MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Ayer, en San Lunes, el licenciado presidente apareció en la mañanera cual víctima del destino, con el reproche como divisa porque se siente malquerido.
Sí, presumió que la gente es feliz –aunque no toda–, madreó a quienes madrea, diríase como con harto coraje. Aunque, en su homilía salpicaba reproche: ¿por qué a él que tanto ha trabajado por los más pobres ahora lo persiguen, le reclaman y mientan la madre?
¡Por qué me han abandonado!, gritaría.
Pero se reserva porque, pues qué culpa tiene la excelsa mezzosoprano y doctora Sheinbaum que anda en busca de ser su extensión en el Maximato. Juanita en potencia con el mensaje estudiado, incapaz de salirse del guion. ¡Ni Dios quiera!
Pero, bueno…
Alguien del gabinete de seguridad, en una de esas reuniones convocadas a las seis de la mañana en Palacio, debe armarse de valor y decir al Duce que inició el último año de su gobierno y está en la ruta crítica de pérdida del poder.
Peor. Se le acabó la fuerza de la mano izquierda –José Alfredo Jiménez dixit—y la derecha no le sirve, no la usa porque es neoliberal y conservadora. ¡Ja!
“Y ahora me da mucho gusto de que voy ahora a la gira a Guerrero y a Oaxaca y está la gente feliz, la mayoría de la gente”, dijo.
Sí, pues, pero en Tlapa, en la Montaña de Guerrero, debió entender que los maestros de la CNTE nunca le declararon amor y fidelidad eterna y el domingo, hace dos días, se aparecieron en el CRIT para entregarle un pliego petitorio que se resume, como es harto conocido, en el tema de más dinero. Hicieron, elemental, un desmadre y…
¡Ah!, el licenciado López Obrador en sus días gloriosos de campaña como opositor habría acudido sin reparo al encuentro con los maistros para prometerles de todo y decirles que es su aliado contra los neoliberales que aprobaron “la mal llamada reforma educativa”.
¡Recórcholis, Quique Peña!
¡Caray!, el tiempo no pasa en vano y sufre delirio de persecución. Sabe que su gobierno ha sido puro rollo y que de aquel maná ofrecido hasta el cielo se robaron sus cuates, compadres, amigotes, familiares y todos los etcéteras que han hecho negocio al amparo de la cacareada honestidad de la 4T.
“Imagínense: voy allá y hay una agresión, de pura casualidad estaban todos los medios: Radio Fórmula, ¿cómo se llama el pasquín inmundo?, ahí estaban los del Reforma, esperando que me agredieran, que me humillaran, esa era la nota que esperaban”, se quejó y justificó su ausencia en ese acto.
Si usted se atrevió a sintonizar su tele para ver y oír la mañanera de ayer lunes, habrá notado que apareció un exultante Duce.
Y coincidirá conmigo en que no es raro ese extraño brillo de placer en la mirada de Su Alteza Serenísima cuando se ensaña con el ausente o aquel aludido que prefiere no meterse en problemas con el oligarca mayor del país y acepta, silente, insultos y descalificaciones.
¡Ajajá! Y se fijó que hasta dijo que no iba a la Feria Internacional del Libro porque, caray, dizque, es una especie de cónclave de derecha –“ahí llegan todos los intelectuales: Vargas Llosa, Krauze, Aguilar Camín”, citó–, aunque Paco Taibo II, mero, mero del Fondo de Cultura Económica, no se la pierde ni tiene pinta de derechista.
Además, dice el licenciado presidente que “(…) algunos sectores aspiracionistas de clase media que de manera inexplicable actúan de manera o en forma clasista; vienen del pueblo y se vuelven ladinos”.
¿De dónde vino el aspiracionista licenciado Andrés Manuel López Obrador? ¿Era clasemediero o clase calcetín allá en Tabasco?
¡Acertó! Se nos volvió ladino.
Y así como dice una cosa, dice la otra. Y miente como respira y su pecho, con todo y marcapasos, no es bodega, primo hermano.
El hecho es que, el domingo no inauguró el CRIT pero sí encabezó, en algún lugar de Tlapa de Comonfort, una reunión de evaluación de caminos en el estado de Guerrero.
Y ¿quién cree usted que estuvo presente, inmaculada, prístina, maquillada para Vogue?
¡Sí!, la adolescente que juega a ser gobernadora de Guerrero y hace buena mancuerna con la licenciada que no tiene ni la más remota idea de cuál es la función de la Secretaría de Gobernación.
Pero, vaya, ante un selecto y conocedor equipazo de colaboradores y hasta autoridades de las regiones Montaña y Costa Chica de Guerrero, el licenciado presidente se sinceró. Ya sabe usted cómo es de ilustrativo escuchar al Duce. Y más hoy que anda medio sentido, como jarrito de Tlaquepaque porque ya no lo quieren y hasta le mientan la madre.
“Este día tenía programada la inauguración del centro de rehabilitación para niñas y niños con discapacidad en La Montaña, sin embargo, no fue posible realizar este acto porque un grupo de maestros estaban en actitud de provocación y en busca de conflicto (…)”, refirió.
Y, a punto de soltar la lágrima compartió:
“Ya llevo mucho tiempo evadiendo el acoso de extremistas y de oligarcas, luchando por la justicia y aplicando el principio de la no violencia”.
¡Snif, snif!
Bueno, licenciado presidente, todo indica que se pelea con fantasmas y ha comenzado a ver enemigos en todos lados, resaca de esa borrachera que se pegó en cinco años. Andrés Manuel, entiéndalo.
Porque, a ver, a ver, ¿por qué no fue a la Feria Internacional del Libro e incluso obligó, ¿a poco no?, a la mezzosoprano Claudia Sheinbaum a mentir con aquello de que su agenda no lo permitía.
— ¿Por qué no fue, licenciado?
— A mí me han invitado durante algunos años; nunca he ido, nunca he ido, porque desde el principio…
No –prosiguió–, y tiene fama, buena fama porque incluso son muy buenos para la simulación, siempre lo hemos dicho, entonces se invitaba a Saramago y a escritores buenos y progresistas; además, como se destinaba y se sigue destinando mucho dinero público para eso, pues son gastos pagados en los mejores hoteles, buenos viáticos.
Y no estoy en contra, ¿eh? Nada más decir que tiene una tendencia conservadora. Yo por eso no voy–, argumentó el licenciado presidente.
¡Qué bueno! Nos tenía con harta preocupación, sobre todo porque usted presume, Andrés Manuel, que sus libros han sido best seller, ¿igual que El Rey del Cash y El Gran Corruptor? ¡Ups! Vaya, vaya con el que vino del pueblo y se volvió ladino. Rima.
¿Y usted qué opina? –Nino Canún dixit–. ¿Pos no que muy intelectual, escritor, historiador y hasta compadre de la CNTE?
¡Pamplinas! ¡Aguántame el corte!
“El tiempo pasa/ Y no te puedo olvidar/ Te traigo en mi pensamiento, constante, mi amor/ Y aunque trato de olvidarte, cada día te extraño más”, apréndase la letra de esta rolita de Antonio Aguilar, licenciado presidente. ¡Cáspita, Drakko! Digo.
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