MOISÉS SÁNCHEZ LIMON
El chovinismo reptó entre las curules del salón de plenos en el Palacio Legislativo de San Lázaro cuando el oficialismo cuadró la celada contra el Presidente Santiago Creel Miranda.
Patriota y politiquero, lo calificó Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I.
¡Espurio!, ¡traidor!, le gritó desde sus curules la bancada oficialista y el coro fácil de petistas y verdes.
¡Apátrida!, le llamó la senadora Citlalli Hernández, subgerente del Corporativo Morena.
¡Já! Usted habrá de recordar a Citlalli, famosa por aquel dizque atentado que sufrió, en su oficina del Senado, el 30 de mayo de 2019 cuando le estalló un libro bomba que sólo salpicó polvo y cuya investigación quedó en reserva por cinco años. En serio, en serio.
Pero…
Primero de Febrero…
En la sesión de Congreso General, consumado el protocolo en el que se rindieron honores a la bandera, en el vestíbulo del Salón de Plenos, porque la banda de guerra de la Sedena iba armada, casualmente la bancada oficialista y socios, ¡faltaba más!, se rasgó las vestimentas.
Y el bachiller Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, ni más ni menos, asumió amnesia.
¿O será que nadie le enteró del acuerdo entre la Comisión de Defensa y la Sedena para que los honores a la bandera y la entonación del Himno Nacional fueran en el vestíbulo del recinto porque la banda de guerra iría armada y, por reglamento, armada no puede ingresar al Salón de Plenos?
Chovinismo de cuarta; patrioteros armados de un discurso con mensaje político para desactivar a Santiago Creel y defenestrarlo. Dueños del poder se burlan del sentido común y hacen como que la virgen las habla cuando la ley es clara.
Dos de febrero…
Y con el pecho abierto ofreciéndose al sacrificio por la patria, morenistas, petistas y verdes, se asumieron ofendidos y alzaron la voz en la excelente versión patriotera que llevaba la consigna de defenestrar a Santiago Creel de la Presidencia camaral.
¡Aleluya!, ¡aleluya!, ¡aleeeluya!
Estridentes, patrioteros, émulos de Torquemada se alzan contra Santiago Creel Miranda y suman voces en el oportunismo político.
¡Renuncia!
Sí, con el pecho henchido de chovinismo y desde sus curules un día después del desaguisado andan por la senda aprendida y el patriota Gerardo Fernández Noroña prende la tea enhiesta en demanda de la renuncia de Creel Miranda. “(…) pido a este Pleno la remoción del presidente de la Cámara de Diputados”, dice Gerardo.
¡Al cadalso!
Sí, un día después el oficialismo legislativo se pone de acuerdo y retrasa el inicio de la primera sesión del periodo ordinario. Y va en esa condición de recitar el guion, pese a que la Secretaría de la Defensa Nacional divulga su postura que avala el proceder de Creel Miranda en la sesión de Congreso General.
¡Ah! Pero Leonel Godoy, desde su curul declara que la bancada de Morena hace propia la demanda del presidenciable Fernández Noroña.
¡Vaya casualidad!
Y es que, en la mañanera, Su Alteza Serenísima se sumó a la pléyade urgida del escándalo que desvía la atención de las prioridades y allana espacios para descalificar la conducción de los trabajos legislativos.
¿Cuál es el pecado cometido por Santiago Creel Miranda?
Sera que, como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, es harto diferente a su antecesor, el maleable Sergio Carlos Gutiérrez Luna, que anda feliz porque, el tenor de Bucareli lo destapó candidato de Morena, al gobierno de Veracruz.
¿Será porque Creel no es complaciente con Su Alteza Serenísima y es crítico de los yerros presidenciales?
¿Será?
Porque, en la mañanera del jueves 2 de febrero como no queriendo, Andrés Manuel I recordó:
(…) Ayer dijo un diputado famoso, el que quería desaparecer Guerrero y Chiapas y Oaxaca, Quadri, porque fue la banda de guerra allá a la Cámara de Diputados, miren lo que puso. Pero es, de veras…
‘El ingreso de militares armados hoy en la Cámara de Diputados fue el ensayo del golpe militar que López pretende consumar. Estemos preparados’.
–¿Qué lectura le da usted a esto?—preguntó una reportera y le dio pie a la descalificación, al banderazo que los legisladores oficialistas, en Cámara de Diputados seguirían en el guion elemental.
—Politiquería –respondió el licenciado presidente–. La verdad, no tienen argumentos. Como decía Juárez: ‘El triunfo de la reacción es moralmente imposible’, esto.
Hoy –refirió– va a dar a conocer la Secretaría de la Defensa un informe sobre este asunto, para que se den cuenta que es parte de un protocolo, que además lo pidió la Cámara.
—Lo que se argumentaba es que iban armados—le recordó la colega.
—Es que tienen que ir armados, está en el reglamento, y este señor Creel…
—Santiago Creel—completó la colega.
—Sí –asumió Andrés Manuel I–. Ahora sí que se envolvió en la bandera y se convirtió en patriota, ¿no? Pura politiquería, no es serio eso. Pero este ya se pasó, porque este ya… Un homenaje a la bandera ya es un intento de… O un ensayo de golpe de Estado.
Pero es parte de lo mismo –enfatizó Su Alteza Serenísima en la descalificación contra el presidente del Congreso–, (…). De veras es de pena ajena– remarcó.
¡Recontracáspita, Solín!
El licenciado presidente soslayó que hubo un acuerdo entre la Sedena y la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, para que los honores a la bandera fueran en el vestíbulo del recinto legislativo.
Y sus fieles diputados morenistas, petistas y verdes hicieron mutis frente a este acuerdo.
¡Ah!, pero se trataba de tender una celada al Presidente Santiago Creel.
Jorge Álvarez Máynez unió su voz al coro de los Torquemada pero evitó sumar a Movimiento Ciudadano en la demanda de renuncia de Santiago.
Pero Creel Miranda, asumió la responsabilidad de lo ocurrido el 1 de febrero:
“Esta presidencia protestó guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen. Justamente la ceremonia del día de ayer, esta presidencia reafirma el compromiso de la protesta y explico por qué.
“La legislación competente para una sesión de Congreso General es, precisamente, el Reglamento Interior del Gobierno del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, que es una legislación vigente y que esta presidencia revisó, transitorio por transitorio, para confirmar la vigencia de los artículos 213 y 214”.
La diputada milpaltense María Guadalupe Chavira De la Rosa y el nacionalista y honesto Óscar Cantón Zetina pretendieron interrumpir. Luego demostrarían que se aprendieron el guion.
En la presidencia anterior, recordó Creel, entró la escolta desarmada; en la toma de posesión del presidente de la República, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, entró la escolta desarmada, pero en esta ocasión me solicitaron que pudiéramos cumplir con los ordenamientos castrenses y los ordenamientos parlamentarios y eso fue exactamente lo que a mi criterio sucedió.
Pero…
“Asumo los errores que se hayan cometido, asumo la responsabilidad y me hago cargo de todas y cada una de las intervenciones, quiero decirles que las respeto y que las aprecio. Las voy a tomar en cuenta, independientemente de lo que resuelva la Junta de Coordinación Política, si presenta o no, la facultad que tiene cada grupo parlamentario”, rubricó Creel Miranda frente a la estridencia de la mascarada.
Vaya contraste de dignidad legislativa frente a la amnesia del bachiller Ignacio Mier Velazco, quien pidió a Creel asumir su responsabilidad de mantener y garantizar los equilibrios y de ser factor de unidad de este órgano que forma parte del Poder Legislativo y hasta consideró “lamentable que se haya alejado usted de la institucionalidad”. ¡Sopas!
¿Mier no leyó el comunicado de la Sedena?
Bueno, bueno, hasta acusó a Creel de haber conducido la sesión bajo un protocolo unipersonal e interpretó la ley, amén de excederse en sus atribuciones y faltare al respecto al lábaro patrio.
¡Vientos con el bachiller Nacho Mier! Disciplinado siguió hasta el fin el guion cuyo objetivo fue dar por sentado que Santiago Creel no es apto para seguir al frente de la presidencia cameral.
Pero, diría Cuco Sánchez, “fallaste corazón” y la estrategia, sin querer queriendo, la desactivó un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional. ¡Chanclas!
Lea usted un párrafo del comunicado de prensa que la Sedena divulgó ayer jueves 2 de febrero:
“La intervención del personal participante en el mencionado acto protocolario, se efectuó con base en una coordinación previa con representantes del área de Protocolo de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, en la que se determinó como lugar del evento el vestíbulo del recinto legislativo”.
¿Ofrecerá disculpa pública el bachiller Nacho Mier? ¿Se retractará el sibarita Fernández Noroña? ¿Admitirá el honesto Leonel Godoy que se equivocó? ¿Asumirá la senadora Citlalli que ofendió a Santiago Creel? No se ría, porfis. Digo.
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