jueves, marzo 28, 2024

CONCATENACIONES: El fracaso de los partidos

Fernando Irala

A menos de un año de la elección presidencial, y luego de los accidentados comicios estatales de hace un par de semanas, queda claro que ninguno de los partidos políticos podrá hacerse fácilmente del poder.

Quien más claro lo tiene son los propios dirigentes partidarios, y por ello su discurso tiene que ver con buscar alianzas, desde las más lógicas hasta las más inverosímiles, para tratar de buscar en sus coaliciones lo que el electorado no le dará a ninguno.

Ni siquiera Andrés Manuel López Obrador, quien se presume como el candidato a vencer, las tiene todas consigo. De ahí que sume al membrete del Partido del Trabajo a su proyecto, aunque su pleito con el PRD le impida sumar los votos que le asegurarían el triunfo.

Otras alianzas posibles se discuten y son consideradas por los expertos y los líderes políticos.

El tema es obligado pues las tendencias de las últimas elecciones muestran una creciente desconfianza de los ciudadanos en las organizaciones políticas, y una decreciente fuerza de los partidos tradicionales. La aparente excepción es Morena, aunque su súbita presencia en realidad proviene del desgajamiento del PRD.

Junto con las alianzas se plantea cada vez con más insistencia la instauración de la segunda vuelta de votaciones cuando ninguno de los candidatos alcance una mayoría significativa.

Los acuerdos para sumar votos y la eventual segunda vuelta pueden resolver para los partidos el problema de cómo hacerse del poder sin tantos sobresaltos.

Pero lo que no remedian es el distanciamiento que los ciudadanos de a pie tienen ya de la política y de los políticos.

Para remontarlo, los partidos tendrían que abandonar sus torres de cristal y renunciar a los infinitos privilegios de los que gozan con cargo al erario, así como combatir la intolerable corrupción que involucra a muchos de sus integrantes.

Y eso difícilmente ocurrirá. No se ve cómo.

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