Carlos Galguera Roiz
Domingo pasado, Misa de Pentecostés en Becerril de la Sierra, cerca de la capital madrileña, mensaje de un cura sencillo, convicción tremenda, me resultó estremecedor…
Jesús está ante una multitud escuchando, no entienden mucho pero hay atención en sus actitudes, cierta tensión…
De pronto clama Jesús con inesperada fuerza ¿Hay que comer, que tenéis…?. Nada, casi nada, unos pocos panes, apenas algunos peces…nada para tal multitud.
No importa – la voz surge de un misterioso trasfondo – basta con eso, Dios aportará lo que falte, el momento me pareció grandioso, NO HAY NADA MÁS, solo una pequeña renuncia a LO MÍO, lo demás ESTÁ CUBIERTO…
Un fantástico marco abierto a TODAS LAS ESPERANZAS…
Salí profundamente reconfortado, era un momento especialísimo para mí, vital…