viernes, abril 19, 2024

¿Es posible conservar la biodiversidad cultural y natural?

Desde el inicio de la agricultura (hace unos 10,000 años), se calcula que se han utilizado como alimentos cerca de 50,000 especies de plantas y varios miles de animales. Desafortunadamente, gran parte de esta diversidad ha disminuido durante los últimos 50 años. Lo que ocasionó que muchas variedades locales desaparecieran o estén por desaparecer.

Los principales factores que han propiciado la pérdida de diversidad biológica y cultural, los encontramos en la intensificación de la agricultura; la agroindustria; los cambios en los patrones de alimentación y consumo (simplificación de la dieta) y pérdida del uso de biodiversidad. De igual forma, especies empleadas medicinalmente, las que son empleadas para la construcción o para el arte. Todo ello afecta la degradación de los suelos; el cambio climático; la inequidad socio-económica; los conflictos por los recursos y territorios; así como la migración y el envejecimiento de la población que sabe cómo utilizar esta biodiversidad. En gran parte, esto se debe a la globalización con el aceleramiento de nuestras vidas y cómo interactuamos con el medio ambiente.

Conservar la diversidad biológica y cultural es indispensable para asegurar la seguridad y soberanía alimentaria del país; así como su diversidad de materiales, sustancias de origen natural y el conocimiento asociado a su uso.

Actualmente, el 90% de los requerimientos nutricionales de nuestra dieta (sin importar nuestra nacionalidad), son cubiertos con sólo 15 tipos de cultivos de vegetales-plantas y 8 especies de animales domésticos. Además, la mitad de la ingesta de energía de origen vegetal la obtenemos de tres especies: trigo, arroz y maíz.

Debido a que la conservación de parte de la diversidad biológica y cultural, como la agrobiodiversidad; está estrechamente relacionada con la producción (que también depende del consumo). Esto incluye tanto el autoconsumo como la compra-venta desde un nivel local hasta regional o nacional. De ahí que, si queremos  apoyar a la conservación de la  diversidad: consumamos productos mexicanos.

 

¿Cómo hacerlo?

La forma más importante de conservar la agrobiodiversidad es hacer que el proceso de la domesticación continúe ocurriendo. O sea que, si los productores generan la agrobiodiversidad, sigan utilizando sus propias semillas. De acuerdo a sus condiciones ambientales y preferencias culturales locales, y a gran escala. 

Por eso, se requiere que millones de personas en muchos lugares, mantengan sus cultivos. Con ello es posible que las plantas domesticadas se adapten a diferentes condiciones ambientales y que las personas escojan lo que les guste

Si unimos lo anterior: se genera la diversidad genética. Es decir, al realizar agricultura utilizando sus propias semillas, pueden producir bienes públicos que no se generarían si la agricultura se hiciera utilizando solamente semillas comerciales.

Si los campesinos mantienen la diversidad de sus cultivos sembrando año con año sus propias semillas, se conoce como conservación in situ —la conservación ocurre en los sitios donde se siembran los cultivos (o recolectan otras plantas)— y la conservación ex situ indica que la diversidad se conserve fuera de las parcelas (un ejemplo son los bancos de germoplasma). Que son útiles para preservar una muestra de la diversidad en un tiempo dado o para recuperar las semillas en caso de pérdida por algún desastre; pero no conserva el proceso evolutivo que genera la diversidad.

Las razones para la agricultura in situ son culturales:  se prefieren las características organolépticas de las variedades locales. Todo por encima de las características de las semillas comerciales. Sin embargo, también pueden ser económicas, para no gastar en comprar semillas o en el paquete de productos agroquímicos asociado a semillas comerciales.  Otros motivos son ambientales, porque sus variedades locales superan a las comerciales en las condiciones de sus parcelas.

La agricultura in situ es una de las formas más fáciles para conservar la biodiversidad y asegurar nuestra alimentación. Desde luego, hay muchas otras formas para conservar nuestra diversidad cultural y natural, pero la más sencilla es a través del campo, sus campesinos y nuestros hábitos de consumo; que son fundamentales a gran escala.

Conoce más sobre nuestra diversidad como país y aprende sobre especies nativas: https://www.biodiversidad.gob.mx/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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