viernes, abril 19, 2024

Espera Mario Villanueva que el Gobierno Federal le cumpla la promesa de indultarlo

CHETUMAL, Q.R.- Lo único que le queda al exgobernador Mario Villanueva es continuar con la esperanza del indulto presidencial, al cumplirse 3 años y siete meses de su llegada a Chetumal continúa esperando cumpla su promesa el presidente Andrés Manuel López Obrador de indultarlo, a pesar de la mermada salud que tiene.

Sin embargo, no ha dejado de ejercer sus derechos políticos, pese a que los perdió desde que fue declarado culpable de lavado de dinero y nexos con organizaciones del narcotráfico.

De acuerdo con Sol Quintana Roo, desde su arribo a Quintana Roo, el “político” chetumaleño ha tenido acceso a todo tipo de tecnología la cual supuestamente la tiene prohibida, pues el delito por el cual está acusado es considerado grave, como lo es contar con una computadora, teléfono celular y acceso a las redes sociales, entre otras.

Destapó candidatos, hizo observaciones políticas e incluso hasta criticar la forma de gobernar de otros. Todo con tal de obtener el tan anhelado perdón que le fue prometido por Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Mario Villanueva regresó a Chetumal a terminar de purgar su condena, luego de haber estado en diversas cárceles del país y de Nueva York. Por problemas de salud, según las autoridades, fue confinado a hospitales privados.

Su regreso a la cárcel es casi inminente, pese a obtener la gracia de los tribunales para pasar la pandemia en su domicilio particular. Hasta el momento, sólo el indulto podría regresarle plena libertad.

Como se recordará, el exgobernador consiguió que el Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito, con sede en la ciudad de Toluca, le concediera de manera “temporal” poder compurgar la sentencia que recae en su persona, y cumplirla desde su casa. Como se precisa en el incidente de modificación de suspensión radicada en el juicio de amparo 54/2019.

Pero este resolutivo no le otorga la libertad, si no que circunstancialmente y por cuestiones de la pandemia le permite continuar dicha penalidad desde su hogar, en la ciudad de Chetumal.

Sus declaraciones de tipo político a medios de comunicación, donde han difundido que promueve a su hijo y sobrino a puestos de elección popular, podrían ser actos contrarios a lo que la ley señala. Los reos o personas sentenciadas que deben pagar por los delitos cometidos, no gozan de derechos políticos y civiles.

Para la historia jurídica del país, Mario Villanueva fue sentenciado a 36 años por el delito de narcotráfico. Esta sentencia se le redujo a 22 años, a los 7 meses de su condena, tras varios recursos jurídicos. Paralelo a ello, Villanueva Madrid fue extraditado a los Estados Unidos (Nueva York), donde se le declaró culpable por el delito de lavado de dinero.

En 2017 fue repatriado a México y compurga la pena que fuera establecida por un juzgado federal, de la que hasta la fecha ha cumplido poco más de la tercera parte.

Hasta este momento, el exgobernador de Quintana Roo ha concluido sus procesos jurídicos. Ya no le queda recurso alguno pues los delitos que se le señalaron ya fueron resueltos. Es culpable, si bien existen muchos señalamientos de irregularidades en su proceso.

Es, como se dice, “cosa juzgada”. Ahora sólo le queda la opción de buscar mejores condiciones para cumplir, o que por humanidad y por sus condiciones médicas sea mandado a su casa como reo, no como un ciudadano.

Con lo resuelto por el tribunal Mario Villanueva no ha recuperado su libertad. Sin embargo, se ve con buenos ojos el hecho que, desde la presidencia de la República, exista un interés por apoyar al exmandatario.

El mismo asesor jurídico presidencial Julio Scherer Ibarra fue quien le comunicó sobre el acuerdo que se realizaría para llevarlo a su casa, sobre las acciones jurídicas que la defensoría pública federal ha realizado y que cualquier otro preso en México consideraría imposible.

La única oportunidad que le queda a Mario Villanueva Madrid para ser libre pronto, es que el Presidente de la República le otorgue el “Indulto”, pues esta figura jurídica, ubicada en el artículo 89 fracción XIV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es de la facultad única del Presidente. Lo que permite extinguir la responsabilidad penal que pesa sobre un sentenciado. Una pre-liberación sería más compleja y no le devolvería rápidamente lo que tanto ha anhelado, su plena libertad.
AM.MX/fm

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