Fernando Irala
Un cuarto de siglo después de haber sido aprobado para su puesta en vigor por los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, y diecinueve meses luego de que, a la llegada de Donald Trump al poder, éste se aprestó a revisarlo, de la parte mexicana y de la estadounidense se anuncia la posibilidad de que en los siguientes días se llegue, no a la conclusión de la negociación trilateral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero al menos a un acuerdo bilateral que dejaría pendiente para un futuro más o menos incierto la reincorporación de los canadienses.
El tiempo apremia, pues del lado norteamericano se requieren cuando menos noventa días para que su Congreso reciba y avale el instrumento, y ése es el lapso exacto que le resta a la actual legislatura, antes de que sea sustituida por la que se elegirá en noviembre próximo en ese país.
Del lado mexicano, es también el periodo que le queda a la administración actual, que cederá el mando en diciembre a Andrés Manuel López Obrador.
Luego de tanta alharaca antimexicana que, como se dijo desde el inicio, es parte del estilo personal de negociar del señor Trump, los vecinos han optado desde hace semanas por una mesa bilateral, confiados en que una manera de reacomodar las cosas es tener no uno sino dos tratados, uno con los mexicanos, otro con los canadienses.
De todas formas, y aunque prácticamente no hay margen, cabría la posibilidad de que Canadá simplemente se allanara a lo acordado en estas semanas entre Estados Unidos y México, y al final subsistiera el TLCAN.
Como ya Trump ha pasado del insulto hacia los mexicanos al elogio a sus gobiernos, al que se va y al que llega, lo más probable es que con algunas concesiones hacia la posición de nuestro país, el nuevo TLC se firme en los días que siguen, con o sin Canadá.
En México, de cualquier manera quedará el debate entre quienes dicen que es preferible un acuerdo malito a ningún acuerdo, y quienes sostienen que no vale la pena atarnos a una negociación inconveniente si en el futuro podríamos tener mejores términos, y buscar en todo caso otros socios comerciales.
En breve tendremos noticias del porvenir.