CIUDAD DE MÉXICO.- Debido al incremento del 929% en asesinatos de funcionarios y directivos en México en las últimas décadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), puede decirse que el sistema tradicional y reactivo de protección ejecutiva no está dando buenos resultados. Urge, entonces, implementar una nueva doctrina que permita salvaguardar la seguridad de funcionarios y directivos en México, especialmente por los altos índices de violencia registrados en el país.
Si a esto le añadimos los secuestros que han azotado a miles de ejecutivos en México, parece evidente que el sistema tradicional y reactivo es solo el vestigio de una doctrina arcaica que aún se puede notar en las calles de muchas ciudades al observar un auto lujoso seguido muy de cerca por otro lleno de hombres con trajes oscuros y miradas desafiantes escudriñando el entorno.
Así lo afirma Iván Ivanovich en su libro Protección Ejecutiva en el Siglo XXI: La Nueva Doctrina, quien hizo su presentación, invitado por del subsecretario de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Protección Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, Mtro. Bernardo Gómez del Campo, en la Universidad de la Policía, con la participación de Juan Antonio Arámbula, director general de Seguridad Privada de la SSC y los expertos en el tema: Fernando Gómez Villarreal y Pedro Castolo Rodríguez.
En su libro, Ivanovich explica que, con el aumento de la violencia en el país, el concepto militarizado que favorece la reacción, el enfrentamiento y el combate, está ya obsoleto. Por ello, es necesaria una nueva doctrina enfocada en evitarlos, porque la filosofía reactiva resulta inadecuada para la actual Protección Ejecutiva. El objetivo del libro, que en las tres primeras semanas de su lanzamiento se mantuvo en primer lugar en ventas en plataformas digitales es dar a conocer esta doctrina, presentando métodos concretos y prácticos que pueden ser aplicados de manera inmediata en cualquier forma y tamaño de operación.
Ivanovich, quien es también CEO de AGS Group y representante en México de IBSSA (International Bodyguard Security Services Association), anota que, para entender la nueva doctrina de seguridad ejecutiva en el siglo XXI, es necesario analizar y comprender los errores conceptuales y doctrinarios que caracterizaron a esta actividad durante el siglo XX.
El error de origen reside en el intento por usar las estrategias de guerra convencional en contra de los delincuentes que actúan de manera no convencional, pues antes del atentado, los protectores no saben absolutamente nada sobre los atacantes: quiénes son, cuántos son, qué armamento tienen, etc., mientras tanto, los atacantes sí tienen información estratégica sobre el protegido y sus protectores.
Este paradigma redujo la Protección Ejecutiva a una actividad donde sólo queda armarse en espera de una emboscada. Sobra decir que, en ésta, el único beneficiado es quien la prepara. Por ello, Ivanovich remarcó que es totalmente inadecuado e ineficaz usar métodos convencionales de combate en contra de un enemigo no convencional. Pruebas de ello se encuentran desde la guerra de Vietnam hasta el combate contra los cárteles de narcotraficantes y la delincuencia organizada.
La protección ejecutiva moderna requiere de un sistema discreto y eficaz que desactiva las amenazas mucho antes de que ocurran evitando así los peligros tanto para los ejecutivos como para los escoltas, creando a la vez un entorno más seguro para todos los ciudadanos
AM.MX/fm