Francisco Rodríguez
A confesión de parte, relevo de pruebas. Un gobierno que acepta que espía, asume que criminaliza a sus ciudadanos, que es capaz de torturar, asesinar y masacrar. Que ha llegado al límite deletéreo, que está complicitado con los delincuentes para eliminar al que lo increpa, a cualquiera que lo acuse de corrupción o ignorancia.
Venenoso y mortífero, no sólo fallido, incapaz e inservible para cualquier objeto. Eso es en lo que se ha convertido la pandilla de delincuentes mexiquenses en el poder. Por si fuera poco, respaldado por un Congreso –de alguna forma hay que llamarlo– inútil para procesar cualquier acto de espionaje.
Una Administración cerrada a la crítica, abierta a toda posibilidad de exterminio de los discrepantes, presta a asesinar a cualquier inconforme, sea ciudadano, periodista, defensor de derechos humanos, observador interno o internacional… o sicarios a su servicio que puedan comprometerlo. Todos estamos en la lista porque, según ellos, somos traidores a la Patria quienes les exigimos cuentas.
Osorio Chong, más señalado que los delincuentes que dice perseguir
Está comprobado que aquellos capos del narcotráfico a quienes los patrones estadounidenses juzguen que han cumplido su ciclo, de allá mismo operan su captura cuando se les antoja, para llevárselos y poner en su lugar a otros caporales más eficientes, que les sirvan mejor para sus fines. Lo demás es mentira. Bisutería para consumo de los ingenuos.
Todos los boletines ampulosos que reseñan la acción de los organismos policíacos de seguridad para cercar y aprehender a los trasegadores, son mendaces. Los cercos y las aprehensiones se deciden y ejecutan desde afuera, utilizando a sus organismos policíacos que tienen en este país. Aquí se boletina con el estilo y la redacción que ellos autoricen.
De alguna manera deben contribuir a justificar el trabajo de los sicarios mexicanos a su servicio, de sus palafreneros y lambiscones que palomearon para hacerse cargo de los escritorios del costosísimo Sistema Nacional de Seguridad, que opera con obediencia el nefasto e impresentable Oso…rio Chong, más señalado que muchos de los delincuentes que dice perseguir.
CNS de Renato Sales, bajo las órdenes del aparato policiaco gringo
La pomposa e inservible Comisión Nacional de Seguridad está sólo para servirle al patrón. Los enanitos de Renato Sales reciben todas las instrucciones, hasta para ir al baño, de los jefes del Departamento de Estado, la CIA, la DEA, el ICE, el Pentágono, los agentes acreditados en el país y todos los amos yanquis que usted se imagine.
A pesar de que se han gastado ocho billones de nuestros pesos para “vigilar la soberanía nacional”, no sirven absolutamente para nada. Sólo ejercen las funciones de policías de rancho para obedecer, ejecutar y callar, que para eso sirven. Todas sus atrocidades están de antemano encriptadas en los penosos asuntos reservados al público, hasta que nazcan nuestros choznos, cuadrinietos y trastataranietos.
Como el gobiernito que portamos no hace nada de eso, entonces debe dedicar sus fuerzas, y los ocho billones de nuestros impuestos que ha gastado en mantener a sus orejas y matones, a perseguir todo lo demás: no es otra cosa que a perseguirnos a todos nosotros. Al 99% de mexicanos que no estamos en la casta de protegidos y favoritos.
The New York Times puso al descubierto a Peña Nieto; él sólo tartajea
Un gobierno corrupto, dictatorial, policíaco y criminal, dibujado en toda su expresión por los balbuceos ignorantes de Enrique Peña Nieto que, al ser descubierto por los reportajes del rotativo The New York Times, ordena a la PGR “aplicarse contra aquéllos que han levantado falsos señalamientos contra el gobierno”(!). Una declaración para engrosar su gran catálogo de estupideces.
“Siempre es lo más fácil señalar al gobierno, que es respetuoso de la libertad de expresión y de la crítica “, tartajea el inculpado que porta la desprestigiada banda presidencial. Acepta la compra de equipo israelí Pegasus, un auténtico espía en el bolsillo, grabando imágenes y voz en los celulares de inconformes, “sólo para combatir al crimen organizado”. ¿Cuál?¿ El que despacha en Los Pinos? O ¿el que se dedica a cumplir las órdenes en el terreno?
“A veces, yo mismo me siento espiado”, masculla el desdichado. “No faltará alguien que alguna vez exhiba alguna conversación”. Un caso de paranoico, de enfermo mental en grado peligroso. Expectora, escupe, el mismo delincuente que, según la Comisión Económica para América Latina ha impulsado la más injusta distribución del ingreso en la historia de México.
Congreso indigno, exhibido por su incapacidad de investigar el espionaje
Dice la CEPAL que 200 mil personas, con acciones inconfesas en la chichimeca Bolsa de Valores, una trampa financiera protegida por las leyes peñistas, acapara el 20 por ciento de la riqueza nacional. Se quedó corta. Sólo basta saber que 101 millones de mexicanos se confinan en los linderos de la miseria para encontrar la hebra.
Balbucea el responsable de someter a un Congreso indigno, exhibido por su incapacidad de investigar cualquier acto de espionaje. Sólo engrasado para que sus vulgares coordinadores envíen de inmediato cualquier reproche a los anaqueles de la miasma en que se ha convertido el expediente de remitir cualquier acusación a la reserva de cincuenta años de secreto. Todo el aparato gubernamental, al servicio de las órdenes de Estados Unidos, sin saber que allá los tienen clavados.
Peñita somete a los levantadedos de las Cámaras federales, que sólo sirven para aprobar las designaciones en todos los cargos importantes de procuración e impartición de justicia en favor de los parientes del casadero Humberto Castillejos Cervantes, quien tiene copadas todas las posiciones estratégicas de la investigación y sentencia del Poder Judicial.
El mismo infame que, después de ser “lavado” por esa estructura de corrupción del Senado, formalmente a cargo del culiempinado Emilio Gamboa Patrón, y ser designado Ministro de la Corta de Justicia, estará listo para hacerse cargo de la Fiscalía General de la Nación por diez años para cubrir la espalda de los espías corruptos, torturadores y asesinos.
Gamboa Patrón, desbocada ambición de rapiña, teñida de sangre
El Senado, cuyo domador Gamboa, –quien tras años en el pandero terminó de gato de Humberto Castillejos Cervantes– será premiado con la gubernatura de Yucatán para su hijín, el mismo que se ha dedicado seis años a pasar la charola con los gobernadores para recoger las comisiones y moche$ familiares de la venta de medicinas caducas y nocivas para la población. La demolición absoluta del Estado.
Es decir, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, inodados en la corrupción salvaje hasta los tuétanos. Nadie puede decir esta boca es mía. Lo mismo matan la vaca que le agarran la pata. Obedecen a los ignaros y rateros, y cumplen con callar y encubrir todas sus fechorías y sus actos atentatorios contra la soberanía nacional y la paz pública.
No tienen la menor delicadeza de engañar con la verdad. Engañan con la mentira. Pasan por encima de quien sea para repletar sus insaciables bolsillos, su desbocada ambición de rapiña, teñida de sangre y descomposición, de olores podridos de tierra arrasada. Son los reptilianos empoderados. Nos han convertido en el país más violento y asesino del mundo, sin estar formalmente en guerra civil.
Guillermo Ruiz de Teresa – Gamboa Patrón – Genaro Borrego Estrada
Pero, como hasta para espiar y ordenar el exterminio son incapaces, han dejado una huella indeleble. Las investigaciones ciudadanas que siempre suplen las deficiencias de los asesinos ignorantes, han detectado que el grupo de interé$ que rodea a Emilio Gamboa Patrón está metido hasta el tuétano en el bisnes del espionaje.
Rodrigo Ruiz de Teresa, el vendedor del equipo de espionaje Pegasus, es hijo de uno de los achichincles y acarreadores de dinero del yucateco Gamboa Patrón: Guillermo Ruiz de Teresa, quien hasta hace poco ocupara una de las posiciones que, sexenio tras sexenio –desde la presidencia espuria de Carlos Salinas de Gortari– tenía escriturada el ahora coordinador de los priístas en el Senado: la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la SCT, ahora ya a cargo de la Armada de México.
Éste Ruiz de Teresa, el padre, pertenece también al círculo cercano de Genaro Borrego Estrada, ex jefe de Gamboa Patrón en la extinta Programación y Presupuesto y sucesor de éste en la dirección general del IMSS. Borrego es hoy y desde 2007 alto ejecutivo de la embotelladora Femsa, que vio afectado sus intereses cuando un puñado de activistas –algunos de ellos, los espiados de acuerdo al The New York Times— impulsó un impuesto especial a los refrescos, cual medida de combate a la obesidad que cada día afecta más a los mexicanos.
El círculo se cierra en torno al priísta Gamboa Patrón, de lo cual en breve le daré más detalles.
Hay que cancelar esta etapa negra de la historia reciente, nos avergüenza
Y todavía se asombran de que aparezca incontenible el empuje de los partidos de oposición para construir un frente amplio, más gobierno de coalición, que signifique la puntilla para cancelar una etapa negra de la historia reciente, una vergüenza nacional producida por las ambiciones asesinas de una pandilla de rateros e ignorantes.
¿Usted qué haría?, pregunta el que también se siente espiado dentro de la cueva blindada de Los Pinos.
Índice Flamígero: Estoy cierto que usted, como yo, disfrutamos la segunda entrega del documental “El Error: Ficción, Medio, Debacle” transmitido el sábado por Azteca Trece. En él hubo revelaciones a cargo de los protagonistas de ese negro episodio de nuestra historia reciente, conocido popularmente como “el error de diciembre”, que 23 años después aún seguimos sufriendo. “El segundo episodio puso el foco en las 72 horas clave durante las que se desató la debacle… Francisco Gil Díaz, quien era integrante de la Comisión de Cambios, sostuvo que al iniciar su gobierno, Zedillo fue informado sobre la necesidad de devaluar el peso y decidió no hacerlo: ‘La Comisión de Cambios, de la que era yo parte, resuelve flotar; pero el presidente Zedillo no estuvo de acuerdo, al principio lo estuvo, pero un par de días después de la determinación de la Comisión, un domingo, la Comisión resuelve esto un viernes y el domingo el presidente da marcha atrás y piensa que es mejor seguir con la banda’. La noche del 19 de diciembre de 1994, una convocatoria urgente reunió a los sectores empresarial, obrero y rural con el secretario de Hacienda, Jaime Serra. El periodista Samuel García recordó: ‘Hay todo un debate, el sector privado y el sector obrero tienen fuertes discusiones esa noche. Recuerdo que el presidente Ernesto Zedillo estaba en Los Pinos y él no intervino en todo este proceso de negociación entre los tres sectores. Incluso la respuesta del presidente Zedillo fue a través de Luis Téllez que fue su jefe de asesores, fue que el presidente estaba descansando y que no podía ser molestado en esa noche’. El 21 de diciembre de 1994, las reservas internacionales ya estaban muy mermadas y llegó un nuevo ataque especulativo. Mario Beauregard, subgerente de Cambios Nacionales Banco de México en 1994, explicó: ‘Traíamos reservas como de 10 mil 500 millones de dólares y solamente el 21 de diciembre intervenimos 4 mil 500 millones de dólares, o sea, estás hablando de aproximadamente el 44 por ciento de las reservas internacionales que tenía el país. En ese momento, pues nos dimos cuenta que, pues esto era insostenible, se tiene una nueva reunión en la Comisión de Cambios y ahí es cuando se decide que a partir del 22 de diciembre se liberaría ya el tipo de cambio’. Carlos Salinas de Gortari sostuvo que la fuga masiva de capitales no fue por el nerviosismo de los inversionistas extranjeros, sino por información privilegiada que tuvieron los mexicanos: ‘No fueron extranjeros los que fugaron los capitales como se dijo entonces, fueron fundamentalmente mexicanos que supieron con anticipación que había la posibilidad de que el gobierno entrara a la libre flotación del tipo de cambio, que eso en lenguaje sencillo quería decir una gran devaluación. Así que hoy ya sabemos que contra lo que se dijo entonces, no fueron extranjeros los que vaciaron las reservas, fueron mexicanos que tuvieron información privilegiada sobre lo que iba a suceder con el tipo de cambio’. Salinas también insistió en que la responsabilidad por lo sucedido entre el 19 y el 22 de diciembre de 1994, cuando estalló la crisis, fue responsabilidad del gobierno de Ernesto Zedillo: ‘Para ocultar su responsabilidad en la crisis, Comenzó por culpar a la guerrilla zapatista de Chiapas: en su versión de los hechos, ésta era la responsable de la zozobra exhibida por los mercados. Más tarde le achacó el origen del problema a la deuda de corto plazo, a pesar de que para su pago existían reservas suficientes antes de la crisis. Acto seguido, intentó colgarle el sambenito a los especuladores extranjeros y a la sobrevaluación del peso. Al final, ante la imposibilidad de hallar un argumento capaz de explicar una debacle tan severa, el gobierno decidió culpar al pasado inmediato, es decir, mi administración’… Las revelaciones no han terminado. En el tercer y último episodio de esta trilogía, “El Error: Ficción, Miedo, Debacle” explora a fondo la consecuencia más severa de la crisis desatada en diciembre de 1994: el rescate bancario y la deuda del Fobaproa que hipotecó el futuro de 3 generaciones de mexicanos. Usted puede ver el primero y el segundo capítulos en internet por www.aztecatrece.com/documentales.
http://www.indicepolitico.com/ pacorodriguez@journalist.com / @pacorodriguez