Aletia Molina
N’ombre, casi nada. Alrededor de 6 millones de negocios que generan 8 de cada diez empleos en México.
En Francia y Canadá, a los pequeños y medianos empresarios se les ha eximido del pago de impuestos y servicios durante el tiempo que prevalezca la restricción sanitaria, además de que se les han entregado apoyos económicos de manera directa.
Pero, para desgracia de los mexicanos, no tenemos un Macron ni un Trudeau, nomás un López cuatrotero.
Dos de cada tres bajas laborales, el 66%, han ocurrido en empresas con 251 o más empleados, por lo que se consideran como grandes, informó Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), al precisar que el 25% del total ocurrieron en compañías con más de 1,000 empleados.
Las entidades con mayor pérdida de empleo, añadió Alcalde, son Quintana Roo, Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Tamaulipas, que en conjunto registran 56% del total de los despidos, 193,000.
Del total de bajas laborales, 148,845 ocurrieron en los primeros seis días de abril, lo que muestra que el fenómeno se agudizó desde que el 30 de marzo se declaró la emergencia sanitaria por coronavirus, que implica suspender actividades no esenciales de todos los sectores.
En México, 20 millones 613,536 de personas estaban afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hasta el 29 de febrero, uno de los principales indicadores para medir el empleo formal del sector privado en el país.
Con las recientes bajas, en plena emergencia, 216,102 personas han perdido el acceso a los servicios de salud por no cumplir con el requisito de ocho semanas de cotización, expuso este miércoles el titular del IMSS, Zoé Robledo.
Aunque el 70% de los servidores públicos, afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estadoasdaf (ISSSTE), están en casa, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha afirmado que no hay bajas en el Gobierno federal.
Su resistencia para apoyar a estas empresas, además es manipuladora, nadie le está pide que rescate por completo a millones de empresas. No. Lo que se necesita, es una tregua en esta crisis, diferir la carga fiscal, entregar recursos directos a pequeños y medianos negocios para que puedan salir adelante durante los meses más críticos, no hay certeza, más que de que habrá quiebras masivas y el desempleo alcanzará cifras aún más dramáticas.
AMLO prefiere no sacrificar recursos de sus obras sexenales “más” importantes: Aeropuerto de Santa Lucía, Refinería de Dos Bocas y Tren Maya, para destinarlos, que salvar negocios y empleos. Llevándose entre las estabilidad económica de millones de mexicanos a cambio de sacar adelante sus elefantes blancos.
Aletia Molina
@AletiaMolina