Sergio Gómez Montero*
Pero gracias en serio por la tregua
gracias por la Barcha y gracias por la Brecha
por la lucha en la calle
codo a codo
R. Vedovaldi: “Requiem por el viejo”
En memoria de Raúl Sáenz Cota, por las luchas de Sonora
Han sido duros estos días en que el enfrentamiento de discursos se ha radicalizado y los unos no perdonan a los otros. Entre un discurso del Estado que ejerce la potestad que radica en él, frente al otro, el discurso de quien se incorporó al Estado por cuestiones de oportunismo y sapiencia que no existe, lo que implica abrir un nuevo frente de batalla (ya no el directo, el que no perdona ni perdonará su derrota electoral), lo cual lleva a pensar: ¿y cuántos nuevos frentes de lucha habrá que abrir?
Es decir, las renuncias eran esperadas por razones diversas, pero centradas en ellas en el estilo de gobernar del nuevo Presidente de la República, que se aleja de los cánones tradicionales y que, sin duda, ha concretado errores al tomar (él o sus colaboradores) ciertas decisiones que no se justifican (los recortes inexplicables a los presupuestos de salud y educación, que ya fueron rectificados). Costos políticos también ha conllevado una política de austeridad que si bien ha frenado la corrupción, de paso ha lesionado también los intereses de muchos que ni la debían ni la temían. Eso, pues, ha generado las campañas de desprestigio en contra del nuevo gobierno, no permitiendo así que éste se estabilice para de tal manera meditar, actuar y corregir si hubo error o apresuramiento, generándose así, pues, la existencia de discursos diversos en contra de López Obrador desde dentro y desde fuera del gobierno.
Si bien con el neoliberalismo se consolidó una situación de dos discursos radicalizados y enfrentados (o estás con el neoliberalismo o no estás) el gobierno plural de AMLO desde un principio si bien ha enfrentado principalmente al discurso neoliberal, ahora también tiene que enfrentar discursos diversos de dentro y de fuera de su equipo de trabajo surgidos de inconformidades diversas surgidas básicamente por las medidas de gobierno adoptadas, con las cuales muchos no están de acuerdo o por la radicalidad de las mismas o porque afectan intereses que, se pensaba, no se iban a tocar (en el sector magisterial, por ejemplo). Así pues, de tal manera se han manifestado discursos de oposición desde frentes muy diversos que poco a poco tendrán que aceptar que el nuevo gobierno es diferente a los que le precedieron y que sus medidas van a afectar, quiérase o no, a intereses que antes se consideraban intocables.
La actual multiplicidad de discursos que hoy se enfrentan al discurso hegemónico que surge de la Presidencia de la República (ocasionalmente apoyado por el Poder Legislativo) ha creado pues una situación sui generis a la cual, como decía, no estábamos acostumbrados, pero es importante que así se dé para que ello sea reflejo de la multiplicidad de opiniones que pueden prevalecer en un régimen en donde la libertad de expresión prevalece. Mas también es importante distinguir en la multiplicidad de discursos cuáles son de buena fe y cuáles le hacen el juego a aquellos que, por cuestiones más de fondo, se oponen con malas artes y peores fines, hoy, al discurso del Estado.
Que no lloren pues, los periodistas chayoteros y vendidos al poder.
*Maestro jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx
