viernes, abril 26, 2024

CABEZA DE PLAYA: ¿Somos algo más que nuestras obras?

Carlos Galguera Roiz
Es esta, para mí, una cuestión de Perogrullo; para empezar habría que plantear, desvaneciendo posibles elucubraciones y cadenas de tópicos. ¿Qué somos, en realidad, los humanos?
Veamos, somos seres contingentes lanzados al mundo, esto es importante, al margen de nuestra voluntad, no existente en nuestros inicios vitales. Desarrollamos nuestra vida condicionada, fundamentalmente, por un cúmulo de circunstancias externas y por una serie de configuraciones internas heredadas, que generan tendencias o en cualquier caso, importantes predisposiciones…
¡¡¡ Hay libre albedrío !!! claman ortodoxos, clericales y afines. Niego la mayor, aunque no de manera radical; vamos a ver, uno de los condicionantes en el ser humano es que vive en Sociedad y esto marca, términos generales e indeleblemente, la vida de cada cual, particularmente en la época de formación inicial, pero bastante en el resto de su aventura existencial…
En este panorama, plantear ¿somos algo más que nuestras obras? , parece un lanzamiento de obligado destino; efectivamente somos más, porque enjuiciar la Ontología del ser humano a través de sus obras, como elemento decisivo, cuasi esencial, como algunos sabios propusieron, incluido al parecer el Jesús de los cristianos, es quedarse demasiado corto…
Las circunstancias, como indicábamos más arriba, internas, externas, hasta medioambientales, por supuesto educacionales, familiares, sociales…nos sugerirán senderos que marcarán, muy probablemente, nuestra genuina capacidad de obrar, es decir seguir un camino u otro, o bien una travesía marina, o una ruta inédita, con la posibilidad de ser coronado, no como virus, sino en calidad de genio, escasez clamorosa de acompañantes…
Por esto, cuando clasificamos a los obrantes con una característica común, llegamos a la cumbre de las frivolidades; en este punto yo pondría en el frontispicio de las Asambleas públicas, esta respuesta de Churchill cuando un periodista le preguntó, a raíz de un conflicto con Grecia ¿no cree Vd. que los griegos son impresentables…?
Entre las volutas del puro surgió la respuesta genial “¡¡¡ no los conozco a todos !!!”

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