¡¡¡ Elemental, Mr. Watson !!!
Carlos Galguera Roiz
Ha sido, reconozco mi torpeza por no haberlo visto antes, un chispazo revelador. Estaba observando el aburrido, bajísimo nivel de los rifirrafes políticos que se representan todos los días en España, entre furibundos enemigos, más que adversarios, interminable cruce de acusaciones; con los medios de comunicación atizando las hogueras, sin propuestas de calado sobre las mesas…
Mientras, un presidente ejerciendo el poder con creciente decisión, a pesar que el mando lo había conseguido sin respaldo de las urnas, legal situación, pero con una legitimidad, vamos a decir dudosa…
Bueno, Pedro Sánchez, cuestionado por muchos flancos, incluido su propio doctorado universitario, acosado por los insaciables independentistas, presionado por el conglomerado podemita, célula activa de la extrema izquierda…; estas piezas han visto ahora un pilar endeble en la estructura del Estado, propicia coyuntura para ir imponiendo, cada cual sus planteamientos y agendas, no demasiado exhibibles, a través de pactos…, mas bien “non sanctos”.
Este dirigente socialista, golpes de audacia, con más ruido que enjundia, dirige España desde hace meses; tildado por muchos viandantes como el súmmum de la mediocridad, actuaciones con demasiados virajes, tiene un verbo fácil, descarado…parece dirigido hábilmente desde la trastienda, pero esos hilos, ya en el escenario no se ven.
Detrás de Pedro Sánchez, apariencia atractiva, trasfondos ambiguos, inconsistentes, tenacidad, aguante rozando lo patético, decisión, rápidamente consolidada, para no soltar las riendas, superando, como si nada, las mayores, y menores, muestras de desprecio, sigue adelante con la presidencia de España…
Este extraño personaje, monigote para detractores, ejerce el Poder cada día, cada hora…ha logrado algo que en las esferas políticas representa un tesoro inapreciable; sus competidores parecen arrugados, gritan, vociferan, pero el aparato en torno al presidente, ni se inmuta…
Cansancio ciudadano inocultable, cabreo generalizado, ante un liderazgo en el país, soportado por una minoría parlamentaria y aliado con otras minorías, cuestionadas por el grueso de la ciudadanía, equilibrio inestable, pero resulta que este señor, una vez aupado al trono, parece indesmontable…
¿Que pasa en España? Al fin la chispa de la comprensión, creo, ha saltado entre mis castigadas neuronas; he llegado a una conclusión, extrapolable a otros rincones del mundo, multitud de circunstancias diferentes, todo aplicando las obligadas traducciones…
El actual presidente español, con camarillas valiosas de retroalimentación en la trastienda, ritmo de operación vertiginoso, ha examinado la situación española, ciertamente peliaguda y optado por una posición: ejercer el Poder a plenitud, no importan las maniobras habidas para conseguirlo, una vez en el sillón, y con las palancas disponibles jugando a su favor, las decisiones que salen de ese máximo puente de mando, son de una considerable potencia…
La filosofía con la que juega Sánchez considera que comentarios, denuncias, sugerencias, reclamaciones…todo queda en segundo plano si se tiene el Poder y se ejerce, los pataleos opositores sobran, o son olímpicamente ignorados, a efectos prácticos, quedan en micrófonos, pantallas y periódicos, el timón está para sortear estos y otros temporales…
¿Convocar elecciones?, solo el presidente puede hacerlo, pero está sentado en el trono, con socios que salen beneficiados de este status, así que Pedro Sánchez gobierna como si tuviera mayoría absoluta, desde sus 84 escaños, en un Congreso de 350; los números de momento, le cuadran…, pero, sobre todo, su decisión de mantenerse; cuanto más irrita a sus detractores, mas decisión…y mas cabreo, círculo, de momento inútil…
La lección de Sánchez, con sus debidas adaptaciones y escalas es lo que están interpretando Donald Trump en los EEUU, Putin en Rusia, Xi Jinping en Cina y tantos otros, demócratas y dictadores de diferente ralea, usando sus palancas con decisión…, muchos de estos personajes – me dirán lectores cabreados – están respaldados por las urnas y sus países se consideran inequívocamente democráticos…; así es, no entro en esos preámbulos, analizo a partir del Poder en manos de un sujeto que lo ejerce con decisión rabiosa y recursos poderosos usables…; en definitiva la cuestión toral es ejercer el Poder, lo demás son bagatelas…
Si contemplamos el caso español, tendremos que decir que Rajoy tuvo una oportunidad de Oro, para hacer cambios de calado y enfrentar problemas de supervivencia nacional, con mayoría absoluta, pero no ejecutó este mandato de las urnas y acabó “ejecutado”.
Pedro Sánchez, por el contrario, está ejerciendo el Poder con la máxima intensidad que su cargo conlleva, cierro este “descubrimiento” con una anécdota que me fue revelada, sin mayores comprobaciones…
El Rey emérito Juan Carlos, estábamos en la dictadura de Franco, pidió una entrevista con el poderoso caudillo, asunto privado. Imagino la escena, “he estado pensando en los designios que Vd. ha pensado para mi persona… y quiero decirle algo, después de meditarlo mucho. No, no creo poseer las facultades para el cargo que Vd. me ha señalado”. Silencio espeso, supongo, el astuto general le replicó. “Mire Vd. cuando se tiene el Poder, ¡¡aparecen las facultades!! no lo olvide…” Fin de la historieta.
Discípulo aventajado de Franco está resultando Pedro Sánchez, por mucho que le duela este comparativo…; lección soberana para los líderes opositores, pasados y presentes, con Poder sobrado y legítimo que no han querido, o sabido, ejercerlo…
¿Qué viene ahora? yo diría, aprender la potente lección que, aunque nos pese, y despotriquemos de ella, ha dado Pedro Sánchez a toda la clase política, sacar consecuencias y tratar de aplicarlas, no llorar como plañideras…
Pareciera fácil, no lo es, pero podría ser posible, si articulamos poderosa acción ciudadana, claro que primero tenemos que definir un detalle ¿ a dónde queremos llegar…?
