Ciudad de México.- El Congreso de la Ciudad de México abrió un llamado urgente para fortalecer los servicios de atención psicológica en escuelas de todos los niveles, con el fin de impulsar estrategias que permitan prevenir conductas asociadas al fenómeno conocido como incel, abreviación de involuntary celibate o célibe involuntario. La solicitud fue dirigida a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), ante el incremento de comportamientos agresivos, discursos de odio y riesgos de suicidio vinculados a esta subcultura digital.
Legisladores advierten sobre impacto emocional y captación en comunidades de odio
La diputada Ana Luisa Buendía García, del grupo parlamentario de Morena, expuso que la vida en entornos digitales ha generado una crisis silenciosa entre la juventud masculina, donde la depresión y la ansiedad se han vuelto terreno fértil para dinámicas de manipulación en línea. Señaló que estas condiciones dejan a muchos jóvenes en vulnerabilidad, al ser “presas fáciles de grupos que ofrecen una falsa pertenencia a cambio de odio”.
Caso del CCH Sur evidencia riesgos de radicalización violenta entre estudiantes
Durante la discusión, la legisladora recordó el violento ataque ocurrido el 22 de septiembre de 2024 en el CCH Sur, donde “un estudiante fue presuntamente asesinado y un trabajador resultó herido a manos de otro alumno que difundía mensajes vinculados a grupos misóginos y de odio”. Este hecho, afirmó, revela una problemática que va más allá del acoso escolar tradicional y muestra cómo la radicalización violenta puede instrumentalizar a jóvenes emocionalmente frágiles.
La diputada destacó que la ansiedad afecta actualmente a más de 50 por ciento de la población joven en la capital, mientras que los problemas de salud mental y el suicidio se han posicionado como la segunda causa de muerte entre estudiantes universitarios, especialmente en instituciones como la UNAM y el IPN.
Subcultura incel crece en espacios digitales y amplifica discursos de odio
En su intervención, Buendía García señaló que el fenómeno incel ha adquirido mayor visibilidad en la era digital, pese a que su origen data de 1997, cuando surgió como un espacio de apoyo para personas solitarias. Con el paso del tiempo, explicó, este movimiento mutó hacia comunidades virtuales conformadas mayoritariamente por hombres jóvenes que, al sentirse rechazados afectiva y sexualmente, adoptan y reproducen mensajes extremistas.
Estas dinámicas, enfatizó, representan un riesgo real que requiere intervención temprana desde las instituciones educativas.
AM.MX/CV
