las leyes con base en las cuales el orden del país debe operar. Aunque, otra vez, si nos vamos a la historia, con facilidad podemos verificar que, casi siempre, ley, orden y cotidianidad van por caminos paralelos. Es decir, la ley, en nuestro país, casi siempre ha valido madres, y por eso hoy, cuando se quiere a través de un decreto del Ejecutivo, que ya no se siga violando al antojo de éste lo que la ley establece en la Constitución, brincan los sapos y comienzan a croar.

Desde la constitución de 1824, hasta la de 1917 han sido fuente de leyes de muy diversa naturaleza que, a veces sin lograrlo, han regido el orden del país, hasta siempre bendecido por un Ejecutivo que se ha movido a sus anchas, al margen de la ley, amparado por un presidencialismo que todo se lo había permitido. Y, en el fondo, el debate de hoy es precisamente ése: ¿puede y debe el Ejecutivo hacer lo que él quiera y mande con la ley –modificando la constitución cada que quiera y a su antojo– o deberá respetarse el orden constitucional y retornar al Legislativo su facultad de ser el origen de la ley? Así de simple, así de sencillo.

Lo que hay de fondo, pues en las disputas actuales entre AMLO y sus enemigos, querámoslo o no es una pura y simple lucha por el poder, entre quienes lo habían disfrutado (el poder) por largos periodos de tiempo (el más reciente, la etapa neoliberal, que duró 38 años) y quienes apenas hoy intentan poner su orden en el país (la 4T) recuperando, en parte, muchos ordenamientos constitucionales que desde 1921 habían sido brutalmente violados.

Esa tarea, claro, ha generado muchísimo enojo entre los enemigos del nuevo régimen, que ya no hayan cómo frenar y por eso su búsqueda incansable para frenar las acciones innovadoras que se están llevando a cabo para abrirle paso a un nuevo país que sea más justo y más libre para todos los habitantes del país y no sólo para un pequeño grupo de la población que siempre se vio favorecido con las modificaciones sin ton ni son que la ley, .cotidianamente, sufría.

Eso es lo raro que hoy está pasando en México: no estaba acostumbrado a vivir con ordenamientos legales claros, precisos, adecuados. Y sí, cuesta trabajo vivir con la ley, porque ello va implica vivir con límites y ocasionalmente con limitaciones y también, desde luego, no dejarse atraer por los cantos de sirena que, particularmente en épocas electorales, suenen con toda intensidad (como hoy).

Que cada quien sepa, pues, a lo que está jugando, en estos días en que la ley va de por medio y los cantos de sirena de Futuro 21, que la verdad es Pasado 38, comienzan a sonar a todo lo que dan.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx

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