ISEGORÍA: El poder empresarial, ¿cómo perdonar

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Sergio Gómez Montero*

La oscuridad; nosotros, hombres de lágrimas,
Maldecimos tu paso por nuestras horas

D. Escobar Galindo: “Duelo ceremonial por la violencia III”

 

Para el camarada Enrique Semo

 

Es cierto, a nivel mundial ahí están, y desde después de la Edad Media su comportamiento casi no ha variado: rapaces y criminales desde entonces, lo siguen siendo hoy, ¿cómo entonces perdonar? Y si eso es a nivel mundial, ¿por qué en el caso de México tendría que variar? Así pues, lo que esta nota busca es encontrar una explicación a por qué los señores del dinero se emperraron (con excusas para los perros) en que el NAIM se construyera a toda costa en Texcoco, sin tomar en cuenta el daño ambiental que ello causaría y que afectaría directamente a la ciudad de México y sus habitantes, quienes virtualmente, entre otras cosas, sufrirían como nunca por la carencia de agua.

Mas lo que aquí interesa es dejar asentado que desde tiempo atrás el hacer dinero en México ha sido una tarea depredadora, expoliadora, criminal. ¿Cómo, por ejemplo, desde fines del XIX se comenzaron a levantar las carretadas de capital que hoy se defienden a toda costa, si no fue a costa de explotar al campesinado de una manera hostil y brutal, hasta que éste, el campesinado, dijo ¡basta! y se levantó en armas? ¿Cómo en tiempos de Alemán, explotando a los obreros, maestros, telegrafistas y ferrocarrileros los burgueses del país acumularon capital a pasto, con el apoyo de los gobiernos priistas de aquel entonces? Hoy, frente a la corrupción y escarnio de ese mismo empresariado, ¿qué fue lo que dijimos más de treinta millones de mexicanos ante ello el pasado primero de julio: ¡basta!?

Y lo que yo no entiendo es por qué el próximo gobierno ya en funciones, a través del Poder Legislativo, sigue considerando que esa actuación del empresariado del país se pase por alto y a sus dirigentes se les otorgue el perdón sin merecerlo. Digo, pregunto, como don Justo Verdad, ¿qué sentido tiene?

¿Tiene, hoy, perdón el capitalismo a nivel mundial? Más allá de la criminal desigualdad social que su actuar ha generado, una de los asuntos que uno defiende a fondo como es la cuestión ambiental es despreciada, vilipendiada por todos los capitalistas contemporáneos –ya lo escuchaste, Mancera–, quienes, sin tocarse el corazón arrasan con el medio ambiente y lo destruyen impunemente con la minería a cielo abierto, con el arrasamiento de las selvas amazónicas y el consecuente deshielo de los polos, lo que nos llevará, a la raza humana, a abandonar muy pronto nuestro planeta. Digo, ¿a eso no hay que oponerse y decir ¡basta!?

No, ahora sí que el empresariado de ninguna parte del mundo tiene perdón de Dios, menos aún de los humanos que somos quienes sufrimos continuamente los efectos de su accionar. ¿Por qué entonces permitirles la arrogancia, el exceso de suficiencia, el desprecio hacia los otros y la agresión en contra de quienes nos oponemos a ellos?

¿Quieren pelea, entonces, contra los 30 millones de mexicanos que votamos el  cir pasado primero de julio por López Obrador para decir ¡basta! a ese mismo empresariado?

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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