miércoles, noviembre 27, 2024

Alistan cañones en el Pueblo del Peñón para la representación de la Batalla del 5 de Mayo

Don Facundo Rodríguez, foto cortesía Manuel Correa.

Por: David Somellera (Parte I)

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo (AlmomentoMX).- En el Pueblo del Peñón de los Baños al oriente del Valle de México en donde hoy se encuentra el AICM, se realiza una de las representaciones más antiguas de la Batalla del 5 de mayo del Valle de México. En este pueblo ya sólo quedan dos señores que se dan el tiempo de organizar y juntar dinero para realizar esta tradicional celebración, estos dos organizadores son el señor Facundo Rodríguez de casi 90 años y su sobrino el señor Jano Rodríguez.

En esta ocasión presentaré una entrevista realizada en marzo en casa del señor Facundo Rodríguez nativo del Peñón de los Baños. La idea es que el lector conozca la historia de vida de este organizador que todavía le tocó vivir de lo que se producía de la Laguna de Texcoco. Después de la segunda mitad del siglo pasado este lago se desecó y los habitantes del pueblo del Peñón tuvieron que tomar oficios diversos, dejando a un lado los trabajos tradicionales como la agricultura y la pesca. En el caso de don Facundo, al desecarse el lago entró a trabajar en una empresa refresquera como también lo hicieron decenas de vecinos de este pueblo.

En la segunda parte de este reportaje contaré cómo es que el señor Facundo Rodríguez y su familia participan desde temprano en la organización de esta celebración de la batalla del 5 de mayo en el pueblo del Peñón.

Don Facundo es una persona mayor que participa también activamente en otras fiestas tradicionales como los carnavales que tienen lugar en el mes de febrero. Don Facundo en estas últimas fiestas mencionadas suele disfrazarse de “huehuenche” que es uno de los personajes de esta festividad que acompañan las comparsas de los barrios del Peñón.

Don Facundo disfrazado de “huehuenche” foto tomada en 2010.

Según algunas personas del Peñón con quien he podido platicar me han dicho que tanto la escenificación de esta batalla y la fiesta de los carnavales, fueron festividades que se trajeron del pueblo de San Juan de Aragón en donde primero se dieron a conocer estas dos fiestas. Esto último me lo corroboró la señora Margarita Caballero, ella es nieta de uno de los primeros músicos que trajeron al Peñón las orquestas del pueblo de San Juan de Aragón con el pretexto de que en el Peñón no había grupos de música.

Ángel Salas escribió hacia el segundo cuarto del siglo XX, una descripción etnográfica de la representación de la Batalla del 5 de mayo en el Peñón de los Baños. Este trabajo se publicó en 1933 en el número VIII de la revista Mexican Folways. El etnógrafo también apunta que esta celebración fue tomada de la que se efectúa en San Juan de Aragón, que a su vez fue llevada según este investigador del estado de Puebla.

Salas describe la escenificación de la Batalla del 5 de mayo, la cual intenta recrear las Jornadas Heróicas que se vivieron el 5 de mayo de 1862 en los cerros de Loreto y Guadalupe cuando el Ejército Mexicano con ayuda del pueblo de México derrotaron en los mencionados cerros a uno de los ejércitos más preparados que era el ejército francés.

Foto tomada de la revista Mexican Folkways, del artículo de Ángel Salas “La Batalla del 5 de mayo en el Peñón”. El autor destaca en esta foto a los Jefes del Ejército Mexicano, de izquierda a derecha: Gral. Miguel Negrete, Gral. Porfirio Díaz y Gral. Ignacio Zaragoza.

Esta escenificación según pudo detallar Salas, se recreaba en los llanos salitrosos del Peñón que hoy son ocupados por el aeropuerto Benito Juárez, también formaba parte del escenario el montículo o Peñón que hoy es resguardado celosamente por el Ejército Mexicano. El gobierno Federal expropió dicho cerro décadas atrás con la construcción de este aeropuerto, sólo el 5 de mayo los militares permiten que los habitantes del pueblo suban al Peñón para realizar una de las batallas finales. El investigador pudo observar que el “combate” se desarrolla en 4 partes: el convite, los tratados de Orizaba, la batalla y el epílogo o los funerales.

Salas comenta algo que sigue sucediendo, que los personajes principales que actúan en esta teatralización cívica, tienden a descapitalizarse para que el espectáculo se lleve a cabo. En esta representación los actores son los mismos habitantes del Peñón, recientemente al final de la última batalla suele tocar un grupo invitado de música popular que ameniza hacia el final de la representación.

Actualmente los habitantes del Pueblo del Peñón de los Baños viven un momento de incertidumbre, esto porque ante la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NACIM) se ha escuchado decir que el actual aeropuerto se cerrará y que vendrán conocidos proyectistas a decidir sobre el futuro de estos terrenos, los cuales deberían de regresarse a sus antiguos dueños a quienes se les expropiaron y que aún dicen algunos, el gobierno todavía les debe dinero. Sin embargo sólo fueron algunos los ejidatarios beneficiados mientras que otros incluso tuvieron que salir de la zona del Pueblo del Peñón al haber sido despojados de sus tierras.

Foto que aparece en el artículo de Ángel Salas “La Batalla del 5 de Mayo en el Peñón” en la revista Mexican Folkways,. Se aprecia que el público se encuentra encima del Peñón mientras observan en las faldas del cerro una de las batallas entre el Ejército Mexicano y el francés.

Desde hace unos años según han denunciado los habitantes del Peñón la presencia de inversionistas inmobiliarios que han comenzado a fincar edificios a los alrededores del aeropuerto. Esta zona del pueblo del Peñón, según publicó el portal digital CENTRO URBANO se ha comenzado a ver como una oportunidad para el desarrollo inmobiliario.

Este mismo portal destacó que Alejandro Kuri, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales (AMPI) mencionó que lo que se debe implementar en las 710 hectáreas del AICM un parque como el que se abrió recientemente en Santa Fe conocido como Parque La mexicana.

Algunos habitantes del Peñón se inclinan por la conservación de la flora y fauna del hoy extinto Lago de Texcoco, por lo que el terreno que dejará el AICM dicen debe de volverse una reserva ecológica y no un proyecto inmobiliario.

Según una nota del portal OBRAS web Alejandra Barrales candidata a la Jefatura de Gobierno por la coalición Por la Ciudad de México al Frente, ya trazó un plan, mismo que propuso un año atrás Miguel Ángel Mancera, para que se construya otra Ciudad Universitaria, un centro de innovación tecnológica y un Chapultepec 2, en el espacio que dejará el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) cuando entre en operación la nueva terminal aérea que se construye en Texcoco.

Don Facundo Rodríguez muestra una red que él mismo tejió con la que solía pescar en el antiguo Lago de Texcoco.

¿En qué año nació usted?

Soy nativo del Peñón de los Baños y nací en 1928 tengo 89 años. Mi casa en donde nací estaba en la calle Norte 184 pasando lo que es hoy el circuito o río Consulado. Antes esa casa nos servía como embarcadero, le decíamos el rancho, ahí se estacionaban las canoas para descargar el pescado que traíamos de la laguna.

¿Cómo era la vida de antaño para los que vivían de la Laguna de Texcoco?

Mi papá el señor Víctor Rodríguez Cedillo que en paz descanse, era pescador y trabajó por muchos años en la laguna. Él nos hizo que viviéramos de ella. Salía a pescar todas las mañanas y regresaba con el pescado en su canoa. Con esta laguna mi padre sufrió mucho porque él tenía que sacar con la red a los peces. Los pescadores ponían los pescados en un canasto al que le decíamos “chiquihuite”, el cual tenía unos 30 centímetros de hondo y de diámetro unos 50 centímetros.

¿Cómo era el proceso de preparación del pescado para su venta?

El pescado se vendía fresco. Nosotros traíamos del rancho en burros los canastos con pescados hasta aquí a donde estamos parados en lo que es la calle Norte 188. Extendíamos los pescados en el piso y los poníamos a secar, luego los guardábamos en costales, al pescado seco lo llamábamos “charal”.

¿Desde los cuántos años usted ya participaba en este proceso de trabajar con los productos que se obtenían de la laguna?

A los 13 o 14 años yo ya trabajaba, teníamos unos burritos a quienes les colgábamos dos “chiquihuites” de cada lado. La casa de Norte 184 nos servía de bodega, y mi padre que en paz descanse, iba sacando los costales poco a poco. El pescado seco lo iba a vender al mercado de la Merced, ahí los compradores acaparaban todo lo que se llevaba de la Laguna de Texcoco. Mi trabajo era poner en los dos burritos que teníamos dos “chiquihuites” de cada lado del animal y llevarlos  a donde estamos ahora que es mi casa en donde vivo. Yo tenía que llevarle de comer a los acompañantes de mi papá que eran cuatro más mi papá eran cinco las personas que yo diario tenía que llevarles de comer en el burro.

¿Cómo murió su papá?

En el ejido, mi papá estaba con las personas que trabajaban las tierras y a mi padre que en paz descanse le cayó un rayo y falleció. Yo no me di cuenta porque estaba cortando alfalfa como a unos 500 metros cuando. Fueron unos ejidatarios que al acercarse a donde cayó el rayo por un árbol de chiles, que dieron cuenta que mi papá ya no tenía vida. Entonces me chiflaron los señores me levanté y pues yo quería sacar a mi padre pero ya había pasado todo. Él quedó tendido en el agua. Fui a avisarle a mi familia en norte 184 que estaba hasta abajo del circuito, lugar que usábamos para dejar las lanchas. En la casa estaba mi mamá y mis hermanos cuando les di la noticia de que a mi papá le había caído un rayo. Como estaba cosechando chile ancho, él traía un costal de chile ancho porque iba a venir una camioneta a recoger el producto pero truena el rayo y le cayó a él. Mi papá traía en el sombrero la aguja con la que amarraban los costales.

¿Cómo adquirió el terreno en donde hoy tiene su casa?

Toda mi familia nació pasando el circuito en Norte 184, esa era la casa familiar le decíamos el rancho. Pero la casa de aquí yo la adquirí a través de los representantes del Peñón de los Baños que mediaron con las autoridades de gobierno. Primero me querían dar un terreno allá bajando el circuito pero por ahí se anegaba con el agua que bajaba del cerro en la época de lluvias. Antes las casas no tenían baño como ahora, antes nos íbamos a bañar a los manantiales que surgían de manera natural. Uno estaba entre la Norte 184 y la Norte 186 nosotros como niños íbamos a chapotear a ese manantial de donde brotaba agua tibia y azufrosa, el agua bajaba del cerro y ahí se aglomeraba. Después de unas acaloradas discusiones me dieron un terreno en donde yo pedí que me lo dieran que es aquí mismo en donde estamos parados. Mi papá fue ejidatario y nos enseñó a sembrar, a voltear la tierra y a cultivar. Algunos ya dejaban de trabajar la tierra y tenían sus parcelas olvidadas de eso sí me acuerdo. Nosotros sembrábamos alfalfa, chile, maíz y calabazas. Estos terrenos que ven, fueron las parcelas que dieron a todos los ejidatarios del Peñón, fue el presidente Lázaro Cárdenas quien nos dio estos ejidos para que se trabajaran, y hacerlas producir claro, pero algunos ejidatarios no las hicieron producir, y yo digo que la tierra es para trabajar, los que no trabajaron las tierras al final las abandonaron. Algunos se dedicaban a jugar baraja y así perdieron su dinero. Pero todos recibieron terreno, incluso a mí me decían: “chino toma otro terreno” pero yo les decía que no, que con el que me daban era lo que yo necesitaba. Los límites del Peñón de los Baños era desde este cerro hasta los límites de la salida de la carretera México-Puebla. Tiempo después ya vinieron las expropiaciones, los ejidatarios vivían de la laguna, y dio mucha vida a los habitantes del Peñón de los Baños. Había mucho pescado, la gente se mantenía del ahuautle, del acocil, de los patos que cazábamos con escopetas, sembrábamos maíz. Las olas rompían aquí en el Peñón, en donde estamos sentados hasta aquí llegaba el agua de la laguna, aquí se estancaba y nosotros recogíamos todo lo que traían las olas. Mi papá traía su canoa con el nombre de la canoa grabado, la tenía así para poder reconocerla y no se le fuera a perder. Lázaro Cárdenas fue el que dio estas parcelas que pertenecían a los ejidatarios para que se apartaran para lo que es hoy el aeropuerto que hoy tenemos.

¿Que van a hacer si terminan de construir el nuevo aeropuerto y cierran este que se construyó con los terreno que expropió el gobierno?

Es difícil que lo cierren porque es un aeropuerto que debe de seguir, claro que está reducido pero debe de seguir. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México debe seguir porque está calculado por los aires que corren por el Valle de México que el mejor lugar para aterrizar es aquí en los llanos del Peñón de los Baños.

¿Podría el gobierno regresar a los ejidatarios las tierras que les expropió?

Ya no se puede, es un error de las personas que dicen que van a cerrar este aeropuerto, porque lo que está fundado está fundado.

¿Cuál ha sido su participación en la representación de la Batalla del 5 de mayo en el Peñón de los Baños?

Yo soy un representante de la Batalla del 5 de mayo, tengo muchos años de participar en este evento, desde la edad de los 6 años yo empecé a salir vestido de mexicano, en una ocasión cuando era yo todavía niño me dio una enfermedad que no podía caminar, y el merito 5 de mayo yo llorando atrás de mi padre que en paz descanse le dice uno de los músicos a mi papá ¿qué tiene el niño? Uno de los músicos que estaba desayunando acercó un palo redondo  y con ese palo me curó, me acuerdo que me lo pasó por todo el cuerpo, y al poco rato ya estaba yo danzando, eso no se me olvida. Para esta fiesta se trae una banda de música de Texcoco, pero antes de aquí eran los grupos, yo soy músico, aprendí a hacer las chirimías y yo le enseñé a mi hijo al señor Víctor Rodríguez que también sabe hacerlas. Él sabe cómo hay que hacer bien los agujeritos para que esté bien entonada.

Familiar de Don Facundo sosteniendo una chirimía en su mano izquierda.

 

Artículos relacionados