El 17 de diciembre de 1818 bajó de la sierra que hoy lleva su nombre; caminó toda una noche hacia la ciudad de Oaxaca. Dejó atrás sus cariños, el campo y las ovejas que pastoreaba.
miradas frías y calientes en el corazón del mundo
Por
Rafael Serrano
“Nosotros, los ucranianos, no tenemos historia. Sólo la historia del Partido. En cualquier caso...