jueves, marzo 28, 2024

CONCATENACIONES: TLCAN: negociaciones y fintas

Fernando Irala

 

De manera adelantada, si hemos de creer las filtraciones periodísticas, a media semana se iniciará en nuestro país la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Es notable el hecho, pues el principal promotor de la revisión del Tratado, el presidente norteamericano Donald Trump, desde su campaña y hasta la fecha, no pierde ocasión de manifestar su oposición al TLCAN y de amenazar con cancelarlo, mensaje que ahora se encarga de repetir cada que el grupo renegociador está por reunirse. Así lo hará seguramente en los días próximos, en una estrategia que de tan conocida ha dejado de ser creíble y efectiva para su causa.

En contraste con esa hostilidad, la ampliación de la quinta ronda, en la que los grupos de expertos se reunirán dos días antes, y la realización de otro encuentro a mediados de diciembre, así como la continuación del ciclo al empezar el siguiente año, son reflejo de un trabajo intenso y de la voluntad de los tres países por mantener y perfeccionar un instrumento que ha dinamizado la economía y la integración regional.

Las bravuconadas de Trump son un capítulo aparte. Por un lado son intrínsecas al estilo del empresario del cual ya no se desprenderá. Por otro, si hacen ruido y generan molestia porque en el mundo no se acostumbra que un gobernante serio de un gran país se comporte así. Y sí se produce un escenario en el cual por lo menos en México se empieza a considerar más seriamente la posibilidad de que el TLCAN se cancele y en materia de producción y comercio retrocedamos a las formas del siglo pasado.

Otras plataformas se protegen y se impulsan. Muestra de ello es la reciente participación del Presidente Peña Nieto en la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, APEC, y los esfuerzos por concretar el Acuerdo Trans Pacifico, proyecto que el presidente Obama ideó y construyó con gran ahínco en el afán de contener la locomotora china e intentar impedir el desplazamiento de Estados Unidos como la principal potencia mundial. En eso llegó Trump y con el entusiasmo infantil de quien no distingue ni sabe proteger sus propios intereses, lo desbarató de una patada. Ahora el resto de las naciones que se habían interesado en construir un bloque regional para aprovechar ventajas en su intercambio comercial en el marco de una intensa competencia internacional, con las solas reticencias de Canadá, intentan recoger los pedazos que regó la chiva en cristalería, para recomponer la nave hoy varada.

Lo cierto es que una eventual cancelación del TLCAN traería sobresaltos y complicaciones para las economías y la competitividad de la región entera. Es de esperar que al final prevalezca el sentido común y la inteligencia en los gobiernos y los equipos de expertos.

Sería absurdo que los desplantes que ya conocemos dinamitaran un instrumento insustituible en el mundo actual.

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