Francisco Gómez Maza
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Mientras, los barones del dinero creen que siguen siendo los dueños
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Ya no más servidumbre ante los detentadores de la riqueza del país
Los empresarios más poderosos del empresariado que hace negocios en México no tienen vergüenza. Ellos se creen los dueños de la economía mexicana, los dueños de los mercados, los dueños de la vida y la hacienda de los trabajadores y los patrones del presidente de la república. Así ha sido siempre, en realidad, pero ahora se toparon, como la piedra con el coyol, en su relación con Andrés Manuel López Obrador, quien viene decidido a hacer valer la autoridad presidencial por encima de la avaricia de los que han sido dueños de México, los dueños de vidas y haciendas
Y son tan cínicos que se atreven a plantearle advertencias al nuevo mandatario, porque así los acostumbraron los presidentes emanados del PRI y los efímeros gobernantes emanados del PAN (Vicente Fox (empleado de la Cocacola) y Felipe Calderón, miembro de la servidumbre del empresariado albiceleste. Ha circulado por las social netwoks y en las páginas digitales de los buscadores particularmente de Google, una imagen, clásica imagen, en la que aparece el españolete José Andrés de Oteyza, representante en México de la española OHL, metida en escándalos de corrupción en el sexenio que está por acabar, regaña al presidente Enrique Peña Nieto como si él fuera el patrón y el presidente parte de su servidumbre.
Y como así están acostumbrados los barones del dinero, creen que podrán actuar de la misma manera con López Obrador, quien ya aclaró que su llegada a la presidencia no es un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen de poder. Ahora, dice el mandatario, manda el pueblo, ya no más los hombres del dinero.
Pero los dirigentes de las cúpulas empresariales aún no lo creen y de ahí que, por ejemplo, Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, le advierta al tabasqueño que “seguridad y certidumbre, sin incurrir reiteradamente en consultas ciudadanas para gobernar, son claves para que los empresarios apuesten por México en la nueva etapa. Qué caraduras. No ya no será así a partir del primero de diciembre. Eso se los garantizo y no he hablado con López Obrador ni me interesa porque no soy su vocero y su fanático.
Pero entiendo que en la nueva era el presidente es siervo de la nación y no oficial de partes de los grandes empresarios. Ni su achichincle como parece que fue Peña Nieto de Oteyza y de todos los hombres del dinero. Y lo mismo fue Felipe Calderón y Vicente Fox, y el resto hasta, si no me equivoco, el general Cárdenas del Río, que se fajó los pantalones y expropió las empresas que se dedicaban a exaccionar el petróleo del subsuelo mexicano para beneficio no de la economía mexicana sino de sus casas matrices en el exterior, en Estados Unios, en Inglaterra y otros estados.
Juan Pablo Castañón y paniaguados tienen que caer en la cuenta que su poder ya quedó en el basurero de la historia, que ya no son los dueños aunque tengan el dinero y manipulen y especulen con el tipo de cambio y con los papeles que se mueven en los mercados de riesgo, en donde el dinero va y viene a las carteras de los grandes multimillonarios.
Esto es lo que le entendí y le entiendo a López Obrador aunque tenga muchos enemigos y aunque su popularidad haya bajado a unos cuantos días de que tome posesión. Eso realmente no tiene la menor importancia porque un político que se pone del lado de los pobres indudablemente que será blanco de los ataques de la gran burguesía y de la pequeña. Eso pasó con el general Lázaro Cárdenas del Río, cuando expropio el petróleo y eso le pasó a Adolfo López Mateos cuando nacionalizó la industria eléctrica.
Vamos a estar al tanto de lo que vaya sucediendo de ahora al primero de diciembre. Seguramente que arreciarán las críticas y sobre todo los insultos de la gente que se siente rica pero que no tiene tantita información de lo que está pasando en el país y se va con lo que dicen los mass media al servicio de la oligarquía y de los políticos corruptos. De lo que no se han dado cuenta es de que México ya cambió. De que PRI y PAN se fueron al basurero de la historia. Y de que quien tiene ahora la sartén por el mango es el que acusaban que era un peligro para México. Mientras, los que se van con Peña Nieto salen locos de contentos con su cargamento… No se confíen porque pueden terminar con los huesos en una mazmorra. analisisafondo@gmail.com