Por: Mario Ruiz Redondo
La población de la República del Congo, en Africa, enfrenta hoy la peor epidemia de ébola en la historia del país, al ser declarada fuera de control por sus autoridades sanitarias, que enfrentan ataques al personal médico y la negativa de la población enferma de acudir a los centros de tratamiento.
A nueve meses del reconocimiento oficial como brote, la enfermedad se ha convertido en la más letal en la historia de esta nación africana, al grado de convertirse en la segunda de la clasificación mundial, por muertes y detección de personas enfermas, después de la devastación causada por el virus en Africa Occidental, donde causó 11 mil 300 decesos en 2014.
Del 1 de agosto de 2018 al jueves 2 de mayo de 2019, en El Congo, el ébola se mantiene en su fase de mayor expansión, especialmente en la Región Noroeste, donde en la última semana se han detectado diariamente un promedio de 20 casos, que en el lapso de tiempo desde su aparición acumula oficialmente 970 fallecimientos y mil 480 contagiados, pero que podrían ser muchos más por el descontrol, cuya situación empeora al ser también atacadas por extremistas las instalaciones médicas de atención.
En los años pasados, pero sobre todo en los meses recientes, se ha satanizado en Chiapas, la presencia sin ningún tipo de registro migratorio y sanitario, así como seguimiento de sus desplazamientos por el país, en su ruta hacia Estados Unidos, de seres humanos, adultos y niños, provenientes de Africa, bajo el argumento de que podrían ser portadores de esta grave enfermedad.
Sin embargo, hasta ahora no se ha detectado ningún caso en la ciudad de Tapachula y municipios de la Frontera Sur de México con Centroamérica, de donde provienen en su tránsito desde América del Sur.
En lo que va del año, los varios miles de africanos que se han internado ilegalmente en territorio nacional, han optado la mayoría ha optado por asentarse pacíficamente y en forma dispersa en la segunda ciudad más importante de Chiapas, sea mediante su entrega voluntaria a las autoridades del Instituto Nacional de Migración, para ser alojados en la Estación Migratoria, o acampar fuera de las instalaciones como forma de presión para obtener el salvoconducto que les permita continuar su cambio a la Unión Americana.
Se alojan también en casas por distintos rumbo de la urbe de un millón de habitantes o en hoteles pequeños y casas de huéspedes, con el mismo propósito de aguardar el documento de la autoridad.
Pero no obstante que no se sabe hasta ahora de algún enfermo de ébola, la situación que se vive en República del Congo se convierte en un alto riesgo, en principio para la población de Soconusco y luego la del resto del país, en caso de que una persona contaminada con el virus, considerando que el mayor porcentaje de estos migrantes que han tomado como su nuevo hogar la Región limítrofe con el Istmo Latinoamericano, proviene de ese país.
En los momentos de la peor epidemia de ébola en toda la historia de El Congo, bastarían solamente de 29 a 30 horas de vuelo del aeropuerto internacional de Kinshasa, en la capital de esa nación, para que un enfermo afectado pueda llegar a Guatemala, distante apenas cinco horas de la frontera con México, a donde seguramente se dirigiría para emprender el viaje a Estados Unidos.
Una amenaza que podría convertir en una terrible realidad epidémica para México, ya que el virus tarda de dos a 21 días en desarrollarse en el organismo, hasta llegar a un desenlace fatal, si no es atendido oportunamente.
La Organización Mundial de la Salud advierte que el virus del ébola que se ha descubierto que en un pequeño porcentaje de supervivientes, algunos líquidos corporales pueden seguir dando positivo durante períodos de hasta nueve meses, persistiendo en zonas del organismo menos accesibles al sistema inmunitario, como los testículos, los ojos o el sistema nervioso central.
En mujeres infectadas durante el embarazo, el virus persiste en la placenta, el líquido amniótico y el feto, mientras que en las afectadas durante la lactancia, puede permanecer en la leche materna.
Por lo menos entre cinco y siete mil africanos, más de la mitad oriundos de El Congo, permanecen en Tapachula y sus inmediaciones, con un elevado número de mujeres embarazadas o con niños nacidos en territorio mexicano.
Según la OMS, el periodo de incubación -intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas-, oscila entre 2 y 21 días. Las personas no son contagiosas hasta que aparecen los síntomas. Se caracterizan por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Los resultados de laboratorio muestran disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como elevación de las enzimas hepáticas.
El tratamiento de apoyo —rehidratación con líquidos orales o intravenosos— y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia. Precisa el máximo organismo mundial de la salud, perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas, que todavía no hay ningún tratamiento de eficacia demostrada, pero se están evaluando diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia. Tampoco hay aún vacunas aprobadas para el ébola, pero se están evaluando dos posibles vacunas candidatas.
Una vacuna experimental, denominada rVSV-ZEBOV, ha demostrado proporcionar una gran protección contra este virus mortal en un ensayo clínico a gran escala (11mil 841 sujetos) realizado en Guinea en 2015. Entre los 5837 sujetos que recibieron la vacuna no hubo casos de ébola, diez o más días después de la vacunación, mientras que en los que no recibieron la vacuna hubo 23 casos.
La investigación realizada por el columnista, que vía internet le realizaría reservaciones para viajar desde Kinshasa a Guatemala y México, permite saber que diariamente salen de territorio congolés hacia la capital guatemalteca, vuelos de cuatro de las más importantes líneas aéreas del mundo, que transportan a centenas de personas al suelo chapín colindante con Chiapas.
KLM Royal Dutch Airlines (Compañía Real de Aviación), la holandesa aerolínea principal de los Países Bajos y filial de la empresa Air France, con un costo de 57 mil 853 pesos –tarifa actualizada-, lleva a cabo la travesía de Kinshasa a Guatemala, en 29 horas 55 minutos, con escalas en París (una hora, para cambiar de avión); Amsterdam (una hora 35 minutos), y Atlanta (cuatro horas 57 minutos).
Air France, cumple su recorrido en 29 horas 55 minutos, mediante el cobro de 57 mil 754 pesos, haciendo paradas técnicas en París (tres horas cinco minutos, donde los pasajeros transbordan de aeronave), y Atlanta, cambian de aparato y permanecen cinco horas 49 minutos.
Delta Airlines, sale de Kinshasa, con una tarifa de 57 mil 490 pesos, para llegar a París, donde hace cambio de avión y se estaciona tres horas cinco minutos, y de ahí continuar al aeropuerto estadounidense de Atlanta, en el que aguarda para seguir su viaje cinco horas 49 minutos.
United Airlines, cobra por pasaje 50 mil 92 pesos, con escalas en Bruselas (cuatro horas 15 minutos, en los que hace cambio de avión); en Chicago, hace la misma operación en un lapso de tres horas 10 minutos, para volver a transbordar su pasaje y de ahí a Houston, con destino final en Guatemala.
En la ruta a la ciudad de México, en la que no participa Delta Airlines, la cual es sustituida por Air Canadá, que mantiene actualmente un cobro de 54 mil 378 pesos, desde Kinshasa, con un tiempo de 30 horas 55 minutos y tres 40 minutos de espera para cambio de avión en Bruselas, para partir a Montreal, lugar en el que aguarda seis horas 35 minutos, para seguir avanzando al país colindante con México, al sur del río Suchiate.
La tarifa más baja es la que oferta la estadounidense United Airlines, con valor de 42 mil 630 pesos vigente al 2 de mayo de 2019, parando en Bruselas, con cinco horas 15 minutos en la terminal, para cambiar de aeronave a sus pasajeros y realizar el siguiente contacto en Washington, con permanencia de dos horas 50 minutos para relevo de unidad aérea. Todo en un tiempo de 29 horas 15 minutos.
Air France cobra por pasaje, 87 mil 235 pesos, con tiempo de 25 horas 50 minutos, y escala en París, en que se hace cambio de aparato en cinco horas. KLM, aplica tarifa de 87 mil 568 pesos, haciendo paradas en Nairobi (tres horas 50 minutos con cambio de avión), así como en Amsterdam, lugar en el que aguarda, para el mismo operativo, siete horas 35 minutos, con tiempo estimado de arribo a la capital mexicana, de 30 horas.
La triste realidad de México, es que en la Frontera Sur con Guatemala, ante la inexistencia de mecanismos de control sanitario de quienes proceden esa nación africana, el riesgo de que se inicie un brote de graves consecuencias para los 130 millones de habitantes del país, pareciera inminente, dada la apatía del Gobierno Federal y del mismo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
No se trata de ser extremista o alarmista, sino simplemente realista ante una amenaza latente y potencial, por el flujo constante por la vía aérea que llega a Guatemala y a la misma ciudad de México, donde tampoco se sabe del establecimiento de controles estrictos para enviar a cuarentena a toda persona de origen congolés, considerando la posibilidad de que haya estado contacto con enfermos o que sea portador temporal del virus, el cual entra al organismo por la boca, nariz, ojos o una lesión en la piel.
Insistimos: Hasta ahora, la incapacidad del Gobierno de la República, para atender la problemática migratoria en la Frontera Sur, se disfraza con la cortina de humo de la indiferencia.
Tampoco la autoridad sanitaria estatal ha demostrado tener la voluntad para
hacerlo y se ha quedado en la etapa del discurso, de “blindar sanitariamente la Frontera Sur”, como si ello fuese cuestión de simple decreto.
Están jugando con la salud de la salud de hombres, mujeres y niños que deberían ser lo mismo de importantes que la población del resto de México, cuando pasan por alto la oportunidad de llevar a cabo los exámenes médicos obligados de todos aquellos africanos que se encuentran en la Estación Migratoria, en su explanada y en los terrenos de la Feria de Tapachula, donde el virus podría estar latente, no necesariamente en el período de evolución y desenlace fatal de tres semanas, sino de la posibilidad, como lo plantean fehacientemente las investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, de su permanencia asintomática, pero detectable, en un período de hasta nueve meses.
¿Acaso habrá que esperar, Presidente Andrés Manuel López Obrador, a que empiecen a ocurrir los primeros casos mortales de ébola, para entonces decretar una emergencia sanitaria aberrantemente tardía en la Frontera Sur del país?
Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.
Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.