El 2024 marcó un año de transición clave para las inversiones, destacando la digitalización, diversificación y educación financiera como pilares esenciales para 2025
El 2024 cerrará como un año de ajustes y decisiones clave tanto en México como en Estados Unidos, marcado por elecciones presidenciales en ambos países que redefinieron sus agendas económicas y políticas. Este contexto de transición tuvo un impacto directo en los mercados financieros y en el comportamiento de los inversionistas, quienes buscaron alternativas para fortalecer sus carteras, aprovechando sectores resilientes y de alto rendimiento.
En México, las elecciones de junio generaron expectativas respecto al rumbo económico y las políticas fiscales que podría adoptar la nueva administración. Esto, sumado a un entorno de alta inflación, que al cierre de noviembre se posicionó en 4.55%, y tasas de interés elevadas, fortaleció la preferencia por el mercado de fondos de inversión. Según datos de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), este segmento concentró el 74% de los activos gestionados, mientras el número de clientes alcanzó los 9.48 millones, un crecimiento de 303% durante los últimos seis años.
Por otro lado, en Estados Unidos, las políticas económicas implementadas durante 2024 mostraron resultados positivos, especialmente en la moderación de la inflación. En noviembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento interanual del 2.7%, ligeramente superior al 2.6% de octubre. Tras dos recortes consecutivos de la Reserva Federal en las tasas de interés, que actualmente se ubican en un rango de 4.50%-4.75%, se observó un fortalecimiento en el sector inmobiliario, consolidándose como un pilar clave para los inversionistas.
Dentro del mercado de bienes raíces, los segmentos industrial, comercial y multifamily continuaron destacándose. El multifamily, con la entrega de más de 360,000 unidades nuevas hasta septiembre (un incremento del 44% respecto al año anterior), reforzó su papel como una opción sólida para diversificar portafolios, generando rendimientos consistentes provenientes de dichas rentas. La tasa de vacancia se mantuvo estable en el tercer trimestre, en 8%, inferior al promedio de los cinco años previos a la pandemia (8.4%).
A la par, el segmento industrial, utilizado para actividades como manufactura, almacenamiento, distribución y logística, mostró fortaleza en medio de los ajustes derivados de la política monetaria y la evolución económica global. Este dinamismo ha sido impulsado por el auge del comercio electrónico y el comercio minorista, que alcanzó su mayor nivel en 18 meses. Con 96 millones de pies cuadrados de absorción neta registrados en lo que va del año, el segmento está en camino de superar los 100 pies cuadrados de absorción neta para el cierre de 2024.
“Los segmentos multifamily e industrial destacan como los más relevantes dentro del sector inmobiliario en Estados Unidos y los preferidos entre los inversionistas latinoamericanos, quienes los consideran opciones efectivas para proteger su capital”, explica Mariza Alvarado, Directora Comercial de México, América Central y Caribe de Dividenz.
A su vez, comparte tres tendencias clave que marcarán el panorama de las inversiones el próximo año:
- Digitalización como motor de eficiencia: La digitalización seguirá acercando los mercados financieros a una mayor diversidad de participantes, impulsada por tecnologías avanzadas que permiten obtener y procesar información en tiempo real. Plataformas de inversión, fintechs y sistemas de trading automatizado no solo optimizan las decisiones al basarse en algoritmos y análisis de datos instantáneos, sino que también integran herramientas como la inteligencia artificial para anticipar tendencias y mejorar la precisión de las operaciones. La seguridad ha evolucionado con tecnologías de encriptación avanzadas y sistemas de autenticación multifactor, garantizando que las operaciones se realicen con altos estándares de protección. La digitalización elimina barreras geográficas y costos asociados, facilitando la participación desde cualquier lugar de forma remota.
- Diversificación para mitigar riesgos: Ante la volatilidad económica local, los inversionistas buscan alternativas para diversificar más allá de los instrumentos tradicionales. Activos como los bienes raíces en Estados Unidos seguirán destacándose como opciones sólidas. Plataformas digitales especializadas permiten combinar estrategias, como participar en un fondo inmobiliario y adquirir una porción directa de una propiedad, diversificando entre segmentos como el multifamily e industrial. Los fondos de inversión basados en activos inmobiliarios diversificados, como Cash Fund, el fondo de inversión de Dividenz, se han convertido en opciones atractivas para quienes buscan flexibilidad y rendimiento. Con un ticket de entrada de USD 2,000, Dividenz Cash ofrece una renta fija anual de 6.50%, y una tasa promocional del 3% extra para primeras inversiones hasta USD 15,000, totalizando un 9.50% anual durante nueve meses.
- Educación financiera como ventaja competitiva: La educación financiera se ha convertido en una herramienta indispensable para tomar decisiones acertadas. Este conocimiento no solo permite interpretar tendencias globales y actuar con mayor criterio, sino que también está atrayendo a una nueva generación de participantes, como los jóvenes, quienes han comenzado a invertir desde edades tempranas gracias a plataformas digitales y programas educativos. La educación financiera facilita reconocer oportunidades, mitigar riesgos y optimizar rendimientos a corto, mediano y largo plazo. “La educación financiera es esencial para generar confianza en las inversiones, ya sea para jóvenes que dan sus primeros pasos o para perfiles consolidados que aspiran a estrategias más sofisticadas”, señala Mariza.
La lección de 2024 es clara: adaptarse a los cambios y anticiparse a las tendencias será crucial para construir carteras de inversión sólidas en 2025. La combinación de digitalización, diversificación y educación financiera está abriendo paso a inversiones transnacionales, con Estados Unidos consolidándose como un destino destacado gracias a su estabilidad económica y atractivo para el capital extranjero. Identificar y aprovechar las tendencias adecuadas será clave para avanzar hacia un futuro más robusto.