jueves, marzo 28, 2024

Evolución y estatismo en medios de comunicación, del 68 a la fecha

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de diciembre (AlmomentoMX).- Si bien ha habido cambios notables de 1968 a la fecha en materia de medios de comunicación y telecomunicaciones, en esencia las mismas familias concentran el poder, pues sigue siendo un país de corporaciones, aunque uno de los avances que se destaca y tal vez el más importante, es el referente al marco jurídico.

En la década de 1960 había una ley federal de radio y televisión que para 1970 ya se consideraba desactualizada, la cual privilegiaba sobre todo los grandes intereses comerciales y económicos en los medios de comunicación, explicó el maestro Gabriel Sosa Plata, académico del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en la mesa La comunicación social, los medios y la censura en el 68, moderada por la maestra María Dolly Espínola Frausto, académica del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco, reconoció que el nuevo marco jurídico no es el mejor, pero sí logró un gran avance a través de la reforma estructural de las telecomunicaciones que implicó un cambio en la relación entre el poder político, los medios de comunicación y la participación de la ciudadanía.

Uno de los grandes logros de la reforma constitucional, comparado con lo que prevalecía en 1968, fue la creación de un órgano regulador autónomo de las telecomunicaciones, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que ahora tiene la facultad, que antes sólo tenía el poder ejecutivo, de otorgar o quitar las concesiones de radio, televisión y telecomunicaciones.

Es un brazo que le arrancaron al sistema presidencialista de partido único predominante en los años 60 del siglo pasado, que premiaba o castigaba con las concesiones y los empresarios actuaban en consecuencia editorialmente para ser funcionales al poder político, un sistema de componendas que llevó a una fuerte concentración mediática.

Respecto de los medios comunitarios dijo que hay un reconocimiento legal, aunque aún hay muy pocas radios del tipo en México y no es todavía un modelo desarrollado ni con el potencial de la radio comercial, hace 50 años éstos eran ilegales, clandestinos y no tenían ninguna posibilidad de desarrollo o de expansión.

Durante años existió el monopolio de la radio y la televisión sin participación del Estado, pero justo a finales de la década de 1960 y después, en el gobierno de Luis Echeverría, hubo una mayor intervención estatal en los medios de comunicación para crear su propio sistema de medios y se quedó con el Canal 13, concesión que detentaba Francisco Aguirre Jiménez.

En el sexenio de Miguel de la Madrid se creó un sistema de medios a través de distintos institutos y aumentó la cobertura de la televisión con la creación de la red nacional 7, pero seguía siendo una sola voz, a través de la radio y la televisión comercial y las emisoras del Estado, aseguró el presidente de la Organización Interamericana de Defensoras y Defensores de las Audiencias.

En términos tecnológicos “el cambio ha sido brutal”, ya que la llegada de Internet y el uso de redes sociales ha transformado el ecosistema mediático de las relaciones entre ciudadanía, audiencias y poder político que “podemos considerar como un gran avance, y aunque parece que esto da mayor libertad de expresión, también existen posibilidades de censura, ya que quienes detentan la infraestructura de las telecomunicaciones siguen teniendo un cierto control.

Sosa Plata aseguró que prácticamente no hay acervos sonoros de lo que pasó en 1968 y quizás si hay algunos los tienen muy resguardados o desaparecieron, en cambio existen mucha documentación sobre la radio en los años 30 o 40 del siglo pasado.

El doctor Fernando Juan García Masip refirió que 1968 empezó como un movimiento que quería cambiar valores en muchos niveles y cuando quiso dar el paso a una propuesta de cambios institucionales y se avizoraban elementos de insurgencia, vino la masacre.

En esa época el poder del corporativismo no pudo incorporar al movimiento estudiantil y entonces tuvo que ser cercenado, cuando el sistema político mexicano se había consolidado gracias a la capacidad de institucionalización de las formas colectivas en figuras corporativistas, explicó el profesor del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco.

Esta consolidación se dio en el gobierno de Lázaro Cárdenas, en el que imperaba un autoritarismo presidencial con vocación incluyente, que permitía la organización de sectores en la medida en que se agruparan en algún tipo de asociación como la Confederación Nacional Campesina, la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, la Confederación de Trabajadores de México y la universidad, entre otras.

AM.MX/fm

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