Jorge Herrera Valenzuela
Mientras la delincuencia sigue operando en todo el territorio de la Ciudad Universitaria, en el Sur de la Ciudad de México, las autoridades policíacas, políticas y gubernamentales desoyen las voces de profesores, estudiantes y autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el inicio de su gestión el Rector Enrique Luis Graue Wiechers nos sorprendió al mostrarse enérgico y demandar la intervención de la Procuraduría General de la República, precisando que autonomía universitaria no significa impunidad territorial.
Del 15 de noviembre de 2015, cuando Graue Wiechers asumió la rectoría, a la fecha han transcurrido ya 27 meses y las cosas empeoraron, sin que haya acciones apegadas a la ley para desterrar a los narcotraficantes que llevan varios años asentados en los prados de la hermosa Ciudad Universitaria, donde están las instalaciones de escuelas, facultades, institutos y campos deportivos.
Es increíble que durante 17 años y cinco meses un grupo de pelafustanes esté apoderado del Auditorio Justo Sierra, el más grande escenario de la UNAM en la CU. Sí, desde el 4 de septiembre de 2000, la Facultad de Filosofía y Letras perdió ese auditorio, al que en 1966 otro grupo estudiantil le impuso el nombre de “Ernesto Che Guevara”, Lo que fue recinto de conciertos, festivales, conferencias magistrales, debates académicos y sede de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, hoy es un lupanar.
También es inadmisible que la PGR tengan archivadas las denuncias formales contra los ocupantes del Auditorio Justo Sierra, sujetos que están identificados como no pertenecientes a la comunidad universitaria, han sido detenidos por los vigilantes de la CU y entregados a la PGR, inclusive a uno de ellos lo enviaron a un penal de “alta seguridad” y pronto quedó libre, así como tampoco se atienden las denuncias periodísticas (noticiarios de televisión, en particular) sobre el modus operandi de los “narcomenudistas”, mostrándolos en los videos dentro en las instalaciones educativas.
En los últimos acontecimientos hubo derramamiento de sangre. Se balacearon los narcotraficantes y dos de ellos murieron. Todo se ha reducido a condenar los hechos, a una colocar en una pantalla, en el Estadio Olímpico de CU, la frase indicativa de “Fuera los narcos de la UNAM”. Debe de procederse con energía, sin violencia, cumpliendo lo que marca la ley, lo que apunta nuestra Constitución Política, lo que demandamos los universitarios y la sociedad en general. No se debe seguir actuando con miedo a “violar la autonomía universitaria”, porque ya está dicho, no es impunidad territorial.
Cierto es que el Presidente Enrique Peña Nieto no fue alumno en nuestra Máxima Casa de Estudios, no guarda recuerdo alguno de una Ciudad Universitaria inaugurada en 1954, no conoció a los ilustres profesores que en Leyes, en Medicina, en Economía, en Filosofía, han formado a muchas generaciones de mexicanos. Tal vez por eso, no ha puesto atención al problema ni giró instrucciones a los tres anteriores titulares de la PGR y al actual “encargado del despacho” para resolver los casos referidos.
El rector universitario asegura que trabaja en coordinación con el Gobierno de la Ciudad de México, pero que no es oportuno que la policía entre a la Ciudad Universitaria. Esperar a que el clima cambie, es igual a no hacer nada para acabar con los narcomenudistas en ese territorio, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Qué espera el Gobierno Federal que ocurra en los terrenos de la Ciudad Universitaria, para entrar en acción y sacar a los invasores del Auditorio Justo Sierra y cerrar el paso a los narcotraficantes?
COQUET, EL MEJOR DIRECTOR DEL IMSS
Comentábamos entre colegas sobre algunos funcionarios federales del siglo pasado y coincidimos al hablar del licenciado Benito Coquet Lagunes, un xalapeño que fue nuestro embajador en Cuba en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, que ha sido el mejor director general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Colaboró en forma directa con el presidente Adolfo Ruiz Cortines y el licenciado Adolfo López Mateos lo nombró en el IMSS. Incluyo en la Sección de Mexicanos Distinguidos a don Benito, porque en la mencionada institución, gracias a su intervención personal, la atención hospitalaria fue de primera, pero también impulso el arte teatral, las actividades deportivas, la difusión de la música clásica e impulsor de los centros vacacionales para los derechohabientes y sus familias en Oaxtepec, Morelos; en Metepec-Atlixco, en Puebla; en Tlaxcala, La Malinche y La Trinidad. Hoy, tristemente, todo es historia, son recuerdos. Se vendió el Parque de Beisbol, se cerraron los teatros, ya no tuvimos conciertos y Oaxtepec hoy es un parque recreativo particular. Ni qué decir de los servicios de medicina externa y de un raquítico cuadro de medicinas “básico”,
EDOMEX LLEGA A SU 194 ANIVERSARIO
El viernes 2 de este estrenado marzo, se cumplieron 194 años de la erección del Estado de México, cuya historia es muy singular porque de su territorio original de 110 mil kilómetros cuadrados “nacieron” los estados de Hidalgo, Guerrero, Morelos, Querétaro y la Ciudad de México. La entidad que cuenta con el más elevado número de electores, ha tenido como capitales: San Agustín de las Cuevas (hoy Delegación de Tlalpan), Texcoco y Toluca desde 1830; aunque también alternamente lo fueron Lerma, Sultepec y Metepec. En el Siglo XIX fueron gobernadores Melchor Múzquiz, Manuel Gómez Pedraza, Mariano Paredes y Arrillaga, Valentín Canalizo y Nicolás Bravo, todos llegaron a Presidentes de México. Incluyendo al actual, el Estado de México registra 73 gobernadores, contados a partir de 1824. Ninguno de los mencionados, en este párrafo, era originario de la entidad.
MÁS SOBRE LOS MEXIQUENSES, ANTES TOLUCOS
Entrado en datos históricos, les comento que entre 1913 y 1914 el Estado de México tuvo ¡9 gobernadores!, entre ellos al joven Gustavo Baz Prada, de 20 años de edad, impuesto por las fuerzas de Emiliano Zapata. El doctor Baz volvería a ser gobernador, de 1957 a 1963; es el único en el Siglo XX que “dobleteó” en Edomex. Por cierto, el queretano Francisco León de la Barra, primer presidente interino en el pasado siglo, también, brevemente en 1913, gobernó a “los tolucos”. Tres Alfredos figuran en el cuadro de gobernadores: Del Mazo Vélez, Del Mazo González y Del Mazo Maza (en funciones), abuelo, padre y nieto. Ocho exgobernadores sobreviven: Alfredo del Mazo González, Alfredo Baranda García, Ignacio Pichardo Pagaza, Emilio Chuayffet Chemor, César Camacho Quiroz, Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas. En años anteriores a los nativos de ese estado, los conocíamos como “Tolucos” o “Choriceros”; el termino Mexiquenses lo impuso Del Mazo González.
SE FUERON ROGELIO GUERRA Y CATALINA CREEL
Casi simultáneamente dos estrellas de las telenovelas del Siglo XX, entregaron su Alma al Señor. El último día de febrero falleció Rogelio Guerra (Hildegardo Guerra Martínez), originario de Aguascalientes y que en octubre pasado cumplió 80 años. El primer día de marzo murió la actriz tijuanense María Rubio (María de Jesús Rubio Tejero), a la edad de 83 años. Rogelio fue uno de los últimos galanes del siglo pasado y se le recuerda, principalmente, por su participación protagónica en la telenovela Los Ricos También Lloran, junto con la bella Verónica Castro. María inmortalizó al personaje de “la madre de todas las villanas”, Catalina Creel, en la tenebrosa telenovela que la noche de su final paralizó a México, nada menos que Cuna de Lobos, compartiendo créditos con otro grande, Ernesto Alonso, también aguascalentense. Por esas actuaciones los dos personajes recibieron reconocimiento mundial; las telenovelas se vieron en muchos países europeos y latinos, con las respectivas traducciones, cuando se requería.
P.D. En mi agenda cívica aparecen dos fechas trascendentales en México. El 1 de marzo de 1854 se promulgó el Plan de Ayutla que liquidó el poder de dos décadas de Antonio López de Santa Anna, restauró el federalismo, Juan N. Álvarez fue presidente interino y convocó al Congreso Constituyente que culminó su trabajo, en 1857, al ser aprobada la Constitución Política. Pues bien, el 3 de marzo de 1935 surge en nuestro país la primera Universidad privada, la hoy internacionalmente reconocida Universidad Autónoma de Guadalajara.
En nombre de la Familia Herrera Navas envío a la Familia Ochoa de la Sierra un abrazo solidario por el fallecimiento de nuestro querido amigo José Ismael Ochoa y Castillo, el pasado lunes 26 de febrero, en la Ciudad de Cuernavaca, Morelos.
jherrerav@live.com.mx