viernes, marzo 29, 2024

EN REDONDO: Tabaco: 100 mil menores, nuevos adictos diarios

Por: Mario Ruiz Redondo

 

Las impactantes imágenes de personas enfermas de cáncer en diferentes partes del cuerpo, desde la boca, garganta, pulmones, cerebro, hígado, estómago y otros órganos importantes del organismo, impresas a color en las cajetillas de cigarros, no han influido aún a nivel mundial en la disminución de consumo en los adictos al tabaco, que mata cada año a más de siete millones de personas, de las cuales seis millones son consumidores directos y el resto fumadores pasivos.

Y por si hacía falta, la Organización Mundial de la Salud advierte también que el 80 por ciento de los mil 100 millones de hombres y 300 millones de mujeres que fuman, viven en países de ingresos bajos y medios, mientras diariamente se incorporan a este vicio un promedio de 100 mil jóvenes, adolescentes y niños menores de 10 años.

Es tan acelerado el incremento observado, que los especialistas de la OMS estiman que para 2035, esta peligrosa adicción, rebasará fácilmente los mil 600 millones de seres humanos, dominados por una industria transnacional representada por los poderosos intereses estadounidenses-ingleses de Philip Morris International, con sede en Suiza, que comercializa sus productos (Marlboro, Delicados, Benson & Hedges, Faros, Elegantes y Chesterfield), y la British American Tobacco (Dunhill, Lucky Strike y Pall Mall), en 180 países del planeta.

Las ganancias anuales de estas compañías en el mundo, junto a las de otras menores, eran superiores a los 35 mil millones de dólares, pero el daño a la economía de los países del orbe superaba los más de 200 mil millones de dólares, en el último Reporte Global de 2010 del Tabaco.

Conocida como “la industria que no se apaga”, la tabacalera, es responsable de que cada minuto se fumen más de 12 millones de cigarros en el mundo, un 65 por ciento de ellos en naciones subdesarrolladas y el resto en países avanzados.

Gravedad de un problema de salud provocado por el consumo de tabaco, que se incrementa muy rápidamente, de acuerdo con estudios de especialistas internacionales que precisan que en el siglo XX fue la causa del fallecimiento de 100 millones de personas y que en el XXI, tendrá un costo de mil millones de vidas, de las cuales un 25 por ciento serán de niños.

Las grandes Corporaciones de esta industria de la muerte, en aras de sus ganancias crecientes, desarrollan una intensa y permanente publicidad para inducir el consumo de cigarros, dirigida especialmente a los niños, como parte de su estrategia comercial para captar nuevos fumadores que sustituyan a los que dejan la adicción o fallecen por enfermedades vinculadas con el tabaco.

Pero a pesar de sus efectos devastadores en los países que enfrentan pobreza y todo lo que ello conlleva, como el acceso insuficiente a los servicios de agua potable, drenaje, así como el hambre, desnutrición, enfermedades infecciosas y de servicios de salud en general, el consumo de tabaco es considerado por sus gobiernos como una amenaza no prioritaria en su atención.

Está comprobado que el consumo de tabaco es factor de riesgo para seis de las ocho principales causas de mortalidad en el mundo. Los científicos expertos en la materia, advierten que fumar tabaco reduce la esperanza de vida ya que causa cáncer de pulmón, laringe, riñón, vejiga, estómago, colon, cavidad oral y esófago, además de leucemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatía isquémica, aborto y parto prematuro, defectos de nacimiento e infertilidad, entre otras enfermedades.

El consumo de tabaco y la exposición a su humo se mantienen como la primera causa de muerte prevenible a nivel mundial.

México es una de las naciones más avasalladas por el vicio del tabaco, al grado de que ocupa el sexto lugar mundial por el número de fumadores y el segundo por mujeres adictas, como consecuencia del ineficaz combate a quienes agreden la salud de una población de más de 120 millones de habitantes en 2017.

Una epidemia globalizada que en nuestro país constituye un grave problema de salud pública, especialmente entre los adolescentes, adultos jóvenes y las mujeres, con una tendencia al incremento en la frecuencia de consumo y la exposición al humo de tabaco.

Evaluación de las instituciones del Sector Salud (Secretaría de Salud (SSA); Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), reconocen que las enfermedades relacionadas con el consumo directo e indirecto de tabaco, como el infarto agudo del miocardio, las enfermedades cerebro vasculares, las respiratorias crónicas y el cáncer de pulmón se ubican dentro de las diez primeras causas de mortalidad en nuestro país.

Las cifras más recientes (2011), en cuanto al gasto institucional de recursos económicos para la atención de padecimientos vinculadas con el hábito de fumar, estiman en 75 mil millones de pesos anuales, en los que dominan cuatro principales: Infarto al miocardio, enfermedad cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón. Por concepto de impuestos a las tabacaleras estadounidenses-inglesas que operan en el territorio nacional, se recaudan apenas 35 mil millones de pesos, por lo que el déficit es impresionante.

Y lo grave es que a diario el problema se incrementa y con ello las complicaciones en un México cada vez más complejo dentro de un Sector Salud prácticamente en quiebra por otras enfermedades como la diabetes, provocadas en mucho por el consumo de refrescos de empresas estadounidenses, principalmente Coca Cola y Pepsi, así como alimentos chatarra.

Fue apenas hace seis años, cuando en este país se realizó la primera y única “Encuesta Nacional de Adicciones 2011”, hasta ahora, encomendada por la Secretaría de Salud al Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, con la mediación del Centro Nacional para la Prevención el Control de las Adicciones (CENADIC) y la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), en la que se afirmaría que:

“La globalización de la epidemia del tabaquismo obedece a una interacción compleja de factores, entre los que destacan el carácter transnacional y oligopólico de la industria del tabaco, la creciente publicidad, promoción y patrocinio de los productos dirigidos principalmente hacia las mujeres y los adolescentes, además del cabildeo que llevan a cabo las tabacaleras entre los tomadores de decisiones y grupos de influencia”.

Control absoluto del mercado de los adictos mexicanos al cigarro, de las hermanas Philip Morris International (65 por ciento) y Brithish American Tobacco (35 por ciento), que en su estrategia de dominación, han adquirido empresas mexicanas productoras.

Presionado por el movimiento internacional antitabaco y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud ante la gravedad del problema de deterioro de salud, al que se agregan la economía y finanzas públicas del país, el gobierno mexicano decidió el 30 de mayo de 2008, poner en vigor por primera vez en la historia, la Ley General para el Control de Tabaco.

Intereses transnacionales de mucho peso en el juego de la corrupción oficial, que llevaría hasta un año después a publicar el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, en el que se establecen espacios ciento por ciento libres de humo de tabaco, junto con las condiciones para la importación, venta, fabricación, distribución, propaganda, promociones y publicidad.

Nueva normatividad que lleva en junio de 2009 a crear el Acta de Verificación para Humo de Tabaco. Luego, la difusión en el Diario Oficial de la Federación, del Acuerdo en el que se dan a conocer las disposiciones para la incorporación de leyendas, imágenes, pictogramas e información en las cajetillas de cigarros de todas las marcas comercializadas en el mercado nacional.

Aunque es hasta septiembre de 2010, dos años después de la entrada en vigor de la Ley General para el Control del Tabaco, en que realmente empieza a hacerse efectiva en contra de los consorcios de la muerte en México y en el mundo.

Pero el empleo de fotos por demás dramáticas sobre los graves efectos del consumo de tabaco en la salud de los mexicanos, además del incremento en los precios de las cajetillas de 20 cigarros, no surtió el efecto deseado ante la contraofensiva publicitaria, que incluso fomentó el aumento de mujeres fumadoras, al subrayarse en el mensaje publicitario subliminal la necesidad de identificarse con el rol de ser más glamorosas, de atractivo sexual, de juventud, energía, audaces o fuertes y no necesariamente por tener más dinero.

Hoy se observa no solamente en México, sino a nivel mundial, una feminización de la adicción de mujeres jóvenes y adultas, a las que pareciera no interesarles las advertencias médicas de que el tabaquismo es precursor de cáncer de útero, de mama, cuyas patologías se activan con mayor facilidad al incurrir en esta adicción.

Tabacaleras con publicidad que finalmente mató en 2011 a seis millones de personas en todo el planeta y que en ese mismo año, en nuestro país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 29.5 por ciento del total de defunciones en la población de 15 años y más, tuvieron origen en enfermedades relacionadas con el tabaco. Agregado de la SSA, en el que asegura que hace seis años, ocho de cada 10 muertes por cáncer de pulmón estaban relacionados directamente con el consumo de tabaco.

El fracaso de la estrategia federal para contrarrestar tan peligrosa adicción, llevaría a una nueva campaña a partir del 24 de marzo de 2016, que concluirá el 23 de septiembre de 2017, sustentada en la colocación de una advertencia sanitaria, apoyada en tres imágenes impresas destacadas en las cajetillas. En la primera se observa una cirugía a corazón abierto por un infarto; la segunda, un feto muerto a causa del tabaquismo de la madre, y la tercera, una rata muerta por inhalación del humo.

Reincidencia de la SSA, utilizando el recurso del miedo, que con su repetición seguramente no desalentara el consumo, toda vez que el consumidor se ha familiarizado con ellas y hace caso omiso.

Fases que se sabe no han incidido hasta ahora en el fumador mexicano, que han incluido del 24 de mayo al 23 de septiembre de 2016, la exhibición en 30 por ciento de la parte frontal del empaque, dos fotografías, en la que se incluyó a una mujer fumadora con una perforación en el cuello, por donde sale humo, mientras que en una segunda versión se aprecia una boca llena de colillas de cigarros, con el mensaje de “Fumando… hueles mal”.

De septiembre 24 del año anterior al 23 de enero de 2017, proyecta las imágenes de una mujer en cama, enferma de cáncer de pulmón y de una dentadura afectada por fumar, en la que se puso el letrero: “Fumo…¿me das un beso?

Este martes 23 de mayo concluyó la fase iniciada el 24 de enero, que se apoyan en una radiografía que evidencia el daño en los huesos derivado del tabaquismo, lo mismo que una taza de baño en la que hay orina mezclada con sangre, como consecuencia de una vejiga con cáncer.

A partir del miércoles 24 de mayo y hasta el próximo 23 de septiembre, se busca generar un impacto de advertencia en los hombres, al mostrar un cigarro consumido sin fumar y con la ceniza doblada, simulando la disfunción de la erección. Foto que se combina con otra en la que aparece un joven hospitalizado por padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Hoy, sin duda alguna, está demostrado que todos los caminos que llevan a la adicción al tabaco, conducen también a la muerte segura.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.

Artículos relacionados