Francisco Rodríguez
El epíteto de moda: el país está polarizado. Lo dicen los mercachifles, potentados, textoservidores, la jauría de choferes y ayudantes a su servicio, acarreados al intento de cacerolazo escenificado al pie de El Ángel. No podían haber escogido otro lugar, porque el medio es el mensaje, es la tribuna de los despechados que dicen representar a una clase media que ellos mismos colaboraron a borrar del mapa.
Porque lo suscriben los analistas financieros, paniaguados de Salinas de Gortari en su periódico de vanguardia, alojado en las torres de cristal del Periférico Sur –esas moles que sólo de verlas evocan, retadoras, el sueño dorado de los vendepatrias: convertirnos en otro Miami, donde tienen su domicilio, sus favoritos y sus negocios– por eso el país está polarizado, dicen.
El país está polarizado. Lo dicen los que añoran el país de la desigualdad que se empeñaron a ciencia, paciencia y traiciones de construir para ahogarnos en la miseria, mientras ellos constituían la crema y nata del uno por ciento de la población privilegiada y satisfecha. Los polarizados, definitivamente, son ellos. Se encuentran en otro mundo: éste que ya se les fue.
Sus partiditos, más que polarizados, pulverizados, siguen respondiendo a los ladridos de los indicadores macroeconómicos señalados desde el Imperio para el consumo popular. Es el cebo del infame anzuelo. Las caídas de la Bolsa, del peso y las alzas de interés es lo que se maneja del otro lado, nosotros siempre hemos sufrido las consecuencias.
Nunca como ahora están tan ubicados los extremos del conflicto
Aquí no se define nada, más que las grandes masas de presa, los desheredados a merced de sus ambiciones nunca satisfechas. Algunos que gritan como perros de rancho, sin saber de dónde viene el primer ladrido. Algunos inocentes que todavía creen en las consignas falsas de los que señalan ¡al ladrón! mientras se cobijan en su desesperado manejo de la prensa vendida, la impresa y la radioeléctrica.
Nunca como ahora están tan ubicados los extremos del conflicto, ése que decía Clemenceau que había que identificar para resolver cualquier problema político y social. El gran negociador no estaba equivocado: en la tormenta, los ríos encuentran siempre sus viejos cauces y regresan a ellos. Por ahí se abren los boquetes.
Lo que queda del PRI es ya un desastre. Los administradores de sus restos, dirigidos por Salinas y su claque, insisten en revivir peticiones reventadoras, inconsultas, provocadoras al extremo, lo que en el poder nunca se atrevieron a hacer. Pero ahora son rabanitos en barricadas nylon. Sus ideólogos, los representantes de lo peor de nosotros mismos.
Rechazo nacional a Calderón, mientras sube renombre de AMLO
Los panistas, aliados con lo deleznable del perredismo-chuchismo que quedó a la espera de nuevos atracos, se confabulan en la cúpula para seguir jineteando la franquicia blanquiazul. Se hacen una Ricardo Anaya, el arrastrado por Riobóo, el princeso poblano Moreno Valle y el asesino Yunes Linares para imponer al pelele de cartón, Marco Antonio Cortés, y esperar los momentos del hachazo.
Igual que acabaron con el país, cuyos destrozos están a la vista, acaban hoy con cualquier intento de oposición fundada. Polarizan toda posibilidad, y el bipolar Calderón más la dama del rebozo mordido, acuden presurosos al financiamiento de Baillères y del dinero del narcotráfico de García Luna para ir en pos del país.
Calderón, el adicto al alcohol, trata de emular los pasos de López Obrador, sin darse cuenta de que el país repudia a su personita, mientras los encuestadores serios registran la popularidad del de Tepetitán en las nubes: anda en el 80% de popularidad y apoyo. Por algo es el que define la agenda. Mientras más le tiran, más lo hacen inalcanzable. Tiene el respaldo popular.
El vengativo Yunes Linares y el exterminio de sus contrincantes
Indignados contra las acusaciones del neopanista Yunes Linares, el Cartel Jalisco Nueva Generación lo acusa de mentiroso. En mantas por todo el estado de Veracruz señala al farsante como el culpable único de levantar y asesinar a la hija de la diputada federal Carmen Medel. La voz del pueblo es la voz de Dios, decían los clásicos.
Liquidó al Richy, sustraído de su domicilio por la misma fuerza armada de Xalapa enviada por Yunes, porque ya no podía sostener su incriminación. La opinión pública señala indignada al gobernador que quiso poner a su hijo en la silla veracruzana y, como no pudo, ahora se venga de sus contrincantes de la peor manera: el exterminio, la solución final.
En el otro extremo de la cuerda, Peña Nieto y Calderón, inodados en las tareas del narco, son balconeados desde Brooklyn, donde se lleva a cabo el juicio a El Chapo Guzmán. Es en el imperio, donde se afirma que ambos presidentitos recibieron escandalosas sumas de dinero para complicitarse con el trasiego de estupefacientes.
Para llevar a cabo la sarracina criminal que hasta hoy ha sembrado el territorio con 300 mil muertos, más los desaparecidos de la escena.
Consulta nacional: ¿Deben procesarse EPN y sus cómplices?
Los próceres de petate están polarizados, desquiciados, desfondados. Ahora sí no tienen ni pa’ dónde hacerse. Su destino los alcanzó. Y ése no perdona. Crece el clamor en el país para que se haga la consulta popular que hace falta: la que pregunte a los ciudadanos la asignatura pendiente:
¿Deben procesarse Peña Nieto y sus cómplices? ¿Usted qué cree? ¿Son inocentes o merecen ser investigados y exhibidos? ¿Lo vale el país? El clamor se oye por todas partes, pues los mexicanos dicen que si el nuevo régimen no la hace, puede demostrar que es igual al que se va para nunca más volver.
La consulta de referencia se ha convertido en un reclamo generalizado y absolutamente justo. Y se cree que es ya la causa principal del miedo de los mandarines, por eso dicen que polarizan al país. Mientan la soga en la casa del ahorcado. Se sienten en las primeras listas de la rabia nacional, y evitan ser juzgados. Todavía quieren llevarse más.
No falta ninguno. Todos están ahí, exhibiendo su pobre talento
¿Quiénes atizan la polarización? Pues los empresarios y prestanombres del desastre petrolero, del saqueo inaudito, de la entrega de la patria, los que arriman a los paniaguados priístas a pastorear gallos muertos y al panismo-chuchismo a aliarse con los antiabortistas y anticonsultistas que ven llegar el final de sus días a la punta de la estampida cacerolista.
Los textoservidores de toda estofa hacen causa común con banqueros empleados de trasnacionales que quieren echarle la culpa al pueblo de provocar la tragedia… del pueblo: el círculo cuadrado.
Desfilan envalentonados los comentaristas fifí, los viudos del poder priísta, los líderes de opinión de la derecha más reaccionaria. Todos los que perdieron el primero de julio, y que tal parece que no les han avisado.
No falta ninguno. Todos están ahí, exhibiendo su pobre inteligencia, abusando del personal doméstico y guaruras al canto para cantar sus estribillos: no queremos justicia, sólo perdón y olvido. Se pusieron exactamente en el lado de la cuerda que si acaso faltaba identificar. Ahí están, de a pechito.
No es que nadie sea intolerante. Lo que pasa es que están verdaderamente preocupados porque no quieren ver La Voladora. Y ésa está ya tomando café en su sala.
Sólo es cuestión de tiempo. Pero de que llega, llega.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Édgar Valdez Villareal, La Barbie, lugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva y del Cártel de Sinaloa, aseguró que el expresidente Felipe Calderón “organizó personalmente” reuniones con los líderes del narcotráfico. El sicario afirmó lo anterior en una carta que envió a la periodista Anabel Hernández, desde 2012, en la que asegura que él fue testigo de los pagos que se hicieron a funcionarios como Genaro García Luna, extitular de la SSP, y las reuniones en las que participó el general Manuel Acosta Chaparro, como representante de Presidencia. “Pese a los antecedentes de Genaro García Luna, los cuales se encuentran en diversas causas penales, y de los que el gobierno americano ya tiene conocimiento; incluso, formaron parte de los temas tocados en la Iniciativa Mérida, y a los cuales he tenido acceso, el más reciente el testimonio del testigo colaborador Mateo (Sergio Villarreal), el presidente Felipe Calderón lo sostiene en su cargo sin que se ejerza acción penal en su contra”, se lee en la misiva. “Mi detención fue el resultado de una persecución política por parte del C. Felipe Calderón Hinojosa quien instauró un acosamiento en contra de mi persona por la razón de que el suscrito se negó a formar parte del acuerdo que el señor Calderón Hinojosa deseaba tener con todos los grupos de delincuencia organizada para lo cual él personalmente realizó varias juntas para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada”. La carta fue retomada por Anabel Hernández en una entrevista para la cadena NTN24, al margen de que Vicente El Rey Zambada declaró en contra de Joaquín El Chapo Guzmán y aseveró que él capo entregó sobornos a Calderón Hinojosa y a Enrique Peña Nieto. Al respecto, la autora de Los señores del narco y Los cómplices del presidente consideró que se trata de un “juicio histórico” por la cantidad de políticos que colaboraron con el Cártel de Sinaloa.
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