martes, abril 23, 2024

#DESDELABARRERA: Las olas vienen en series de 7, esta es a penas, la tercera… ¡El Covid NO se ha acabado!

Aletia Molina. La vacuna no es el fin del periodo de adaptabilidad constante que requiere el mundo en estos tiempos. Los esfuerzos deben estar en el tratamiento, ya no en la vacuna; de la mano de soluciones para las consecuencias del confinamiento, pero también del nuevo comportamiento del consumidor que aún vacunado, se está enfermando e incluso, falleciendo (aunque Rockstar Gatell piense “si no veo, no sucede”)

Un ejemplo de la quimera de los tiempos es el sector automotriz que observó en su prospectiva que marzo rompería records de venta de los últimos 20 años y al mismo tiempo se enfrenta a una escasez de semiconductores que, para empezar, impedía cumplir con la demanda de China. El problema es global porque cada carro nuevo utiliza entre 500 y mil 500 diferentes chips para poder realizar sus diferentes funciones.

Durante 2020 la industria automotriz participó con 3.5% del PIB de México y con el 18.9% del PIB manufacturero. Esto representó un retroceso de 2 puntos porcentuales respecto a 2019. Entendible por la pandemia, pero delicado para la economía.

Aunque la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier tiene claro el reto, se ve difícil que su jefe le quiera entrar con inversión o facilidades gubernamentales que, si bien es un problema hoy, considerando el absurdo estilo del presidente lo entenderá como coyuntural y después que no será en su año.

Parece mentira que la sociedad más avanzada de la historia, la mejor informada, la que dispone de las tecnologías más sofisticadas, la que ha logrado los avances científicos más asombrosos, pierda decenas de miles de sus miembros cada día a causa de un virus que no representa, aparentemente, gran complejidad. Sin embargo, hoy no sabemos cuánto influye el número de horas de cierre de los bares, ni el impacto del uso o no del cubrebocas en la vía pública.

La impotencia de los técnicos-expertos, como también lo son los errores cometidos desde el inicio de la crisis, baste recordar que ya en primavera había informes sólidos que sugerían la transmisión por aerosoles, pero no fue hasta el mes de noviembre cuando todos asumieron que ese tipo de transmisión formaba parte del mecanismo de contagio, del mismo modo que resulta inaudito que, muchos meses después, aún no esté generalizado el uso correcto del cubrebocas.

La evolución de la pandemia muestra que nadie ha encontrado la receta adecuada… ¡Nadie!

Mientras discutimos a qué hora cerramos los bares, los casos siguen creciendo, esta vez sobre hospitales con un notable nivel de ocupación. Un año y medio después, seguimos con el recuento casi artesanal de los casos positivos y los ingresos hospitalarios, mientras repetimos las mismas propuestas que sólo han mostrado su limitada eficacia.

La gente del mar sabe que las olas vienen en series de siete, vamos en la tercera, aún podemos encontrar la solución para aprender a vivir en modo pandemia.

Ya es inevitable cabalgar sobre la tercera ola sin una tabla que nos ayude a mantenernos en pie, nos toca, de nuevo, nadar y nadar hasta la orilla. Es de imperiosa necesidad reflexionar.

La gente del mar, también sabe que la séptima ola es la más fuerte, no debemos esperar, es preciso aplicar medidas en todos los sectores y reforzar las acciones de información y persuasión; no olvidemos que nosotros somos nuestra mejor vacuna, si seguimos las normas de protección.

@AletiaMolina

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