viernes, abril 19, 2024

CONCATENACIONES: Cinco meses de incertidumbre

Fernando Irala

Ha concluido en el singular calendario electoral mexicano, el periodo llamado de “precampañas”.

Son una especie de campañas como de calentamiento, en que los candidatos no pueden llamarse así, sino “precandidatos”, y afirman que quieren gobernar pero hacen como que se lo dicen sólo a los militantes de su partido.

En ocasiones, como ocurre con el doctor Meade, un aspirante que no tiene filiación política, se lo dice a los priístas y a los verdes, militantes de partidos que no tienen abanderado, pero que se muestran dispuestos a adoptar a uno que viene de fuera, del gabinete del actual Presidente, quien a su vez lo heredo en el gabinete del anterior ejecutivo federal.

Otro caso es el de Morena, grupo propiedad de su ahora precandidato, el único que estaba ya definido desde la fundación misma del movimiento, y quien seguirá siendo su mandamás gane o pierda, aunque de nueva cuenta ha asegurado que de ser derrotado se guardará en su rancho.

Atónitos, los ciudadanos hemos sido víctimas de la difusión de millones de spots por radio y televisión, medios que por fortuna cada vez tienen menos audiencia, aunque ello no nos ha salvado de la andanada interminable.

En las siguientes semanas tendremos un relativo descanso, pues a partir de este lunes se desarrolla un periodo igualmente extraño denominado “intercampañas”, en el que no se puede hacer propaganda electoral, aunque aparentemente si se puede llevar a cabo propaganda a secas, incluidos los spots de los que no nos libraremos.

Finalmente, en abril, pasada la Semana Santa, las campañas como tales tendrán lugar.

Se despejarán entonces varias incógnitas:

Si el señor que hace seis años arrancó arriba y luego perdió repite la historia, o es capaz esta vez de mantener su menguante ventaja y ganar.

Si el jovencito que encabeza el largamente acariciado frente de izquierda a derecha tendrá los tamaños para hacerse del poder, pues a pesar de contar con el apoyo de partidos que aritméticamente suman mayoría, va en segundo lugar a más de diez puntos de desventaja.

Si el doctor Meade es capaz de remontar la desventaja de la marca PRI y mantener el gobierno en manos tricolores, lo que hoy suena más que complicado.

Para saberlo faltan menos de cinco meses. Y todo parece tan incierto.

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