miércoles, abril 24, 2024

EL CASTILLO: Se va juntando el lavado con el planchado

¿Desde cuántos ángulos no se está haciendo bien la tarea? Resulta que la ola criminal sigue imparable, se cuestionan ahora traslados de reos de la cárcel al hospital, sospechas hasta para quienes resguardan el penal como para aquellos acostumbrados a realizar este tipo de acciones. Los empresarios por fin notaron los afanes exhibicionistas del titular de la Secretaría de Seguridad e inspeccionan, como si no lo supieran y se vivieran diariamente, las cifras de delitos, asesinatos, ejecuciones, secuestros, extorsiones existentes desde la llegada del señor Jesús Alberto Capella y así dan cuenta de la poca o nula efectividad de sus operativos. Así contemplamos no sin estar inmersos en la inseguridad, la forma en la cual los cuerpos policiacos no están haciendo correctamente su trabajo, llegando al registro de ser la semana que está por concluir la del máximo registro de violencia en el País en toda su historia. Ni siquiera la Revolución Mexicana o las guerras civiles protagonizadas en nuestro suelo han arrojado tantos muertos.

Ahora que, la ciudadanía tampoco parece decidida a exigir el cumplimiento de lo sentado en nuestra Carta Magna relacionado no solamente con la seguridad sino con la aplicación de las Leyes, con tener una justicia rápida y expedita, con el establecimiento real del Estado de Derecho. La Fiscalía está perdida entre tanto expediente y solamente atinan a acomodarlos un día tras otro sin llegar al fin de ninguna investigación. Los jueces permanecen impávidos y los magistrados escondidos. Todo el caos utilizado como escudo para mantener viva la corrupción.

Los medios de comunicación se ven rebasados por la información a través de las redes, con todo el riesgo que atender a estas notas implica para quienes se mantienen al tanto de los sucesos solamente a través del Internet. Los informadores de notas rojas o policiacas han sufrido y pagado con su vida alimentar las páginas en donde al parecer sus conocimientos sobre los líderes de los cárteles y la operación de éstos en complicidad con las autoridades son únicos, aunque todavía no comprobables. Así como se demanda coordinación de acciones entre los gobiernos, el federal, estatal y municipal, para alcanzar un grado de seguridad, debiera unirse la ciudadanía y los medios, los integrantes de asociaciones, cámaras, etcétera, inclusive los miembros de corporaciones aún no integrados a las complicidades para hacer frente común y demandar se trabaje seriamente en este renglón que se ha convertido en un cáncer, el cual alcanza las actividades económicas y particularmente las turísticas, eje central de Quintana Roo.

Entre las inconformidades magisteriales por la nueva reforma educativa, cuyos textos volvieron a convertirla en una reforma laboral con algunos otros ingredientes altamente rechazados por los padres de familia y los propios maestros, como es el caso del pase automático de primero a tercer grado; los surgidos en el sector salud por la escasez de medicamentos y el retraso cada vez mayor para las consultas con especialistas y los análisis y estudios ordenados; en relación con las viviendas y los abusos de fraccionados así como los incumplimientos de las municipalizaciones; los fraudes cometidos en todos los renglones: inversiones, operaciones comerciales, etcétera; las controversias constitucionales provocadas por las poses de autoritarismo; los jaloneos producto del resultado de las elecciones intermedias y, particularmente, las relacionadas con el reparto de las cómodas curules plurinominales; las demandas de campesinos exigiendo les sean entregados los recursos prometidos; la baja en tarifas de hoteleros y la cancelación de vuelos particularmente de los nacionales y, esto último, con cargo al gobierno; el remate que nos vino a dar la madre naturaleza con el sargazo, son los temas que debieran prevalecer en la agenda gubernamental. Claro, si se que ésta existe o se registra también un vacío en torno a quién, finalmente, debe poner el orden.

Artículos relacionados