Gloria Analco
– SHEINBAUM: MUJER QUE TRANSFORMA ADVERSIDADES EN OPORTUNIDADES
Este primero de septiembre, México vive un momento doblemente histórico. Por un lado, Claudia Sheinbaum rinde su primer informe de gobierno como la primera mujer presidenta del país, firme, clara y decidida. Por otro, entra en funciones una nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, símbolo del triunfo político más estratégico de la Cuarta Transformación, diseñado por Andrés Manuel López Obrador.
Conviene recordarlo: fue el presidente López Obrador quien, el 5 de febrero de 2024, envió al Congreso la iniciativa de reforma al Poder Judicial.
Para que prosperara, Morena y sus aliados debían obtener dos tercios del Congreso en las elecciones de junio. Ese fue el famoso Plan C, que se cumplió con una victoria rotunda.
Así quedó allanado el camino para que México cuente hoy con una Suprema Corte renovada, llamada a poner fin a décadas de corrupción judicial, complicidades con empresarios y políticos del viejo régimen y protección al crimen organizado.
Ese triunfo no es casualidad: es la culminación de la estrategia política de López Obrador, quien entregó el bastón de mando con una obra institucional de enorme calado.
Sheinbaum, al rendir su primer informe, recibe así una estafeta invaluable: inaugura su sexenio con un Poder Judicial renovado, que le permitirá avanzar con mayor firmeza en la consolidación de la transformación nacional.
En este cruce de acontecimientos se dibuja un país distinto: un liderazgo femenino, forjado en desafíos internos y amenazas externas, que ahora se potencia con instituciones a la altura del proyecto transformador.
Sheinbaum se mueve en la política con la seguridad de quien sabe hacia dónde va; cada gesto suyo transmite firmeza y decisión.
En su primer año ha enfrentado a una oposición atrapada en debates vacíos, incapaz de articular propuestas, y a la hostilidad de Donald Trump, que amenaza con aranceles y hasta con usar a sus fuerzas armadas contra México.
Frente a todo esto, ha convertido la adversidad en oportunidad: la debilidad de la oposición refuerza su liderazgo interno, y las presiones externas consolidan la unidad nacional y la defensa de la soberanía.
Ni una sola vez sus actos de gobierno han desmerecido. Su porte proyecta autoridad sin imponerse, porque la razón parece estar siempre de su lado, y así lo entiende la mayoría del pueblo, que la respalda con una contundente aprobación del 70 %.
Hoy, Sheinbaum se presenta ante la nación para rendir cuentas. No es un acto rutinario: es el inicio de un legado. La primera presidenta de México informa en un país con un poder judicial renovado, fruto de la visión estratégica de López Obrador y del mandato popular de junio.
Este momento simboliza más que continuidad: representa un modelo de gobernar basado en ciencia, compromiso social y ética, donde la justicia se convierte en aliada del Ejecutivo. Esa es la verdadera transformación: un gobierno que se sostiene en la voluntad popular y en instituciones fortalecidas.
Claudia Sheinbaum no sólo rinde cuentas; inaugura un nuevo capítulo de la historia mexicana. Su liderazgo femenino brilla con serenidad y firmeza, pero detrás está también la huella de un presidente que supo dejar bases sólidas.
El Plan C de López Obrador no fue sólo una estrategia electoral: fue el último gran acto de un estadista que pensó más allá de su sexenio. Y Sheinbaum, con su estilo propio y su visión de futuro, recoge esa estafeta para continuar la carrera histórica.
Hoy, el relevo se ha consumado con precisión casi milimétrica: AMLO diseñó la ruta, abrió el camino y entregó las herramientas; Sheinbaum toma el mando y las pone en marcha. El pueblo mexicano, testigo y protagonista, presencia así un momento único: el nacimiento de una nueva etapa donde política y justicia caminan juntas, y donde una mujer, por primera vez, conduce la nación con la fuerza de la historia en sus manos.
ESCARAMUZAS POLÍTICAS
Fecha: