HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
No hagan olas. No habrá intervención. No veremos a los marines, ni a la guardia nacional “gabacha” en territorio nacional persiguiendo a los chavos del “Chapo”, tampoco a los amigos del “Mayo” ni a los del “Mencho”; quien que no conozca a los “gabachos” que los compre, desde que son imperio siempre han actuado con una gran perversidad, más ahora que se encuentra un loco como inquilino de la Casa Blanca.
A principios de los 80 fui invitado a los Estados Unidos dentro del Programa para Periodistas de América Latina y el Caribe, en la agenda estaba un visita en el Capitolio al senador Jesse Helms, un conervador que representó al Estado de Carolina, elegido cinco veces para el Senado por el Partido Republicano; un feroz antimexicano que siempre propuso el endurecimiento de las leyes antimigrantes, quizá fue en quien se inspiró Donald Trump para su odio a México.
Por aquellos días, en Nicaragua, los sandinistas acababan de derrocar al dictador Amastacio Somoza, tras una guerra civil que duró varios años. Los entonces revolucionarios, apenas saboreban las miles del triunfo, cuando desde los Estados Unidos les fabricaron un movimiento en contra, los “Contras” que eran financiados desde la Unión Americana; dividieron a los “revolucionarios” y los trajeron en jaque, hasta que la gente de Daniel Ortega Saavedra los borró el mapa nicaraguense.
En las oficinas de Helms hubo un diálogo entre los periodistas invitados y el anciando legislador, le pregunté por qué los norteamericanos actuaban con tanta perversidad en Nicaragua, por qué por un lado, apoyaron la lucha de los sandinistas en contra de Somoza y por el otro patrocinaban a los Contras; la respuesta fue inmediata, el rostro de Helms se enrojeció y me dijo tajante señalándome con el dedo índice: “go home”, seguido de una amenaza de que si no lo hacía llamaría a la seguridad del recinto parlamentario.
Esta vez la situación no es muy diferente a la de aquellos días, Donald Trump aprevecha cualquier petexto para presionar al gobierno mexicano, eso mientras no cansa de decir que con Andrés Manuel López Obrador, se lleva mejor que con su antecesor; primero amenaza con imponer aranceles a las importaciones mexicanas a su país y ahora con declarar a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas.
No hay que olvidar que el dueño de la famosa torre de Nueva York, que lleva su apellido, está en campaña para su reelección y como en la elección anterior le funcionaron los ataques a los mexicanos, ahora quiere repetir la estrategia. Declarar terroristas a los narcos, pudiera ser un petexto para la intervención, tal como lo hicieron en su momento, George Bush y Barack Obama en Irak y Afganistan, país este último hasta donde llegaron para asesinar a Osama Bin Laden. Hay otros casos; pero siento que en la declaración del martes se hicieron más olas de las que el viento provocó, insisto no va a pasar nada. “Chapitos”, “Mayo” y “Mencho” pueden estar tranquilos. López Obrador esta vez si interpetó bien la amenza, reaccionó con prudencia.
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Ofrezco una disculpa, por un error atribuible sólo a este servidor, error mío y de nadie más, mencioné que las oficinas de Margarita Zavala estaban el edificio de Aldesa, empresa constructora española, en la avenida Revolución, a un lado del portal de San Ángel, no, el inmueble pertenece a la empresa inmobiliaria Alsea. Gracias por la presición, Carlos Chávez De Icaza.
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