domingo, diciembre 29, 2024

Impermeabilización de techos: soluciones convencionales y ecológicas, según Impercaucho

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En la actualidad existen diferentes opciones de impermeabilizantes de techos, pues las necesidades, especificaciones de aplicación y la sumada sustentabilidad, ha creado soluciones cada vez más innovadoras para el cuidado de los techos, paredes y superficies

La impermeabilización de techos, paredes o superficies expuestas a las inclemencias del tiempo y el clima suele ser uno de los aspectos importantes de todo aquel que cuenta con una edificación que desea proteger, y para ello, en la actualidad, existen diferentes tipos de impermeabilizantes que cumplen con esta función.

Los impermeabilizantes son productos fabricados con distintos tipos de sustancias que tienen el objetivo de impedir el paso de elementos como la lluvia, el calor, la humedad, etc., hacia el interior de los inmuebles; son un revestimiento que se utiliza en paredes, techos e incluso objetos, para mantenerlos secos. Para cumplir con su función, los impermeabilizantes eliminan o reducen la porosidad del material, llenan filtraciones y aíslan la humedad del medio.

Tipos de impermeabilizantes convencionales para techos
Las diferentes necesidades y lugares de aplicación, así como las recomendaciones para el cuidado del medio ambiente, ha hecho posible la fabricación de una cada vez más variada cantidad de materiales para impermeabilizar techos, entre los que se encuentran los siguientes tipos.

– Impermeabilizantes acrílicos. Se fabrican a base de resinas y componentes acrílicos, y suele tener una apariencia similar a la pintura, además de la característica especial de contar con una gran elasticidad, durabilidad y resistencia a la tensión. Estos impermeabilizantes se utilizan por lo general en superficies de concreto y lámina.

– Impermeabilizantes asfálticos: Por lo general, las soluciones asfálticas suelen ser utilizadas en superficies verticales y horizontales. Se componen de fibras de vidrio, poliéster y agua emulsionada y brindan una alta resistencia lo que hace que su durabilidad sea mayor.

– Impermeabilizantes cementosas: Se conocen como “cementosos” por tener propiedades que son adhesivas del cemento, siendo especialmente útiles para construcciones de concreto o mampostería. Destacan por su resistencia a la intemperie, pues pueden estar en contacto permanente con el agua y la humedad.

– Impermeabilizantes elásticos: Estos impermeabilizantes se fabrican a base de copolímeros acrílicos que al aplicarse crea una película de gran elasticidad, lo cual brinda una mayor resistencia a los movimientos de dilatación y contracción.

Impermeabilizantes de llantas, una solución ecológica
Además de los tipos de impermeabilizantes mencionados anteriormente, existen otras soluciones que reutilizan materiales para su elaboración, tal es el caso del impermeabilizante de llanta. Una opción que de acuerdo a la empresa Impercaucho, hace unos años comenzó a generar expectativa en el mercado mexicano, pues además de conservar y mejorar las propiedades de un impermeabilizante convencional, nace con la intención de ser una solución que ayuda a la conservación del medio ambiente.

Los impermeabilizantes de llanta, al igual que otros impermeabilizantes, se fabrican para ser una capa que protege a techos y superficies que se encuentran en la intemperie, de los elementos naturales como el agua y el sol. Su característica fundamental es que están hechos a base de llantas recicladas, además de adherirse con gran facilidad a cualquier superficie.

Esta opción, por supuesto, tiene la ventaja de ser un producto verde. Una solución que utiliza materia prima reciclada, que de otra manera sería desechada, causando efectos negativos al medio ambiente. Por ello, cabe destacar que el uso de neumáticos como elemento fundamental para su fabricación le ha ido otorgando un especial reconocimiento dentro del mercado.

Fuente Comunicae

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