miércoles, diciembre 11, 2024

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

* ¿Y el negocio petrolero de “Andy”? * Dos de cada tres litros, contrabandeados * Samuel García, tiro por la culata

La fecha es propicia para preguntar ¿qué pasó con el negocio de importación (y huachicoleo fiscal) de gasolina y diésel de Andy López Beltrán, hijo de usted ya sabe quién?
A principios de septiembre del año anterior se lo platiqué a usted aquí.
Que el gran negocio de Andrés Manuel López Beltrán no es el de los Chocolates Rocío, que nadie siquiera ha probado. Tampoco el de la cerveza con el mismo apelativo. Nada dulce es el negocio de Andy, como lo llaman sus cercanos.
Más bien, ¡huele a azufre!
Se trata de la importación de combustibles. De diésel, preferentemente. Aunque no le hace el feo a las gasolinas y a otros derivados del petróleo. Él y sus socios –su cuñada Carolyn Adams, entre otros– tienen el respectivo permiso de la CRE. Sí, de la Comisión Reguladora de Energía. Un órgano constitucional autónomo.
Pero, igualito que sucede con el gas del cual ya le he platicado aquí, con el permiso para un ferrotanque ingresan al país otros nueve.
Así hacen los gaseros con los permisos para un barco. Meten cinco. Con el permiso para uno.
Y la CRE resulta burlada. O, en el peor de los casos, confabulada.
Pero, eso sí, los importadores se retacan los bolsillos. Andy López Beltrán, entre otros pocos, según cuentan en el mundillo empresarial.
Y es un gran negocio, pues mire usted: Sólo en diésel, hasta octubre del 2020, las importaciones por parte de privados se ubicaron en 93 mil 800 barriles diarios, la segunda mayor cifra en la historia reciente.

Y censuran publicaciones

Por aquellos días, hace unos cuantos meses, llamó la atención una noticia publicada apenas unas horas en un diario juarense. En ningún otro lado, cabe aclarar, excepto en el portal MXPolítico.
Que 54 ferrotanques con 55 millones de litros de combustible fueron inmovilizados la tarde del martes 1 de septiembre al sur de Ciudad Juárez, lógicamente cuando ya se habían internado en territorio nacional.
Fue la CRE, tan criticada por AMLO y por su secretaria Rocío Nahle, la que detuvo los vagones cisterna.
Provenientes de los Estados Unidos estuvieron protegidos celosa y sigilosamente por elementos de la Guardia Nacional, así como por elementos de las policías locales tanto del gobierno estatal como del municipal.
Y le repito, sólo un diario local publicó la información al día siguiente. Pero ese diario fue convencido poco después de que ya no la publicara en su edición impresa.
En la capital nacional fue recuperada por el portal MXPolitico
¿Por qué el sigilo? ¿Por qué ocultar la información? ¿Por qué la censura?
¿Se trata del combustible que se interna al país con permisos apócrifos? ¿“Bisne” de Andy, Carolyn y socios?
¿O de sus competidores a quienes “por órdenes de arriba” les confiscaron el combustible?
Porque ya ha sucedido. Y varias, muchas veces. A ellos sí les hacen valer la ley y remiten el combustible a Pemex.
No es chisme de lavadero. Es historia cierta que corre en el pequeño, muy pequeño, mundillo empresarial.
¿Cómo la ve usted?

Indicios

Dicen que la venganza es un plato que se come frio. Habría que recordárselo al gobernathore de Nuevo León, Samy el Niño García. En su desesperación por los pobres resultados de su gestión y en medio de una crisis de escasez de agua y encarecimiento del transporte público –provocada por él mismo– intentó dar un golpe de timón para recuperar la confianza de sus gobernados y al estilo más vil ordenó “cueste lo que cueste” la detención e inmediato encarcelamiento de Jaime Rodríguez (aka) El Bronco. Sin embargo, se dejó varios cabos sueltos. Si la investigación fuera seria y los cargos tuvieran futuro jurídico, el que debería empezar a poner sus barbas a remojar es Carlos Garza, quien fuese el tesorero de El Bronco durante los seis años y fue refrendado en su cargo por Samuel García. ¿Será que no sólo quería aprender cómo llevaba sus redes El Bronco, sino también cómo se hacían los supuestos desvíos de los que ahora acusa al ex mandatario? El que parece saber bien que se trata de un pleito de lavadero, y prefirió no meter las manos, es el Presidente López Obrador, quien no tardó en señalar que la ley no debe ser usada para venganzas políticas y descalificó la filtración ilegal de imágenes de Rodríguez al ingresar al penal que él mismo construyó. * * * Para ser justos, los propietarios de varios medios de comunicación deberían pagar una sustanciosa comisión al columnista Darío Celis, luego de que el amigo de AMLO y supuesto empleador del junior José Ramón López Beltrán, Daniel Chávez Morán, publicara costosos y muy vistosos “desmentidos” a la información dada a conocer por el colega. Celis en su columna “La Cuarta Transformación” –que se publica en innumerables diarios de toda la República–: que el empresario hotelero (Grupo Vidanta) “está entrando como fuerte patrocinador de la W, la estación estrella del Grupo Radiópolis que todavía dirige Francisco Cabañas. La incorporación del amigo personal del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene en la puerta de salida de esa frecuencia al periodista Carlos Loret de Mola y a todo su equipo. El profesional de la comunicación negociaba con Grupo Prisa, en paralelo a la entrada de Chávez, la renovación de su contrato y parece que las pláticas no llegaron a buen puerto. Aquí le adelantamos semanas atrás que viene una reestructura accionaria en Radiópolis”. El hotelero dice que tal no es cierto en, repito, costosos anuncios que benefician a ciertos diarios. Y la contrarréplica del columnista es que se sostiene en lo inicialmente escrito. A Chávez Morán, al parecer, sí lo habían mandado –o, bueno, le habían pedido que fuera– a tratar de callar al comentarista radiofónico. * * * No faltó quien dijera que se había tratado de un acto terrorista. La verdad es que la explosión del lunes en el restaurante Kool Beach, de Playa del Carmen, en Quintana Roo, se debió a un error humano, producto de un descuido en el horno ubicado en el área de cocina. El dictamen técnico de instancias municipales detalla que la fuga de gas se debió a que se dejó abierta una perilla del horno, lo que liberó grandes cantidades de gas, por lo que, al momento de encender este aparato, se produjo la explosión que cobró la vida de dos personas y lesionó a 20. * * * Por hoy es todo. Gracias por haber leído hasta aquí. Pase usted un feliz fin de semana y, como siempre, mis mejores deseos para que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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