ECONOMÍA Y POLÍTICA: AMLO y la Comisión de la Verdad

Fecha:

MIGUEL ÁNGEL FERRER

A lo largo de los últimos cuatro años han corrido dos versiones sobre el crimen de la Noche de Iguala. Una, ideada y desplegada desde el poder, es que se trató de un asunto de narcotráfico. En ella se asegura que los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, secuestraron un autobús en el que, cosa que ellos ignoraban, se trasladaba droga. Y que este hecho hizo enfurecer al grupo de narcos dueños de esa carga, lo que los llevó a decidir dar un escarmiento a los muchachos a fin de que todo el mundo entendiera que con el negocio del narco nadie debe entrometerse.
Esta interesada versión no niega la participación de diversas instancias gubernamentales: gobiernos y policías municipales, gobierno y policía estatal, policías federales y miembros del ejército. Pero esta participación gubernamental se atribuye a la complicidad con el narco de estas instancias oficiales. De este modo se refuerza la idea de que finalmente se trató de un asunto de tráfico de drogas.
La segunda versión de los hechos sostiene que el gobierno federal, ebrio de poder, decidió poner un hasta aquí definitivo a las actividades subversivas, movilizadoras y críticas del poder del normalismo rural mexicano, enemigo con poderosas raíces populares, al que el Estado ha intentado liquidar de todas las formas posibles sin hasta ahora haber podido conseguirlo.
De modo que una de dos: crimen del narco o crimen de Estado. Y aunque la versión que atribuye al narco la responsabilidad de los hechos ha tenido muy buena prensa y la autoría oficial, no es sencillo, por esas mismas razones, tragársela. Es una reedición de la vieja historia del ratero que, sorprendido en su accionar, señala hacia otro lado mientras grita: “¡Al ladrón, al ladrón!”  con el fin de desviar las miradas sobre sí mismo al señalar a un personaje inexistente.
Además de la inverosimilitud de la versión del narco por las razones señaladas, hay otros hechos que refuerzan la hipótesis del crimen de Estado: la inicial resistencia del gobierno federal por atender un asunto sin duda gravísimo que emparentaba al gobierno mexicano con la política sudamericana de la desaparición forzada; la tardía y sesgada investigación federal; el ocultamiento y destrucción de evidencias; y los resultados de otras investigaciones.
Por todo lo anterior, y a pesar de la creencia de cada quien, es necesaria la creación y funcionamiento de una Comisión de la Verdad. Solo una investigación de este tipo puede esclarecer plenamente lo ocurrido aquella noche del 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala y conocer los nombres de quien ordenó la atrocidad y de quienes la ejecutaron.

Compartir

Popular

Artículos relacionados
Related

En acciones coordinadas del Gabinete de Seguridad se llevaron a cabo detenciones, cateos, aseguramientos de armas de fuego y de distintos tipos de droga

El Gabinete de Seguridad del Gobierno de México informa acciones relevantes del miércoles 03 de diciembre de 2025 en: Durango, Estado de México, Guanajuato, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas

Trabajo decente femenino con avances y rezagos críticos en México: Afore SURA

CIMAD-IPADE advierte sobre los efectos acumulativos de la exclusión femenina y llama a rediseñar políticas de inserción laboral con enfoque de género. 23.8% de jóvenes mexicanas no estudia, no trabaja, ni se capacita.

Once vehículos recuperados en Cancún revelan resultados de operativos conjuntos en Quintana Roo

La gobernadora Mara Lezama encabezó la restitución de once vehículos recuperados en Cancún, resultado de operativos coordinados entre autoridades estatales y municipales, reforzando la cultura de la denuncia y las acciones contra la extorsión y el robo.

Qué cambió para la minería mexicana en 2025 y por qué marcará el rumbo el próximo año

La minería mexicana registró producción récord en 2024, pero enfrentó caída en inversión, exploración mínima y trámites por resolver que limitaron el crecimiento.