viernes, abril 19, 2024

ISEGORÍA: El triste juego de las minorías

Sergio Gómez Montero*
Aquí cae mi pueblo. A esta olla podrida de la fosa
común. Aquí es salitre el rostro de mi pueblo
G. Rojas: “Aquí cae mi pueblo”

¿A qué juegan las minorías del país? ¿A recuperar el país destruido y caótico (hecho mierda) que ellas nos dejaron, para terminar, de una vez por todas, con lo poco recuperable que aún nos queda? En efecto, el proyecto político actual de Va por México (vapor puro ellos) en donde, en una alianza ininteligible de PAN, PRI, PRD y los grupos empresariales que quieren dar la cara (Coparmex, CCE, Femsa, los más visibles) insisten, necios, en volver a lanzar, de nuevo, aquellas consignas que claman por volver a imponer los principios que les permitieron a ellos, a través del neoliberalismo, imponer condiciones de explotación absoluta a grandes sectores de la población y lo que en muchos sentidos es más grave: negarles a esos sectores expresarse para defender, mínimamente, sus intereses de clase y, a cambio, considerar que el país destruido que dejaron era el mejor de los mundos posible (su famosa democracia burguesa).
No en balde pues, hoy, el apoyo que en el 2018 recibió AMLO a través de la votación de ese año se mantiene y de ahí el temor tremendo con el cual esas minorías asumen hoy la revocación del mando a que, luego del 2018, desde entonces, también convocó AMLO para someterse así al juicio popular en 2022. Temerle a la consulta a que convoca la revocación de mandato, es manifestar un miedo cerval que implica medir, por un lado, la aprobación popular a la conducción del país por la vía de la 4T, pero, por el otro, a lo que temen más las minorías (que temerosas hoy, en grupo, acuden a la SCJN): a cerciorarse del rechazo brutal que están recibiendo por más, mucho más, del 50% de la población, quien no está dispuesta ya a dejarse engañar por los cantos de sirena de esos verdaderos malandrines y gente sin escrúpulos que se alinean con el PAN, PRI y PRD.
En ese contexto, pues, es que hoy, también, se va a dar y se está dando en el poder legislativo la discusión y próximamente la votación en torno a la reforma de la electricidad y el litio, para otorgarle al Estado el control de esos recursos energéticos, buscando así proteger los intereses de toda la población del país, en contra de quienes buscan que sean intereses privados los que operen esos recursos energéticos y dejen así, en la desprotección total, precisamente a la población total del país, como hoy sucede, tristemente, en Europa y en Estados Unidos.
Un voto, el de los diputados y senadores que nos va permitir a nosotros, la mayoría de la población, saber de qué pie cojean cada uno de los senadores y diputados. ¿Ya pensaron bien los del PRI y los PRD (bueno, todos) por qué van a votar?
Sí pues, más les vale a las minorías, hoy, esconder el bulto para ya no recibir el desprecio de grandes sectores de la población, que ya no se dejan engañar por pactos tan chafas y engañosos como a los que fueron convocados precisamente por esas minorías que hoy siguen escabulléndose y tratando de ocultar, inútilmente, sus verdaderas intenciones: explotar, a como de lugar, las riquezas del país, que siendo de toda la población, quieren, las minorías, que beneficien sólo a pequeños sectores especuladores de esa población.
Es verdad, el tiempo de los engaños y las falsas promesas ya terminó.

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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