GUANAJUATO.— La madrugada de este lunes 19 de mayo, hombres en camionetas asesinaron a siete jóvenes que convivían en la Plaza Principal de la comunidad San Bartolo de Berrios, en el municipio de San Felipe, al norte del estado de Guanajuato. El ataque ocurrió alrededor de las 2:36 de la mañana.
Los agresores arribaron al lugar y abrieron fuego en contra de los jóvenes; los cuerpos quedaron en torno de una camioneta, cerca del kiosco y a un lado de la banqueta. Decenas de casquillos percutidos quedaron dispersos en el perímetro. Al llegar, elementos de la Policía Municipal encontraron siete personas muertas a consecuencia de la agresión.
⇒ Entre las víctimas, los vecinos de San Felipe reconocieron a los hermanos Tapia, hijos del delegado municipal; Ángel, Braulio, así como Miguel Juárez, seis de ellos con domicilio en la comunidad San Bartolo de Berrios y el otro vecino de la comunidad Chirimoya.
Los pobladores comentaron que al poblado ingresaron hombres armados en varias camionetas de color negro. Agentes de Investigación Criminal de la Fiscalía General de Guanajuato, con apoyo de peritos de campo, procesaron la escena y trabajaron en la recopilación de indicios.
A través de un comunicado, el Gobierno Municipal de San Felipe condenó enérgicamente los hechos, calificándolos como una grave agresión que atenta contra la paz y la seguridad de los habitantes. Asimismo, informó que ya se ha establecido una coordinación con autoridades estatales y federales para dar seguimiento al caso.
⇒ Elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Secretaría de Seguridad y Paz del estado realizaron operativos en la zona en busca de los probables responsables.
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó el asesinato de siete jóvenes, algunos menores de edad, en San Felipe, Guanajuato, y exigió justicia.
“Con profundo dolor y consternación los obispos de México alzamos la voz ante la tragedia ocurrida en la comunidad de San Bartolo de Berrios, municipio de San Felipe, Guanajuato. Como pastores del pueblo de Dios no podemos permanecer indiferentes ante la espiral de violencia que lacera a tantas comunidades de nuestro país”, refirió la Iglesia.
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AM.MX/dsc