Dark Kitchen, Cocina Fantasma, o Cocina Oculta son nombres que se le dan a cocinas que producen alimentos únicamente para llevar, sin áreas para servicio en mesa frente a clientes.
Algunas tienen el servicio pick up y otras trabajan únicamente mediante plataformas electrónicas como uber eats, rappi, didi food o a través de sus propias páginas web o diferentes aplicaciones.
Este concepto de restaurantes virtuales nació hace algunos años y se ha extendido y popularizado debido a la pandemia. En todo el mundo, cada vez son más los restaurantes que deciden migrar a esta modalidad para evitar cerrar sus negocios.
Las cocinas fantasma reducen costos y gastos de producción para el establecimiento. No se necesitan permisos especiales o demasiado personal para poder mantenerse activos
Sin embargo, el trabajar en alianza con distintas empresas, no resulta tan productivo. Se pagan comisiones variables, dependiendo de la empresa y el acuerdo al que se el llegue con la misma.
El precio final de un producto en las aplicaciones de delivery aumenta hasta 70%. La mayoría de las empresas tiene una comisión del 30% más impuestos (IVA e ISR).
A pesar de que el establecimiento esté debidamente registrado ante el SAT, se pagan tres veces el mismo impuesto (IVA del platillo, IVA por uso de plataformas electrónicas, IVA por cobro a través de medios electrónicos).
En total, se termina pagando un 60% aproximadamente entre impuestos y comisión a la plataforma intermediaria. Lo que resulta sólo un 40% para el restaurante virtual. Mismo que usa ese porcentaje para los insumos del platillo, mano de obra y empaques; resultando una utilidad realmente baja o nula cuando hay campañas de promoción sin subsidio por parte de las empresas de entrega a domicilio.
Sin duda, esta modalidad del comercio electrónico ha revolucionado la manera en que disfrutamos de nuestros alimentos a un costo bastante elevado.
Si lo que se desea es evitar un derroche que vacíe bolsillos y enriquezca sólo a las empresas trasnacionales, se puede apoyar a empresas locales consumiendo en el lugar o adquirirlo directamente con la cocina fantasma o restaurante que prefierido.