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INAH revela descubrimientos del Proyecto de salvamento arqueológico en la Sierra Norte de Puebla

CIUDAD DE MÉXICO, 13 de marzo (AlmomentoMX).- Con información de la Jornada de Oriente, un total de 107 sitios arqueológicos han sido encontrados en municipios y/o comunidades como Venustiano Carranza, Tihuatlán, Ávila Camacho y Jalpan como parte del Proyecto de salvamento arqueológico en la Sierra Norte de Puebla, informó el arqueólogo Sergio Suárez Cruz.

Museo de sitio de Tihuatlán.

Dichos hallazgos, anotó el investigador en Puebla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) corresponden al trabajo hecho de 2009 a 2013, como parte del acompañamiento que especialistas de esta entidad, Veracruz e Hidalgo hicieron a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Mediante una conferencia realizada en el Museo Amparo en el marco de la exposición Divinos Señores de la Montaña que gira en torno a la influencia que tuvo la cultura de El Tajín en este espacio geográfico, Sergio Suárez habló sobre algunos de los 107 sitios encontrados, su ubicación, su periodo de ocupación, su magnitud espacial y su densidad poblacional.

Refirió que fue a finales de 2008 cuando Pemex encontró petróleo en la zona y se aprestó a construir plataformas, haciendo con ello diversos hallazgos arqueológicos. En ese momento, se elaboró un proyecto arqueológico multidisciplinario iniciado en septiembre de 2008 en una primera temporada, misma que continuo en 2009 recorriendo Venustiano Carranza, Francisco Z. Mena y Pantepec.

De estos recorridos se hallaron sitios como Rancho Anáhuac o Coapechaca 56, el primero que motivó el proyecto caracterizado por un pequeño patio delimitado por una estructura en piso que resultó contemporáneo a El Tajín, mientas que el otro una serie de basamentos que iban a ser atravesados por las estructuras de Pemex.

El equipo, dijo Suárez Cruz, siguió trabajando hasta finales de 2013 y a lo largo de esos cinco años se tuvieron diferentes resultados: mientras en 2010 se hicieron 73 prospecciones con 107 peritajes, en 2011 se disparó a 295 prospecciones y 113 peritajes, cifra que fue similar en 2012 y luego tuvo “una caída drástica” en 2013.

En estos 107 sitios encontrados, ahondó el arqueólogo, se pudo concluir –grosso modo– que su arquitectura tenía como base estructuras de piedra bola, canto rodado y lajas; asimismo, se notó la existencia de plazas y juegos de pelota –en Venustiano Carranza hay 20–, además de entierros y pedacerías cerámicas de diferentes fechas de datación.

En el caso de los entierros mencionó que se hallaron varios: un par de cuerpos orientados de sur a norte con dos orejeras de piedra verde y una vasija; una anciana acompañada con un cuarzo, una arcilla mal cocida, una carita olmeca, restos animales, placas de concha y un collar; además de otros tantos de cuerpos orientados también de norte a sur.

Apuntó que en las excavaciones se hallaron construcciones circulares de más o menos siete metros de diámetro –en sitio Tumbadero–; hornos que se suponen fueron hechos para mezcal –en sitio La Uno–; o espacios forrados de piedras que quizá fueron espejo de agua, usados de manera ceremonial –sitio Humapa 505.

En su turno, el arqueólogo Raúl Rocha García habló sobre la cerámica arqueológica hallada en la Sierra Norte de Puebla, particularmente en la llamada zona de Agua fría –en Venustiano Carranza–, ubicada entre los ríos Cazones y Tuxpan, a 30 kilómetros de distancia de El Tajín, entre los 200 y los 500 metros sobre el nivel del mar.

El investigador del INAH Veracruz expuso que como parte del Proyecto de salvamento arqueológico en la Sierra Norte de Puebla en total se hallaron 64 mil 930 tiestos a analizar de materiales rituales rescatados en diferentes contextos y superficies.

Mencionó que en el sitio de Agua fría, el cual tiene una ocupación de 2 mil 400 años de antigüedad, se encontró un entierro múltiple en el que se hallaron cerámicas de diversos tipos: Progreso blanco y Cruz inciso, que son el comienzo de la cerámica; Agua dulce negro, Rocas rojo o Valenzuela, que son del clásico.

“La cerámica se encuentra influenciada por Teotihuacan con vasos trípodes con soportes rectangulares, aunque tienen un aspecto local con la aparición de gobernantes con faldellín y tocado”, refirió Rocha García.

Acotó que fue a partir de ese momento donde comenzó una “forma propia de El Tajín” en la que ya hay una distinción de este espacio cultural en la llamada Variedad rojo con ollas grandes de cuerpo rugoso y pulido, así como pastas finas.

Agregó que en el caso de la Sierra Norte aparece una cerámica élites de ciertos contextos o sitios. Ejemplo de ello es el tipo Marfil compacta, una cerámica ritual finamente pulida a partir de moldes y engobes de bastante adherencia que se reflejó en soportes trípodes hemisféricos y diseños al negativo como lo fueron las vasijas en las que apareció el glifo de 13 Conejo.

AM.MX/dss

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