Ciudad de México.- La pasión del tenis español brilló intensamente en Málaga durante los cuartos de final de las Finales a 8 de la Copa Davis. En un día lleno de dramatismo, Carlos Alcaraz y Rafael Nadal lideraron los esfuerzos del equipo español, que ahora deposita todas sus esperanzas en el crucial punto de dobles.
Alcaraz, actual No. 3 del PIF ATP Rankings, venció a Tallon Griekspoor con un marcador de 7-6(0), 6-3. Este triunfo no solo niveló la eliminatoria contra Países Bajos (1-1), sino que también supuso un alivio emocional y deportivo para el equipo. El español remontó un quiebre en la primera manga, demostrando la resistencia que lo ha caracterizado a lo largo de su meteórica carrera.
“Fue un balón de oxígeno gigante”, señaló Alcaraz, consciente de la responsabilidad que conlleva representar a su país en una competición de esta magnitud.
La jornada comenzó con un tono emotivo. Rafael Nadal, visiblemente conmovido, enfrentó lo que podría ser su última aparición como jugador profesional, marcando el inicio de su despedida en Málaga. Al escuchar el himno español, el 22 veces campeón de Grand Slam no pudo contener alguna lágrima, un gesto que capturó la atención de todo el estadio.
Nadal se enfrentó al neerlandés Botic van de Zandschulp en el primer duelo del día. A pesar de un inicio esperanzador, el español cayó por 6-4, 6-4 en un partido que duró una hora y 51 minutos. “No quería despedirme en una sala de prensa, sino vestido de corto”, había declarado previamente Nadal, quien a sus 37 años sigue mostrando su característico espíritu de lucha.
Aunque comenzó sólido, Nadal sufrió un quiebre crucial en el noveno juego del primer set. En el segundo set, intentó resistir con su energía menguante, pero la ventaja de su rival resultó definitiva. A pesar de la derrota, su esfuerzo fue una muestra más de su legendaria dedicación al tenis.
Con la serie empatada, el destino de España en la Copa Davis dependerá del punto de dobles. Carlos Alcaraz y Marcel Granollers formarán la dupla española para enfrentarse a los neerlandeses Wesley Koolhof y Botic van de Zandschulp. El partido promete ser una batalla crucial para mantener viva la ilusión española en el torneo.
La jornada en Málaga dejó claro que, más allá de los resultados, el corazón del tenis español sigue latiendo con fuerza, impulsado por el legado de Nadal y la promesa del futuro en manos de Alcaraz.
EDT.MX/CV