jueves, marzo 28, 2024

Arrancan los festejos del 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven

BONN, ALEMANIA.- Un año de exhibiciones y actos de conmemoración en honor a Ludwig van Beethoven arranca este lunes en Alemania, con vistas al 250 aniversario de su nacimiento, que se cumplirá el 16 de diciembre de 2020.

Las celebraciones inician en la ciudad natal del compositor, Bonn (en el oeste de Alemania), estará marcado por un concierto inaugural de la Orquesta Beethoven de Bonn y por la inauguración de varias muestras en torno su figura.

Desde este lunes estará abierta al público, hasta abril del año que viene, la exhibición central, que, bajo el título Beethoven – Mundo.Ciudadano. Música, realiza un recorrido por la trayectoria vital del genio, vinculándolo con algunas de sus obras clave.

Los visitantes de la “Bundeskunsthalle” podrán observar manuscritos, partituras y retratos del compositor —algunos de ellos, exhibidos por vez primera — o instrumentos originales, así como grabaciones que les permitirán sumergirse en “mundos sonoros” de la época. Todo ello busca recrear la forma en la que Beethoven trabajaba y el contexto personal, cultural e histórico en el que el pionero del romanticismo desarrolló su obra.

Otra exposición, centrada en el célebre retrato de Beethoven por parte del pintor Joseph Stieler, podrá visitarse en la casa natal del compositor, que acoge también una muestra permanente sobre su vida en Bonn.

Sinfonía completada mediante IA

En vísperas del arranque oficial del Año Beethoven, este fin de semana los amantes del compositor ya se han dado cita a lo largo y ancho de Alemania en más de 500 conciertos acogidos por particulares, en casas privadas, bares, centros de yoga e incluso granjas. Con esta iniciativa se pretende recrear en clave moderna el ambiente de época, cuando la música de carácter no popular se interpretaba y escuchaba mayoritariamente en privado en salones de casas particulares.

El concepto contrario dominará sin embargo otros conciertos en honor de Beethoven que se esperan multitudinarios, como el de la estrella del pop Robbie Williams, o el del grupo de culto Kraftwerk—para el que ya se han agotado las entradas—, que tendrán lugar en Bonn en mayo.

Otro hito será la actuación del pianista chino Lang Lang, que en septiembre fusionará música clásica y electrónica en Berlín, acompañado por el DJ Steve Aoki.

Pero el que será quizá el homenaje más vanguardista al compositor tendrá lugar el próximo 28 de abril en Bonn, donde se interpretará por vez primera una versión de la Sinfonía nº 10 —de la que sólo existen bosquejos — completada íntegramente mediante inteligencia artificial.

En total, está previsto que en el marco del aniversario se desarrollen por todo el país más de 300 proyectos, subdivididos en miles de eventos, para cuya financiación las autoridades federales y regionales han aportado más de 38.5 millones de euros.

“La diversidad del programa refleja el objetivo del aniversario: hacer que se pueda experimentar a Beethoven en todas sus facetas y dar acceso al mayor número posible de personas,”explicaba en un comunicado Malte Boecker, director artístico de la organización coordinadora de los actos.

El compositor clásico más interpretado

Del compositor, considerado comúnmente como el autor clásico al que más se ha interpretado, se sabe que fue bautizado el 17 de diciembre de 1770 en la iglesia de san Remigio de Bonn— por lo que se presume, sin que haya certeza de ello, que había nacido el día anterior.

Nacido en el seno de una familia de origen flamenco, su padre, ante las evidentes cualidades para la música que demostraba el pequeño Ludwig, intentó hacer de él un segundo Mozart, aunque con escaso éxito.

La verdadera vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Johann Sebastian Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción.

Miembro de la orquesta de la corte de Bonn desde 1783, en 1787 Ludwig van Beethoven realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior deceso de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada.

En 1792 Beethoven viajó de nuevo a la capital austriaca para trabajar con Haydn y Antonio Salieri, y se dio a conocer como compositor y pianista en un concierto que tuvo lugar en 1795 con gran éxito. Su carrera como intérprete quedó bruscamente interrumpida a consecuencia de la sordera que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva.

Los últimos años de la vida de Beethoven estuvieron marcados también por la soledad y una progresiva introspección, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes y avanzadas.

Obras de Ludwig van Beethoven

La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos creativos o estilos, y si bien el uso los ha convertido en tópicos, no por ello resultan menos útiles a la hora de encuadrar su legado.

La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracterizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Joseph Haydn y el clasicismo en general, sin excesivas innovaciones o rasgos personales. A este período pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano.

Una segunda manera o estilo abarca desde 1801 hasta 1814, período este que puede considerarse de madurez, con obras plenamente originales en las que Ludwig van Beethoven hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión (la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano, el Concierto para violín).

La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la novedad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional; la Sinfonía n.º 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano representan la culminación de este período y del estilo de Ludwig van Beethoven.

Las obras de Beethoven anticiparon muchos de los rasgos que habían de caracterizar la posterior música romántica e, incluso, la del siglo XX. Su producción, en efecto, se sitúa entre el clasicismo de Mozart y Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms. No cabe duda que, como compositor, señala un antes y un después en la historia de la música y refleja, quizá como ningún otro artista (a excepción del pintor español Francisco de Goya, contemporáneo suyo), no sólo el cambio entre el gusto clásico y el romántico, entre el formalismo del primero y el subjetivismo del segundo, sino también entre el Antiguo Régimen y la nueva situación social y política surgida de la Revolución Francesa.

Efectivamente, en 1789 caía La Bastilla y con ella toda una concepción del mundo que incluía el papel del artista en su sociedad. Siguiendo los pasos de su admirado Mozart, Ludwig van Beethoven fue el primer músico que consiguió independizarse y vivir de los encargos que se le realizaban, sin estar al servicio de un príncipe o un aristócrata, si bien, a diferencia del salzburgués, él consiguió triunfar y ganarse el respeto y el reconocimiento de sus contemporáneos.

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