jueves, noviembre 21, 2024

Algo para leer: “Ricardo II”, de Shakespeare

CIUDAD DE MÉXICO.- Extrañamente, lo mejor de la cultura a veces carece de difusión. Por fortuna, los textos afamado dramaturgo inglés William Shakespeare están bien disponibles a la mano, casi en cualquier librería y biblioteca. No leerlo por puro desinterés sería, en verdad, una desgracia, pues su trabajo es realmente exquisito.

Aunque sus creaciones más conocidas son las tragedias de Romeo y Julieta, Hamlet Macbeth, el también poeta cuenta con un rico acervo de obras que abarcan desde la comedia hasta el romance. Por supuesto, no hay que omitir su producción de dramas históricos, entre los que se halla la discreta Ricardo II.

obra Ricardo II
Imagen: Universidad Estatal de Washington

Ricardo II: la historia vuelta arte

Shakespeare, en un esfuerzo por contribuir a la construcción de una épica nacional, tomó las crónicas compiladas por Raphael Horlinshed y con destreza vació sus acontecimientos esenciales en un total de 10 obras que popularizaron la historia nacional, fomentaron un fuerte sentimiento patriótico y alimentaron el fervor hacia la dinastía Tudor, entonces encabezada por la reina Isabel I.

En Ricardo II se relata el antecedente de la Guerra de las rosas, un prolongado conflicto protagonizado por los miembros de la aristocracia inglesa, quienes disputaron el derecho a ocupar el trono. De hecho, fue el enfrentamiento entre Ricardo II y Enrique Bolingbroke (quien más tarde, sería Enrique IV) el principal detonador de la guerra.

¿Y de qué trata?

La obra nos lleva al reinado de Ricardo II, un momento de gran tensión para la clase política y el pueblo inglés. Súbitamente, el monarca ve amenazada su corona ante la presencia de Enrique Bolingbroke, aristócrata a quien había desterrado de Inglaterra. La pugna por el poder no tarda en comenzar y pronto todos deben decidir a quién apoyarán. Existe lealtad hacia el rey, pero…¿podrá resistir la influencia de Enrique?

Ricardo II
Imagen: retrato del rey Ricardo II

Divido en 5 actos, el drama engancha al lector con una progresión peculiar. Todos somos capaces de adivinar el final, pero no de abandonar la lectura. Y es que el placer está en la expresividad y profundidad de los diálogos, en observar a los personajes y su evolución para después sufrir y triunfar junto con ellos.

Lejos de mostrar aburridos versos declamados por personajes sosos (horrible estereotipo que algunos creen), los dramas shakespearianos están llenos de momentos emocionantes y personajes inolvidables. El lector debe saber que, en el caso de esta obra y del resto de la saga, al final lo que meno importa son los acontecimientos históricos. Son la traición, el coraje, el temor, la desolación y el resto de sentimientos humanos los que la vuelven vigente y memorable. ¡Échale un ojo, seguro no te arrepentirás!

 


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AM.MX/SRH

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