jueves, marzo 28, 2024

El Caníbal de la Guerrero

Samantha Araceli Landa Hernández
CIUDAD DE MÉXICO.- José Luis Calva Zepeda “El Caníbal de la Guerrero”. Nacido en la Ciudad de México. Fecha de Nacimiento: 20 de junio de 1969. Escolaridad: Preparatoria,

A los dos años perdió a su padre por lo que quedó en custodia de su madre. Sin embargo, la mujer, quien era responsable de sus seis hijos, comenzó a buscar refugio en el alcohol, tal adicción ocasionó que empeorara el carácter agresivo e intolerante de su progenitora. Incluso empezó a implementar castigos terribles en su contra. Un ejemplo fue cuando José Luis rompió una figurilla de porcelana y su madre lo obligó a dormir en el patio: “la frialdad de la madrugada nunca la podré olvidar, el rocío de la noche enfrío mi alma hasta quemar mi ser”. No todo era malo, puesto que mantenía una relación cercana con su hermana. Sin embargo, la constante violencia verbal, física y psicológica a la que era sometido lo motivó a escapar de su asa a los seis años.

A los seis años, el pequeño Calva ya no soportó más la situación y decidió escapar de su casa, aminaba por las calles del municipio de Nezahualcóyotl en condiciones precarias y, en muchas ocasiones, cometía robos para sobrevivir, lo que lo llevó a consumir drogas y alcohol a una corta edad: “Un infierno que marcó mi alma”.

Poco tiempo después regresó a su casa materna, en donde, además de la golpiza que su madre le propinó, fue víctima de abuso sexual por el amigo de uno de sus hermanos (1976), lo que lo cambio de por vida. Aun así, siguió adelante como un niño introvertido e inseguro que buscaba constantemente la aprobación de su madre sin nunca conseguirlo.

VIDA ADULTA
Sus parejas debían ser aprobadas por su madre, reflejando un complejo de Edipo muy marcado. Su primera relación formal fue en 1992, se casó a los 23 años y tuvo una hija; sin embargo, el matrimonio no prosperó.

En 1996 fue detenido por portar arma blanca, fue arrestado por primera vez y estuvo poco tiempo en la cárcel.
Inicia una relación amorosa con Juan Carlos Monroy Pérez, la cual fue muy larga, pero al mismo tiempo mantenía relaciones con otras personas.

Posteriormente, comienza a actuar, publica libros expresando sus sentimientos e ideales bajo el seudónimo de “El Caminante”. Se le atribuyen más de 800 poemas y obras de teatro, en una de sus obras escribió la dedicatoria diciendo lo siguiente: “dedico estas palabras a la creación más grande del universo que soy yo”.

En 2004 sostiene una relación amorosa con Verónica Consuelo Martínez pero ella se oponía a ser mamá. Después de muchos problemas, terminan y motivado por su personalidad psicópata, secuestró, torturó, asfixió y descuartizó a la mujer y dejó los restos en bolsas negras de basura en Chimalhuacán, la mamá de Verónica sospechaba de él, por lo que decide denunciarlo, giran una orden de aprehensión pero no es atrapado. Tiempo después, cobró a su siguiente víctima, se trató de una sexoservidora “La Jarocha”, que trabajaba en el centro de la Ciudad de México, sus restos los volvió a empaquetar en dos bolsas de basura y presentaban el mismo patrón de asesinato.

PERFIL DE LA VÍCTIMA
La mayoría de sus víctimas trabajaban en una farmacia, eran robustas, de baja estatura, de escasos recursos (representando vulnerabilidad) y de edad avanzada.

José Luis Calva Zepeda vivía con un gran rencor hacia las mujeres y con un conflicto hacia su feminidad, a decir de los expertos: “entre más sádicos y crueles eran los homicidios, más sentía que lograba destruir su lado femenino y su latente homosexualidad”, así como generar control y acabar con el desprecio del cual sentía era objeto.

El tercer asesinato sería el más perturbador, después de un mes de noviazgo, su pareja terminó con Calva Zepeda, pero él la invitó a tomar un café a su departamento e intentó convencerla de regresar, al no aceptar comenzaron a discutir, y bajo los efectos de la cocaína, la golpeó y estranguló; desmembró el cuerpo en el baño para luego freír la carne y tirar parte de los huesos en una caja de cereal, con este acto poseía a su víctima, absorbía sus cualidades femeninas y así no lo abandonaría. La buena suerte e inteligencia del asesino fueron insuficientes cuando ejecutó a su tercera víctima. Los familiares de la occisa pusieron una denuncia para tratar de dar con su paradero e iniciaron las investigaciones.

LA INVESTIGACIÓN
La investigación que llevó a dar con Calva Zepeda devino después de que la familia de Alejandra Galeana Garavito, una mujer de 32 años y madre de dos hijos, reportara su desaparición ante las autoridades. En realidad, para los agentes judiciales que tomaron el caso no fue tan difícil asociar a Zepeda con la desaparición pues, además de que fueron informados de que la desaparecida era su pareja sentimental, los rumores del barrio apuntaban a que la última vez que había sido vista se encontraba en los alrededores de su vivienda.

Tras la minuciosa investigación comandada en 2007 por la entonces Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, en cuyo mando estaba Rodolfo Félix Cárdenas, quien formaba parte del gabinete del Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, se descubrió que, en su departamento ubicado en la popular colonia Guerrero, almacenaba restos humanos en su alacena y refrigerador.

LA DETENCIÓN
Era una fría tarde el 8 octubre de 2007, en el entonces Distrito Federal, cuando agentes de la Procuraduría capitalina rondaban el departamento de José Luis, ubicado en la colonia Guerrero, en el número marcado con el 198 de la calle de Mosqueta. Este, al percatarse, trató de escapar o quizá suicidarse, de último momento, lanzándose de la ventana hacia el exterior, pero fue atropellado por un taxi, las autoridades lo auxiliaron y el mismo día revisaron su domicilio.
Entonces encontraron algo que los perturbó por completo; en el inmueble había restos humanos dispersos en el comedor, estufa, sartenes, refrigerador y hasta en el ropero. Además, en un plato yacían trozos de carne cocida junto con limones y salsa, sobra decir que la carne pertenecía a su ex pareja. Él mismo negó, siempre, que comiera carne humana y alegó que destazó a su última víctima para desaparecer el cuerpo “por partes”.

Después de que José Luis fuera detenido y debido a las circunstancias de los hallazgos, los medios de comunicación lo apodaron “El caníbal de la Guerrero“.

Esto sin tener certeza de que realmente se dedicara a practicar la antropofagia.

LA DECLARACIÓN
El sujeto, quien ya comenzaba a ser conocido como El Poeta Caníbal o El Caníbal de la Guerrero tuvo que rendir su declaración en el Hospital de Xoco, debido a que la caída, en su intento de huida, le había costado un fuerte golpe. Sus palabras dejaron congelados a sus entrevistadores: “Sí maté a la mujer, pero no la comí; encontraron mis poesías, ¿qué les parecieron?”.

EL PROCESO
A El Poeta Caníbal se le vinculó con otros dos casos de mujeres asesinadas. El primero, el de una expareja suya, a la cual había conocido en 2004 y cuyos restos, mutilados, fueron hallados en un basurero del Estado de México y el de una prostituta quien jamás fue identificada pero cuyos restos fueron hallados, también, cercenados. Tras análisis científicos, se determinó que los restos correspondían a quien en vida fuera su pareja.

Frente a la rejilla de prácticas, el titular del juzgado, Juan Jesús Chavarría Sánchez, informó al acusado que enfrentaría proceso ordinario bajo la causa 280/07 por los delitos de homicidio calificado y profanación del cadáver, con las agravantes de saña, traición, alevosía y ventaja.

Tras analizar las pruebas presentadas por el Ministerio Público, el juez consideró que había evidencia suficiente para establecer que Calva Zepeda, actuó de manera consciente en el tiempo y lugar en el que ocurrió el hecho en agravio de Alejandra Galeana Garavito.

Con aspecto serio y portando una forra blanca, el acusado escuchó la resolución del juez, quien le indicó que contaría con 15 días para presentar pruebas a su favor y que el juicio duraría máximo un año, informó el Tribunal Superior de Justicia capitalino.

LA SENTENCIA
El 31 de octubre de 2007, el juez 21 en Materia Penal del Reclusorio Preventivo Oriente dictó auto de formal prisión a José Luis Calva Zepeda, conocido como “El Caníbal” de la Guerrero, por el delito de homicidio calificado y profanación de cadáver.

CUMPLIMIENTO DE LA PENA Y MUERTE
Poco tiempo después, el 11 de diciembre del mismo año, lo encontraron colgado en su propia celda por lo que se declaró que la causa de muerte había sido suicidio.

No obstante, su hermana sostuvo que el cadáver presentaba huellas de tortura y violación por parte de los internos, quienes supuestamente le metieron un palo por el ano y le destrozaron los genitales. Además, el cinturón con el que supuestamente se había colgado no le pertenecía por lo que, con mayor probabilidad había sido asesinado. Además dijo que José Luis Calva, antes de morir, se había vuelto “loco” y mirándola decía: “Soy el caníbal”.

Antes de morir, José Luis Calva Zepeda escribió su historia llamándola: “Instintos Caníbales”, en dónde agregó como “fin” su suicidio. En el velorio de Calva Zepeda, el hermano de una de las mujeres que asesinó trató de entrar para abrir el ataúd y comprobar que dentro de él se encontrara José Luis Calva, pero las autoridades lo impidieron.

Problemas maternos, era el motivo para matar. Odio hacia las mujeres. ¿Feminicidas?

CONCLUSIÓN
El Caníbal de la Guerrero era un feminicida que mataba para acabar, simbólicamente, con su lado femenino, tomar venganza de los tratos que recibía de su madre y recibir la atención, hasta mediática, que jamás consiguió de su madre.

ARTE INSPIRADA EN EL CASO
Sobre el caso se han realizado estudios serios como el de la criminóloga Lucía Bort Lorenzo, quien publicó el libro titulado José Luis Calva Zepeda, ¿el poeta caníbal? Análisis criminológico de un homicida serial, en el cual se puede entrever que en realidad no hay certeza científica de que José Luis se dedicara a practicar la antropofagia.

Con bajo presupuesto y con una difusión que se entró en los tianguis del país, iniciada en el más grande, el de Tepito, en 2008 vio la luz la película “El Caníbal de la Guerrero”, dirigida por Enrique Murillo (La casa de enfrente) y cuya historia “gore” se inspiró en Calva Zepeda y sus asesinatos.

En ella actúan Guillermo Quintanilla y John Solís como el caníbal. El guion es obra de Carlos Valdemar (Vacaciones del Terror), quien centró su atención en los esfuerzos de dos agentes por resolver los asesinatos de mujeres en la colonia Guerrero.

Por otra parte, el director y productor de cine Eduardo Madero se inspiró en este personaje para dar vida a la película El caníbal de la Guerrero.
AM.MX/fm

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