Francisco Medina
El martes 1º de octubre se reanudan labores de investigación, administración y parcialmente, las de difusión cultural en Ciudad Universitaria. El Consejo Nacional de Huelga decide continuar la huelga escolar. En dos asambleas, celebradas, una por la mañana y otra por la tarde en la explanada de la Rectoría de Ciudad Universitaria, estudiantes universitarios y politécnicos reiteran su decisión de no volver a clases en tanto no sean solucionadas de manera satisfactoria las demandas estudiantiles.
Se hace la invitación al mitin del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas.
Por aquellos días, en Estados Unidos el movimiento llamado Black Power empezaba a tomar fuerza y defendía los valores de la población negra frente a la opresión que sufrían en muchos ámbitos. Hacían apología de los orígenes africanos de la población negra y utilizaban diversa simbología para explicar sus preceptos.
El primer uso del término Black Power como eslogan social y político fue realizado por Stokely Carmichael (posteriormente conocido como Kwame Ture) y Willie Ricks (posteriormente conocido como Mukasa Dada), ambos organizadores y portavoces del Comité Coordinador de Estudiantes contra la Violencia (CCEV). El 16 de junio de 1966, después del intento de asesinato de James Meredith durante la Marcha contra el Miedo, Stokely Carmichael dijo: “¡Es la 27ª vez que me han arrestado y no pienso volver a la cárcel! La única forma de que los blancos paren de abusar de nosotros es tomando el poder. ¡Lo que vamos a decir ahora es Black Power!.
Stokely Carmichael consideraba el concepto de Black Power como una forma de solidaridad entre individuos dentro de su movimiento político. Con su concepción y articulación de la palabra, consideraba que su movimiento no sólo era un movimiento contra la segregación racial, sino para combatir el racismo extendido entre la sociedad estadounidense. Una y otra vez insistió: Por última vez, “Black Power” significa personas negras uniéndose para formar una fuerza política que elige representantes u obliga a sus representantes a defender sus intereses.7
Algunos adherentes del Black Power creen en la autonomía de los negros, pero con gran variedad de tendencias como una manifestación de nacionalismo y separatismo. A menudo los defensores del Black Power están decididos a utilizar la violencia para alcanzar sus objetivos, pero esta postura a menudo es acompañada con un esfuerzo decidido a organizar a la comunidad. Debido a su actitud violenta, en muchas ocasiones los adherentes del Black Power entraron en conflicto directo con los líderes del Movimiento por los Derechos Civiles, a menudo actuando de forma antagonista. Sin embargo, algunos grupos e individuos participaron tanto entre los movimientos a favor de los derechos civiles como en el activismo del Black Power.
No todos los defensores del Black Power estaban a favor del nacionalismo negro o del separatismo. Aunque Stokely Carmichael y el CCEV apoyaban el nacionalismo negro, organizaciones como el Partido de las Panteras Negras para la Autodefensa, no lo apoyaban. Aunque se consideraban en conflicto con la estructura del poder establecido en manos de los blancos, no consideraban a todos los blancos como enemigos, sólo a quienes mantenían la estructura de segregación racial.
Bobby Seale, Canciller y co-fundador de las Panteras Negras fue especialmente claro sobre esta diferencia. Consideraba que la opresión de los negros se debía más al resultado de la explotación económica que al racismo inherente en la sociedad. En su libro Seize the Time afirma que Desde nuestro punto de vista se trata de una lucha de clases entre la clase trabajadora proletaria y la pequeña clase gobernante. Los trabajadores de todas las razas deben unirse contra la opresión y explotación de la clase gobernante. Así que dejadme enfatizarlo de nuevo: creemos que nuestra lucha es una lucha de clases y no una lucha de razas.
Bayard Rustin, un veterano del Movimiento de los Derechos Civiles, fue un duro crítico del Black Power en sus primeros días. En 1966, poco después de la Marcha contra el Miedo, Rustin escribió que el Black Power no sólo carece de un valor real para el movimiento por los derechos civiles, sino […] que su propagación es realmente perjudicial. Desvía al movimiento de un debate serio y razonado favoreciendo estrategias y tácticas personales, aísla a la comunidad negra y fomenta el crecimiento de fuerzas en contra de los negros. Criticó especialmente al Congreso de Igualdad Racial (COIR) y al CCEV por apoyar el Black Power, afirmando que esas dos organizaciones habían despertado al país, pero ahora se encuentran aisladas y desmoralizadas, gritando un eslogan que puede permitirles una satisfacción momentánea, pero que terminará destruyéndoles con su movimiento.9
Aparte de los Estados Unidos, el Black Power alcanzó una proyección internacional, con ramificaciones en el Internacionalismo Africano, el Pan-Africanismo, el nacionalismo negro y el supremacismo negro.
Muere el poeta de “El payaso de las bofetadas”
El 18 de septiembre de ese 1968, en la colonia San Rafael en la Ciudad de México, moría el poeta español León Felipe, quien naciera en Tábara (Zamora) el 11 de abril de 1884. Su verdadero nombre era Felipe Camino Galicia. Tras abandonar sus estudios de farmacia viajó por toda España y Portugal con una compañía de teatro. Tuvo varias farmacias en diversos puntos del territorio español, administró hospitales en Guinea, viajó a América (1922) y fue bibliotecario en Veracruz, agregado cultural de la embajada española republicana y profesor de literatura española en varias universidades de Latinoamérica. Durante la guerra civil española regresó a España, ya que se encontraba en Panamá. Permanece en Madrid hasta que en 1938 inicia una gira por América para dar a conocer la heroica lucha del pueblo español. En 1940 se establece junto con su mujer en México.
La producción literaria de León Felipe se inicia con “Versos y oraciones del caminante I” (1920-1929), obra poética cuya temática y sencillez formal corresponde a sus experiencias iniciales. Siguen “Versos y oraciones del caminante II” (1929) y “Drop a Star” (1933), que rompen todos los moldes del subjetivismo formalista de la época. Pero a su etapa de plena madurez poética corresponden obras como “La insignia” (1936), “El payaso de las bofetadas” (1938), “Pescador de caña” (1938), “El hacha” (1939), “Español del éxodo y del llanto” (1939), “El gran responsable” (1940), “Canto a mí mismo”, “Ganarás la luz”… (1943), “España e hispanidad” (1947), “El ciervo” (1954) y “Oh este viejo y solo violín” (1968). En 1963 aparecieron en Buenos Aires sus Obras completas.
¿De qué habla en sus poesías?
De la justicia. Cree que la poesía debe transformar el mundo y convertirlo en algo digno de ser cantado.
Del llanto. Porque las lágrimas son necesarias para ganar la luz que redime el mundo.
De Dios. Le molesta que se manipule a Dios de forma partidista, convirtiéndolo en el Dios de unos pocos.
Del poeta. El poeta es el representante de Dios en la tierra tiene la sublime misión de cantar el amor y la justicia y de maldecir la violencia y la guerra.
De las dignidades eclesiásticas. El poeta dice que muchas veces el poder religioso disfraza la tragedia del hombre con engaños.
Del viento. Es “la voz antigua de la tierra”, el eco y las resonancias de los poetas bíblicos y la sensibilidad para captar la multiforme realidad del mundo que le rodea.
Del hombre. Tras el primer pecado, el hombre vive en una condena inacabable y de ahí surge el impulso de escapar, la necesidad de viajar en soledad, de recorrer caminos en la vida y en la poesía.
De las circunstancias históricas. Salpica toda su poesía con fechas, nombres propios y datos sobre la historia de los pueblos. Cree que la voz poética tiene que nacer manchada de acontecimientos reales para ayudar al hombre a salvarse de lo circunstancial.
De don Quijote. El hombre debe ser un héroe como don Quijote, aunque éste lo es porque está asistido por la locura y la violencia de forma inconsciente, mientras que el hombre debe llegar a ser héroe consciente de su locura y de su violencia.
(Referencias: Diario Excelsior, El Universal, revista Por Qué? El movimiento de 1968. Pablo Moctezuma Barragán. El País. IPN, Testimonios del Movimiento Estudiantil)