Jorge Meléndez Preciado
Transcurridos dos debates en los cuales hubo ataques al por mayor, escazas propuestas sólidas y chistoretes de quien se presenta como la propuesta ciudadana aunque es un individuo sin ideas y con ocurrencias ñoñas (ya ida, por cierto, Margarita Zavala, quien estuvo en la primera discusión), hay poco que mueva las preferencias ciudadanas rumbo al primero de julio. Máxime que el tercero de estos encuentros ocurrirá (el 12 de junio) a pocos días que inicie (14 de junio) el narcótico más consumido por los mexicanos: la copa mundial de futbol (ahora en Rusia).
El domingo 20 de mayo, se pensaba que algo importantísimo sucedería para hacer mella en el puntero, Andrés Manuel López Obrador. No fue así, a pesar que el 47 por ciento de los ataques fueron contra sus propuestas y persona. Es más, de los 37 dardos que lanzaron contra el Moreno, 22 de ellos fueron respondidos. El más ocurrente de ellos fue cuando Ricardo Anaya se acercó a López Obrador para inquirirle que no era cierta la cifra de inversión extranjera presumida por Andrés cuando gobernó el entonces DF, ante lo cual el abanderado de Juntos Haremos Historia sacó su cartera dando la idea que se la podía volar el panista. Imagen que quedó más grabada que muchas otras.
Por cierto, la verificadora de datos que han puesto en operación diversos medios, señaló que era cierto: durante la administración en esta capital del tabasqueño llegaron 37 mil millones de dólares, algo como nunca ha sucedido.
En la revista Proceso (número, 2168), el reportero Álvaro Delgado nos presenta cómo las cuentas de Ricardo no cuadran. Si como dice Anaya: entre 2013 y 2016 obtenían 400 mil pesos mensuales entre él y su pareja, Carolina Martínez, entonces, sin gastar nada habrían acumulado en bancos 19 millones de pesos, aunque ingresaron en dicho periodo 28 millones de esa moneda. Así pues, hay una cantidad que salió de la nada o, mejor, algo llegó de forma insólita. ¿Lavado de dinero?
El mote de canallita dicho por López Obrador tiene, entonces, sentido. Máxime que Ricky pretendió, editando a modo, mostrarnos portadas de Proceso en su beneficio.
Por su lado, José Antonio Meade acusó a Nestora Salgado, candidata al Senado de Guerrero por Morena y otros, de ser secuestradora. Algo que ella negó y según las investigaciones periodísticas también resultó absurdo, ya que la jefa de la Policía Comunitaria fue defendida por organizaciones internacionales por haberla detenido injustamente. Incluso fue exonerada por la justicia mexicana. Ella por cierto, anunció que demandara a Meade.
Interrogado por León Krauze, uno de los moderadores, si fue correcto que Peña Nieto hubiera invitado a México a Donald Trump, el ex secretario de Hacienda dijo lacónicamente que sí. Y ya sabemos los terribles resultados que ha traído eso.
En Tijuana estuvieron al lado de Meade lo mismo José Antonio González Anaya, el actual titular de Hacienda, algo que muestra la injerencia sin freno del gobierno a favor de un candidato, y el nuevo encargado de la guerra sucia contra, especialmente, López Obrador: el publicista Carlos Alazraki. No se olvide que este individuo le hizo la campaña en el estado de México, al tío de Enrique, Arturo Montiel. En un anuncio aparecía un sujeto en la cárcel y el lema era “Los derechos humanos son para los humanos, no para las ratas”. Lo que muestra el desprecio claro al ser humano, ya que mayoría de los aprehendidos son pobres, periodistas o disidentes.
Según la empresa Opinión Pública Imagen Marketing, el ganador del debate fue López Obrador con 37 por ciento y en segundo lugar estuvo Ricardo con 28 por ciento. En tanto Masive Caller- contratada por Anaya para sus fines- el triunfador fue el panista con 57 por ciento y después Manuelovich con 42 por ciento.
Ahora hubo más interesados en el debate de 57 pasaron a 67 por ciento de audiencia, al decir de la encuestadora de María de las Heras, Y entre los interrogados dijeron que el mejor fue Andrés; anteriormente Anaya había movido las preferencias en su favor. También en el pasado enfrentamiento entre candidatos, 16 por ciento dijeron que podrían cambiar sus preferencias, un número cada vez más reducido.
Los debates parece que no son la vía para cambiar las intenciones del voto, máxime que se ha vuelto un torneo de descalificaciones más que propuestas. Así pues, sólo que la actual guerra sucia intensificada por Meade y el gobierno den resultados, el líder será el queyasabemos.
Ante ese panorama, Enrique Peña Nieto va a todas partes y trata de evitar que al actual gobierno se le califique mal, asimismo pretende mostrar avances en donde hay déficits. En el Instituto Politécnico Nacional volvió a meter la pata, ya que dijo que la institución se fundó hace “cuarenta o cincuenta décadas” (sic de 500 años) y no en el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Y en Instagram contestó al preguntarle cuántos eran sus memes favoritos: ¿Unos tres? O menos, como cinco (sic con ábaco).
La seguridad, tan deteriorada, será, dicen expertos, el tema recurrente en los siguientes días. Algo que muestra la crisis aguda que vivimos: Jalisco, Veracruz, Guerrero y otros lugares en el terror.
@jamelendez44