jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: Izquierda y democracia por definir

Sergio Gómez Montero*

Tórtola de más arriba
Tan próxima de lo que nadie dice

Pequeña palabra sin persona

L. A. Crespo: “Once”

Recibo, preocupado, los mensajes de España y Argentina de los compañeros que no saben qué hacer por estos días. Los primeros, por lo que ellos mismos califican de pugnas infantiles entre el PSOE de Sánchez y Podemos de Iglesias que, por cuestiones a las que ellos mismos llaman menores, se niegan a pactar y formar gobierno, lo que llevaría a nuevas elecciones y, todo puede suceder y llevar a que la población regrese a los brazos de la extrema derecha (neofascista) española. En Argentina, el domingo, hay elecciones, enfrentándose con todo macristias y kirchneristas, sin que quede definido allí, realmente, por qué se va a votar, pues los contendientes de ambos agrupamientos no se identifican para nada con un programa del pueblo y para el pueblo, lo que muy bien hace presente una vez más que, electoralmente, los grupos de trabajadores pobres de nuestros países muy poco pueden obtener. ¿Por qué?,

Lo que realmente se está poniendo en juego o al menos en el tape de la discusión en esas elecciones es lo que hoy también en México habría que discutir más a fondo: ¿qué izquierda?, ¿qué democracia? Sí, porque ambos conceptos actualmente habría que volverlos a definir, dado que las condiciones sociales de la actualidad no son para nada similares, digamos, a las de los años sesentas en América Latina, cuando en Cuba había triunfado el movimiento guerrillero de Sierra Maestra y la izquierda entonces no tenía dudas: o se estaba con el enfrentamiento militar con la burguesía o no se estaba. La izquierda, entonces, era radical y extrema. Pero en la medida en que no se avanzaba en la lucha militar y se abrían opciones por la vía electoral, ser de izquierda se podía ser desde los partidos políticos o por los movimientos políticos que encontraban por esa vía presencia política, a veces sin respetar la plataforma política por la que se luchó.

Esos cambios extremos de la izquierda a nivel mundial, pero también en lo particular en América Latina dieron origen también a la definición de democracia, la que al reducirse a la representatividad y el parlamentarismo olvidaba así a las masas que, finalmente, eran las que de una u otra manera otorgaban el triunfo electoral –desde abajo y a la izquierda– y convertían a esa lucha electoral en un simulacro de aparente enfrentamiento entre izquierda y derecha, cuando a lo más que se llegaban era a un enfrentamiento entre revisionistas de nueva cepa y una burguesía nacional resistente a cualquier cambio, por mínimo que fuera, de sus posiciones de poder y resistencia. La democracia, así pues, queda reducida a una falsa representatividad y una lucha por los recursos obtenidos para aparentar lucha política entre burguesía y ¿proletariado?

Es decir, finalmente (escribo a mis compañeros españoles y argentinos) hay que tomar lo anterior en cuenta para tratar de darle hoy un nuevo rumbo a la lucha electoral, para que ésta deje de ser simulación pura, en que la izquierda no aparece o ella aparece sólo como un adorno para justificar todo el circo electoral.

En fin, como sea, buena suerte tanto a los compañeros españoles como argentinos, para que sigan avanzando social y políticamente en las contiendas electorales en las que estaamos (los españoles y los mexicanos) y las que enfrentarán (los argentinos).

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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