EGIPTO.- Después de meses de parón por la pandemia del coronavirus, Egipto ha presentado este sábado el primer descubrimiento de envergadura de los pasados meses: 59 sarcófagos de madera en perfectas condiciones con sus momias, que datan de 2.600 años atrás.
La pandemia del COVID-19 no ha desalentado las ambiciones arqueológicas de Egipto y, tras dos meses de excavaciones, el país de los faraones ha anunciado a bombo y platillo el descubrimiento de un total de 59 ataúdes de madera, con sus momias intactas.
Junto a la pirámide de Zoser, considerada la más antigua de la historia y que fue reabierta a principios del pasado mes de marzo, los ataúdes y momias fueron presentados al público en un evento al que acudieron 43 embajadores y más de 200 periodistas de todo el mundo.
Casi una treintena de los 59 sarcófagos descubiertos yacían este sábado ante el público que se dio cita en el lugar, cubiertos con una tela, tras permanecer más de 2.600 años bajo las arenas del Bubasteum, el área del sitio arqueológico de Sakkara dedicado a la diosa gata Bastet, la garante del amor, la armonía y la protección.
Los cofres, que siglos después todavía mantienen el color, pertenecen al Periodo tardío y, en concreto, a la dinastía XXVI (664-525 a.C), la última antes de la conquista persa, dijo a los periodistas el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri. Estudios iniciales muestran que los ataúdes decorados fueron fabricados para sacerdotes, altos funcionarios y personas de la élite del Periodo Faraónico Tardío.
Él mismo, junto al arqueólogo egipcio Zahi Hawass y al ministro de Turismo y Antigüedades, Jaled al Anani, abrieron por primera vez dos ataúdes de madera completamente sellados, de los que surgieron dos momias cubiertas con tela y adornos dorados en perfectas condiciones.
De acuerdo con Waziri, todas las momias pertenecen a altos sacerdotes y oficiales del Antiguo Egipto que vivieron en la antigua capital de Memfis, algo poco usual en esta localización en la que habitualmente se encuentran animales momificados.
“Aquí no solo hay momias de gatos, hablamos de los acólitos de Bastet y encontrar un número tan grande de momias humanas significa que la adoraron durante el periodo tardío, el medio y el nuevo”, señaló Waziri sobre el descubrimiento.
La tumba, una sepultura vertical de más de 11 metros de profundidad, contiene “más sarcófagos” que todavía no han sido sacados a la superficie pero que pertenecen a “las amantes, los familiares y los vecinos” de un sacerdote que decidió enterrar su cuerpo “lo más cerca posible del templo de la diosa Bastet”, según Waziri.
Ahora, las autoridades egipcias esperan encontrar decenas de otros sarcófagos, además de otras reliquias, en estos enterramientos verticales, que tienen diferentes niveles que pueden alcanzar una profundidad de hasta 12 metros.
De acuerdo con el ministro de Antigüedades, las momias serán trasladadas al Gran Museo Egipcio (GEM), ubicado a la sombra de las pirámides de Guiza y que será inaugurado en 2021, mientras que las otras estatuas serán repartidas por otras exposiciones.
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AMX/KMJ