Miguel Ángel Ferrer
Son varios los razonamientos que llevan conjeturar que es muy improbable que Estados Unidos se decida a invadir militarmente a Venezuela. Uno de estos razonamientos es la declarada oposición de Rusia y de China, potencias que entienden que el dominio de Washington sobre Venezuela implicaría un enorme reforzamiento del poderío económico, militar, propagandístico y geoestratégico de EU.
Para Rusia está claro que no puede cometer nuevamente el yerro de haberle dejado las manos libres al imperialismo en Afganistán, Irak y Libia. Error también cometido en la antigua Yugoslavia y mas recientemente en Ucrania.
En Siria, el gobierno de Bashar al Assad casi fue aniquilado por los mercenarios al servicio de EU hasta que Rusia decidió involucrarse plenamente en la defensa de la integridad territorial del país agredido, antiguo aliado soviético y ruso.
Corea del Norte pudo resistir y vencer la agresión militar yanqui de 1950-1953 merced a la decisiva ayuda de China con sus millones de soldados participando en la defensa del pequeño país. Y es indudable que Cuba socialista no existiría siquiera si la Unión Soviética no hubiera sido garante de la sobrevivencia de la revolución comandada por Fidel Castro.
La lección es clara: dejarle libres las manos al imperialismo es contribuir involuntariamente a su reforzamiento y mayor poderío. Un retorno a la situación de unipolaridad que prevaleció cuando la URSS dejó de existir y Rusia no había renacido de las cenizas del poder soviético.
Pero además, EU sólo ha logrado reunir en su favor a una cincuentena de países de los 193 que conforman la comunidad internacional, es decir, apenas una cuarta parte. Y por lo que toca a Latinoamérica, Washington ni siquiera ha logrado ese 25 por ciento. Está claro que en el tema Venezuela el imperialismo y sus vasallos son minoría.
Y hay otros factores que sugieren un frenazo de esa invasión. En primer lugar el enorme poderío militar de Venezuela. Se trata, al menos, de dos millones y medio de soldados. Y es bien sabido que el ejército venezolano cuenta con los más modernos sistemas de defensa antiaérea de fabricación rusa. Y que cuenta igualmente con una poderosa flota de aviones ultramodernos, también de origen ruso, de probada eficacia combativa.
La experiencia de los últimos 70 años enseña que EU sólo agrede militarmente a países débiles, indefensos y sin aliados poderosos. Y que aún en estos casos, con la excepción de Granada y Panamá, la invasión no se ha saldado con la victoria.