CHINA.- La misión Chang’e-6 de China realizó un hallazgo que podría transformar la comprensión del origen del agua y los compuestos orgánicos en el Sistema Solar. La sonda, que aterrizó en la cara oculta de la Luna, en la cuenca South Pole–Aitken Basin, regresó con muestras que contienen fragmentos de meteoritos tipo condritas carbonáceas CI.
Estos fragmentos, según los científicos del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, coinciden en su composición isotópica con meteoritos provenientes del Sistema Solar exterior, una región rica en compuestos orgánicos. El hallazgo sugiere que la superficie lunar recibió una mayor cantidad de impactos de este tipo de meteoritos de lo que se pensaba. Estudios preliminares estiman que hasta un 30 % de los choques registrados en la Luna podrían corresponder a este tipo de materiales.
Las condritas carbonáceas tipo CI son extremadamente raras en la Tierra; representan menos del 1 % de todos los meteoritos conocidos. Sin embargo, su importancia radica en que contienen agua, aminoácidos y compuestos orgánicos esenciales para la vida.
El hallazgo en la Luna es crucial porque su superficie, libre de atmósfera y actividad tectónica, actúa como una biblioteca natural de impactos cósmicos. Esto permite conservar intactos materiales que en la Tierra se habrían erosionado o transformado. Así, el descubrimiento ofrece nuevas pistas sobre cómo el agua y los elementos básicos para la vida pudieron llegar a nuestro planeta desde los confines del Sistema Solar.
Los resultados abren nuevas líneas de investigación sobre la frecuencia y naturaleza de los impactos meteoríticos en cuerpos celestes como la Luna y la Tierra. Además, el hallazgo permitirá analizar cómo se distribuyen los volátiles —como el agua y el carbono— en distintos puntos del Sistema Solar.
De manera más amplia, el éxito de la misión Chang’e-6 demuestra el avance tecnológico de China en exploración espacial y recuperación de muestras extraterrestres, consolidando su posición entre las potencias científicas del mundo.
Este logro no solo amplía el conocimiento sobre la geología lunar y la historia de los impactos cósmicos, sino que también fortalece las hipótesis sobre el origen compartido del agua y los compuestos orgánicos que dieron forma a la vida tal como la conocemos.
AM.MX/fm
