CIUDAD DE MÉXICO.- La evolución del fraude está avanzando a una velocidad alarmante, impactando significativamente a la industria del crédito. Para las entidades otorgantes, especialmente en el ámbito digital, el desafío principal es encontrar soluciones que contrarresten esta amenaza.
“Hoy en día, basta con un filtro de TikTok para que cualquier persona pueda crear una identidad sintética. Hay filtros que cambian en género y que alteran las características físicas de una manera sorprendente, prácticamente indetectable para el ojo humano”, aseguró Martín Ayarzagoitia, Chief API Officer en Círculo de Crédito, Sociedad de Información Crediticia (SIC) con más de 20 años de experiencia en el sector.
Y aunque el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y el acceso a esta tecnología está abriendo la puerta a nuevos retos, también es la solución a muchos de los desafíos de la industria.
Durante el panel Transformando la gestión del crédito: Automatización y nuevas tecnologías, Ayarzagoitia explicó que las soluciones tecnológicas basadas en IA permiten a las instituciones crediticias identificar patrones de comportamiento sospechosos y permite personalizar las estrategias de mitigación según el perfil de riesgo de cada solicitante.
Innovaciones tecnológicas al servicio de la inclusión financiera
Más allá del combate al fraude, el especialista de Círculo de Crédito apuntó que la IA también está desempeñando un papel clave en otro reto de la industria del crédito: la inclusión financiera.
En este contexto, habló de Household, una herramienta desarrollada por la SIC que permite analizar el comportamiento de pago de los hogares, evaluando a solicitantes que no cuentan con historial crediticio, y que debido a esto, cuando se acercan a las instituciones financieras para solicitar algún producto o servicio, suelen ser rechazadas.
“Con esta innovación, logramos identificar relaciones familiares dentro de un mismo domicilio, lo que nos permite evaluar el comportamiento de pago de una personas que no cuenta con historial, basándonos en el historial de otras personas de la familia que sí lo tienen, ya que en un mismo hogar, se tienen patrones de gasto y consumo similares. Esto nos permite desarrollar un perfil de riesgo crediticio y que ese usuario pueda acceder a la banca”, explicó Ayarzagoitia.
El Chief API Officer en Círculo de Crédito subrayó que esta herramienta no solo facilita el acceso al crédito a más personas, sino que también mejora la capacidad de los otorgantes para evaluar a los solicitantes de manera más segura y confiable.
Datos al servicio de la inclusión
La inclusión financiera ha avanzado significativamente gracias al acceso a múltiples fuentes de datos y la capacidad de interpretar esa información de manera efectiva. Sin embargo, de acuerdo con Maite Muñiz, cofundadora y CPO de Truora, el reto no es solo acumular datos, sino saber cómo utilizarlos para generar decisiones precisas, especialmente cuando se trata de personas no bancarizadas.
“La clave está en el uso del big data y el análisis de comportamiento. Al contar con perfiles detallados de personas que ya han interactuado con el sistema financiero, es posible predecir el comportamiento de aquellos que aún no lo han hecho. Este enfoque permite evaluar de manera más segura a los usuarios no tradicionales, creando oportunidades de inclusión”, afirmó Maite Muñiz.
En el encuentro también participó, Roberto Arriaga, Director de Riesgo de Crédito en Rappi Card, quien abundó que los datos alternativos tienen un enorme poder en materia de inclusión y acceso al crédito.
Por ejemplo, en Rappi Card, todo el tiempo está obteniendo información de los usuarios que le ayuda a predecir y entender comportamientos, que al momento de incorporarlos a un producto financiero, hace que sea más sencillo saber cómo podría comportarse ese usuario en términos de morosidad, o incluso si se trata de un usuario real.
En el mismo sentido, Santiago Etchegoyen, CTO de Uflow consideró que en América Latina el desafío es doble, que por ejemplo en Estados Unidos o Europa, donde los usuarios tienen un camino claro hacia la inclusión financiera, ya que gran parte de la población no tiene un historial crediticio formal ni ingresos fácilmente verificables, lo que dificulta su acceso a servicios financieros.
“La capacidad y voluntad de pago son los dos factores críticos que determinan si una persona puede ser incluida en el sistema financiero. Al utilizar fuentes de datos no tradicionales, como el comportamiento de pago, se puede construir un perfil financiero sólido para aquellos que normalmente quedarían fuera de los filtros tradicionales. Este enfoque no sólo amplía el acceso al crédito, sino que abre nuevas oportunidades para aquellos que históricamente han sido excluídos”, subraya Etchegoyen.
AM.MX/fm